/ lunes 21 de junio de 2021

¿Qué tiene que pasar?

Por: Mario Ramírez

¿Qué tiene que pasar para que un futbolista reciba el descanso que merece? ¿Qué tiene que pasar para que FIFA ordene un calendario menos intenso? ¿Qué tiene que pasar para que clubes y selecciones se pongan del lado del futbolista? ¿Qué tiene que pasar para que un futbolista sea tratado como ser humano y no como máquina? ¿Qué tiene que pasar para que el futbolista sea escuchado?

El pasado fin de semana se vivió lo más impactante que se puede ver en cualquier partido deportivo: Un jugador estuvo al borde de la muerte. Christian Eriksen, jugador de Dinamarca, colapsó en pleno campo de juego en la Euro 2020 y las imágenes que se transmitían en vivo por televisión daban a entender que había sucedido lo peor posible. De acuerdo a ESPN, este suceso se debió a una arritmia cardiaca misma que también es llamada popularmente como “muerte súbita” ¿Ya vamos dimensionando? De acuerdo a esta misma fuente, dicha deficiencia es sumamente difícil de diagnosticar y aparece de vez en cuando sin dar previo aviso. Incluso el doctor del Inter de Milán, su actual club y vigente campeón de Italia, manifestó que el jugador nunca dio indicios de un problema cardiaco. Un atleta de talla mundial aparentemente sano y fuerte estuvo a nada de ver la luz, el corazón del danés se detuvo totalmente por unos segundos y recibió atención médica por diez minutos que parecieron una eternidad. Afortunadamente logró salir consciente del estadio.

No es ningún secreto que el fútbol es el deporte con el calendario más demandante para sus respectivos deportistas. Comparándolos con otras grandes ligas deportivas: NBA y NHL compiten como máximo ocho meses al año, recibiendo cuatro de descanso, siendo las ligas más exigidas entre las comparadas. La Major League Baseball se queda un poco atrás, compitiendo siete meses y descansando cinco, mientras que la NFL es quien recibe más meses de recuperación con siete, por solo cinco de competencia como máximo (a todos estos tiempos hay que restarles unas cuantas semanas por la pretemporada). Se puede criticar a las ligas americanas en muchos aspectos pero definitivamente el cuidado humano no es uno de ellos.

Volviendo al fútbol, el futbolista recibe como máximo únicamente dos meses de descanso y se dice “como máximo” porque esto es a lo que pueden aspirar cuando no existe alguna competencia internacional, la cual sucede en la mayoría de los veranos. Agregando estas competencias de naciones y la pretemporada, el futbolista recibe si mucho un mes de descanso por 11 de fatiga y es el deporte de más duración por partido.

El cuerpo humano no es una máquina imparable de esfuerzo, es verdad que son atletas mundiales y, a pesar de que muchos futbolistas no lo parezcan, estos siguen siendo seres humanos. Tanto partido, tanto torneo y tanto desgaste podría terminar por matarlos algún día, y lamentablemente se está hablando de manera literal. ¿De verdad le tiene que pasar una tragedia a un futbolista reconocido mundialmente para que los organismos del fútbol se den cuenta de que están sobre-explotando al jugador? Ya vimos que grandes clubes quieren copiarle ciertos formatos a las ligas americanas ¿Por qué no mejor copiarles lo humano en lugar de lo comercial?

Sólo queda esperar lo mejor y que la recuperación de Christian Eriksen pueda alcanzarle para vivir el resto de su vida sin complicaciones, hoy su carrera y el mismo fútbol han pasado... a segundo término.

Por: Mario Ramírez

¿Qué tiene que pasar para que un futbolista reciba el descanso que merece? ¿Qué tiene que pasar para que FIFA ordene un calendario menos intenso? ¿Qué tiene que pasar para que clubes y selecciones se pongan del lado del futbolista? ¿Qué tiene que pasar para que un futbolista sea tratado como ser humano y no como máquina? ¿Qué tiene que pasar para que el futbolista sea escuchado?

El pasado fin de semana se vivió lo más impactante que se puede ver en cualquier partido deportivo: Un jugador estuvo al borde de la muerte. Christian Eriksen, jugador de Dinamarca, colapsó en pleno campo de juego en la Euro 2020 y las imágenes que se transmitían en vivo por televisión daban a entender que había sucedido lo peor posible. De acuerdo a ESPN, este suceso se debió a una arritmia cardiaca misma que también es llamada popularmente como “muerte súbita” ¿Ya vamos dimensionando? De acuerdo a esta misma fuente, dicha deficiencia es sumamente difícil de diagnosticar y aparece de vez en cuando sin dar previo aviso. Incluso el doctor del Inter de Milán, su actual club y vigente campeón de Italia, manifestó que el jugador nunca dio indicios de un problema cardiaco. Un atleta de talla mundial aparentemente sano y fuerte estuvo a nada de ver la luz, el corazón del danés se detuvo totalmente por unos segundos y recibió atención médica por diez minutos que parecieron una eternidad. Afortunadamente logró salir consciente del estadio.

No es ningún secreto que el fútbol es el deporte con el calendario más demandante para sus respectivos deportistas. Comparándolos con otras grandes ligas deportivas: NBA y NHL compiten como máximo ocho meses al año, recibiendo cuatro de descanso, siendo las ligas más exigidas entre las comparadas. La Major League Baseball se queda un poco atrás, compitiendo siete meses y descansando cinco, mientras que la NFL es quien recibe más meses de recuperación con siete, por solo cinco de competencia como máximo (a todos estos tiempos hay que restarles unas cuantas semanas por la pretemporada). Se puede criticar a las ligas americanas en muchos aspectos pero definitivamente el cuidado humano no es uno de ellos.

Volviendo al fútbol, el futbolista recibe como máximo únicamente dos meses de descanso y se dice “como máximo” porque esto es a lo que pueden aspirar cuando no existe alguna competencia internacional, la cual sucede en la mayoría de los veranos. Agregando estas competencias de naciones y la pretemporada, el futbolista recibe si mucho un mes de descanso por 11 de fatiga y es el deporte de más duración por partido.

El cuerpo humano no es una máquina imparable de esfuerzo, es verdad que son atletas mundiales y, a pesar de que muchos futbolistas no lo parezcan, estos siguen siendo seres humanos. Tanto partido, tanto torneo y tanto desgaste podría terminar por matarlos algún día, y lamentablemente se está hablando de manera literal. ¿De verdad le tiene que pasar una tragedia a un futbolista reconocido mundialmente para que los organismos del fútbol se den cuenta de que están sobre-explotando al jugador? Ya vimos que grandes clubes quieren copiarle ciertos formatos a las ligas americanas ¿Por qué no mejor copiarles lo humano en lugar de lo comercial?

Sólo queda esperar lo mejor y que la recuperación de Christian Eriksen pueda alcanzarle para vivir el resto de su vida sin complicaciones, hoy su carrera y el mismo fútbol han pasado... a segundo término.