/ sábado 8 de junio de 2019

¿Quiénes somos?

Nuestro yo no nace al nacer nuestro cuerpo; es algo que vamos creando continuamente al vivir nuestra vida. Que ese yo sea grande o pequeño, inerte o activo, estéril o fecundo, fuente de miseria o de riqueza, lleno de odio o de amor, depende de los intereses que cultivamos, de los pensamientos que aceptamos; de los ideales que perseguimos; de las relaciones que experimentamos, de los adoctrinamientos a los que somos sometidos, de lo que decidimos creer o rechazar; de las reacciones que decidimos tener ante nuestras emociones y sentimientos.

Según algunas estadísticas, es cierto, sólo un diez por ciento del éxito individual se debe a nuestros conocimientos técnicos, y muchas ocupaciones pueden ser desempeñadas sin haber concurrido a los colegios….excepto en situaciones como las que vive el nuevo gobierno con personajes sin preparación alguna desempeñando puestos delicados en que no tienen ni la experiencia ni los conocimientos para lo que han sido contratados, y esto, en el mundo político, en el gobierno, es desastroso para el país, y ya nos está destruyendo.

La mayoría de los seleccionados por la 4ª son irresponsables, e indisciplinados. Abundan los que no se avergüenzan por sus pifias, de sus actitudes, de sus burlas. No logran detectar que la auténtica educación liberal es la que ellos llaman “fifí” o neoliberal, es la que nos genera el hábito de la industria, de la independencia, en la que son indispensables maestros que no sean corrompidos por la política. Estamos descubriendo que la naciones, al igual que los individuos, fracasan o alcanzan el éxito, según se conducen y lo que estamos viendo es un grupo de personas impreparadas, al margen de la cultura. No entienden que toda persona culta con buenos principios, amante del trabajo con justas ambiciones y suficiente capacidad, tiene más valor para el país que el descubrir un nuevo depósito de petróleo. El país está siendo devaluado con personas de ínfimo nivel, con altos antecedentes de corrupción y hasta penales.

No nos dejemos engañar por el afán de algunos pedantes que quieren forzar en todo ciudadano teorías sociales que ni ellos mismos entienden. No hay tiempo más mal empleado que el que gastamos en asimilar lo que de nada nos sirve, y peor, que de nada ha servido a otros países.

El que se prepara y estudia y no pone en práctica su conocimiento es como el campesino que ara y no siembra, y el que ni estudia ni se prepara y nos quiere guiar en la economía, la ciencia, y el gobierno es el que fomenta el odio, la lucha de clases, el no trabajar y el antagonismo. Sin carácter, sin generar riqueza, peleando incesantemente y sin inspirar ningún ideal, jamás nos permitirá progresar.

Nosotros escogemos cómo somos. Recordemos que el que se indigesta no sabe comer, y el que se embriaga no sabe beber.


Nuestro yo no nace al nacer nuestro cuerpo; es algo que vamos creando continuamente al vivir nuestra vida. Que ese yo sea grande o pequeño, inerte o activo, estéril o fecundo, fuente de miseria o de riqueza, lleno de odio o de amor, depende de los intereses que cultivamos, de los pensamientos que aceptamos; de los ideales que perseguimos; de las relaciones que experimentamos, de los adoctrinamientos a los que somos sometidos, de lo que decidimos creer o rechazar; de las reacciones que decidimos tener ante nuestras emociones y sentimientos.

Según algunas estadísticas, es cierto, sólo un diez por ciento del éxito individual se debe a nuestros conocimientos técnicos, y muchas ocupaciones pueden ser desempeñadas sin haber concurrido a los colegios….excepto en situaciones como las que vive el nuevo gobierno con personajes sin preparación alguna desempeñando puestos delicados en que no tienen ni la experiencia ni los conocimientos para lo que han sido contratados, y esto, en el mundo político, en el gobierno, es desastroso para el país, y ya nos está destruyendo.

La mayoría de los seleccionados por la 4ª son irresponsables, e indisciplinados. Abundan los que no se avergüenzan por sus pifias, de sus actitudes, de sus burlas. No logran detectar que la auténtica educación liberal es la que ellos llaman “fifí” o neoliberal, es la que nos genera el hábito de la industria, de la independencia, en la que son indispensables maestros que no sean corrompidos por la política. Estamos descubriendo que la naciones, al igual que los individuos, fracasan o alcanzan el éxito, según se conducen y lo que estamos viendo es un grupo de personas impreparadas, al margen de la cultura. No entienden que toda persona culta con buenos principios, amante del trabajo con justas ambiciones y suficiente capacidad, tiene más valor para el país que el descubrir un nuevo depósito de petróleo. El país está siendo devaluado con personas de ínfimo nivel, con altos antecedentes de corrupción y hasta penales.

No nos dejemos engañar por el afán de algunos pedantes que quieren forzar en todo ciudadano teorías sociales que ni ellos mismos entienden. No hay tiempo más mal empleado que el que gastamos en asimilar lo que de nada nos sirve, y peor, que de nada ha servido a otros países.

El que se prepara y estudia y no pone en práctica su conocimiento es como el campesino que ara y no siembra, y el que ni estudia ni se prepara y nos quiere guiar en la economía, la ciencia, y el gobierno es el que fomenta el odio, la lucha de clases, el no trabajar y el antagonismo. Sin carácter, sin generar riqueza, peleando incesantemente y sin inspirar ningún ideal, jamás nos permitirá progresar.

Nosotros escogemos cómo somos. Recordemos que el que se indigesta no sabe comer, y el que se embriaga no sabe beber.