/ martes 13 de julio de 2021

¡Que la Nación me lo demande!

“La política es el arte de impedir que la gente se meta en lo que sí le importa”:
Marco Almazán

Mucho se ha hablado sobre la cercana consulta para someter a la justicia a los expresidentes Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto por todas las tropelías que llevaron a cabo en contra del pueblo de México, así como sus excesos y omisiones, privilegios y compadrazgos.

A pesar de que sesudos analistas y comunicadores han tratado de descalificarla, la consulta va, a pesar de todo, los ciudadanos tendremos el primer domingo de agosto la oportunidad de participar con un simple “sí” o con un “no”. Y no, no es una ocurrencia del presidente de México, la participación ciudadana está plasmada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 35, que valdría la pena de que estos sesudos analistas la leyeran para que se dieran cuenta que es un derecho que tenemos los ciudadanos de inmiscuirnos en asuntos del Estado a través de la consulta popular.

Vale decir que esta consulta la organiza el Instituto Nacional Electoral (INE) con los recursos que a través del presupuesto recibe por parte del estado para desarrollar su función de preservar la democracia y la participación ciudadana, y no es cierto que tendremos que aportar adicional a lo que ya está destinado para los gastos del INE.

Otra gran mentira es que “no sirve de nada”, ya que según nuestra Carta Magna; “Cuando la participación total corresponda, al menos, al cuarenta por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores, el resultado será vinculatorio para los poderes Ejecutivo y Legislativo federales y para las autoridades competentes”.

“La justicia no se consulta”, es la frase que continuamente repiten quienes se oponen a la consulta, tratando de influir en el ánimo de los ciudadanos, ya que si triunfa un “sí” no se pondría a los expresidentes en la cárcel ni mucho menos, pero se abre la posibilidad de crear mecanismos como las comisiones de la verdad, que indaguen en el pasado de impunidad en el país para tratar de reparar el daño a víctimas y en un momento dado, incluso lleven a que expresidentes sí sean investigados.

La pregunta: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”.

Sencillo; Sí o No. No menciona a nadie, pero abre la posibilidad de que todos los actores políticos del pasado sean sometidos a un proceso de esclarecimiento de sus acciones, por ejemplo, nos gustaría saber cómo se originó el fraude del siglo llamado Fobaproa, quiénes son los beneficiarios, qué papel jugaron los gobernantes de esa época y si pueden ser sometidos a la justicia para que respondan por sus actos. Como este, muchos temas más seguramente estarán en la mesa.

Correo: vicmedina@hotmail.com

“La política es el arte de impedir que la gente se meta en lo que sí le importa”:
Marco Almazán

Mucho se ha hablado sobre la cercana consulta para someter a la justicia a los expresidentes Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto por todas las tropelías que llevaron a cabo en contra del pueblo de México, así como sus excesos y omisiones, privilegios y compadrazgos.

A pesar de que sesudos analistas y comunicadores han tratado de descalificarla, la consulta va, a pesar de todo, los ciudadanos tendremos el primer domingo de agosto la oportunidad de participar con un simple “sí” o con un “no”. Y no, no es una ocurrencia del presidente de México, la participación ciudadana está plasmada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 35, que valdría la pena de que estos sesudos analistas la leyeran para que se dieran cuenta que es un derecho que tenemos los ciudadanos de inmiscuirnos en asuntos del Estado a través de la consulta popular.

Vale decir que esta consulta la organiza el Instituto Nacional Electoral (INE) con los recursos que a través del presupuesto recibe por parte del estado para desarrollar su función de preservar la democracia y la participación ciudadana, y no es cierto que tendremos que aportar adicional a lo que ya está destinado para los gastos del INE.

Otra gran mentira es que “no sirve de nada”, ya que según nuestra Carta Magna; “Cuando la participación total corresponda, al menos, al cuarenta por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores, el resultado será vinculatorio para los poderes Ejecutivo y Legislativo federales y para las autoridades competentes”.

“La justicia no se consulta”, es la frase que continuamente repiten quienes se oponen a la consulta, tratando de influir en el ánimo de los ciudadanos, ya que si triunfa un “sí” no se pondría a los expresidentes en la cárcel ni mucho menos, pero se abre la posibilidad de crear mecanismos como las comisiones de la verdad, que indaguen en el pasado de impunidad en el país para tratar de reparar el daño a víctimas y en un momento dado, incluso lleven a que expresidentes sí sean investigados.

La pregunta: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”.

Sencillo; Sí o No. No menciona a nadie, pero abre la posibilidad de que todos los actores políticos del pasado sean sometidos a un proceso de esclarecimiento de sus acciones, por ejemplo, nos gustaría saber cómo se originó el fraude del siglo llamado Fobaproa, quiénes son los beneficiarios, qué papel jugaron los gobernantes de esa época y si pueden ser sometidos a la justicia para que respondan por sus actos. Como este, muchos temas más seguramente estarán en la mesa.

Correo: vicmedina@hotmail.com