/ viernes 24 de julio de 2020

Rafael Espino de la Peña

Ernesto Visconti Elizalde -miembro de Aechi (Editorialistas)-

“Buen candidato y postura, éste Espino de la Peña; y no hay que andar a la greña… buscando entre tanta horrura”

El epigrama que encabeza este artículo me recuerda un viejo chiste a referir… un individuo agresivo entró a una cantina y viendo a un vendedor de chicharrones que ahí estaba ejerciendo su oficio, le espetó – Todos los que venden chicharrones son “hijos de su “pin floyd”; el chicharronero viendo el talante del sujeto se apresuró a salir del establecimiento; sin embargo un niño que también ahí estaba y que vendía horruras –pedacería y pringas de chicharrones- le preguntó…Oiga señor ¿y los que vendemos horruras? El sujeto aludido no le respondió, un gesto despectivo de la mano bastó.

Y esto viene a cuento porque en mi partido político Morena hay muchos individuos valiosos que pretenden la candidatura al gobierno del estado, pero hay otros que por sus vergonzantes antecedentes vienen a ser sólo “horruras”, y de esos ni vale la pena hablar, su sola relación con sujetos delictivos, o con políticos y partidos de oposición, o que por su negligente desempeño han defraudado la confianza de Morena, vienen a ser “horruras políticas” y en eso deben quedar.

Para mí que soy fundador del partido Morena en Chihuahua, y que me he preocupado de colaborar apoyando por años a mi líder nacional y a mi partido, desde mi tribuna pública y de manera personal, el personaje que mayormente me acomoda –de entre los interesados- para ser candidato a la gubernatura de Chihuahua, por Morena, es el ciudadano Licenciado en Derecho Rafael Espino de la Peña, a quien tuve la oportunidad de ser presentado hace unos meses en una convención de partido en la ciudad, y de quien refieren los medios… ser juarense de 58 años de edad, Licenciado en Derecho y Maestro de la misma disciplina, comparado por el National Law Center de la Universidad George Washington y aspirante a Doctor en Derecho Tributario por la Universidad de Salamanca España.

Espino fue subprocurador fiscal federal de la Sría. de Hacienda y Crédito Público y procurador fiscal del gobierno del Distrito Federal; y actualmente consejero independiente del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos y suplente en el Senado de la República. Él mismo refiere mantener una larga amistad y relación política con Andrés Manuel López Obrador, por más de 30 años; y se asume como soldado de la 4T, por estar alineado con el proyecto. Así mismo, ha declarado en varios foros… que una de sus principales preocupaciones sociales es abatir la corrupción que existe entre la delincuencia y las autoridades de seguridad pública, que absurda y paradójicamente se da.

Ya desde hoy, Rafael Espino de la Peña es el mejor próximo candidato a la gubernatura del estado. Hasta donde sabemos es un hombre limpio, lo avala su prolongada amistad con AMLO, y la ausencia de cualquier antecedente nocivo.

No tiene nexos con personajes delincuenciales como César Duarte; no ha sido expulsado del partido ni se ha entregado al servicio conveniente de políticos de otras siglas; y no ha sido omiso de las bases morenistas ni ha acumulado sospechas fraudulentas como algunos funcionarios de nuestro mismo instituto, que hoy arrastran ese baldón.

Espino es el candidato natural, único –hasta hoy- que puede ser factor de unificación partidista, y atractivo electoral para el pueblo; que estas letras sean la medida; mi voto y el de mi familia ya son un compromiso ¡Vamos con Rafael Espino!, y los invito a unírsenos.



Ernesto Visconti Elizalde -miembro de Aechi (Editorialistas)-

“Buen candidato y postura, éste Espino de la Peña; y no hay que andar a la greña… buscando entre tanta horrura”

El epigrama que encabeza este artículo me recuerda un viejo chiste a referir… un individuo agresivo entró a una cantina y viendo a un vendedor de chicharrones que ahí estaba ejerciendo su oficio, le espetó – Todos los que venden chicharrones son “hijos de su “pin floyd”; el chicharronero viendo el talante del sujeto se apresuró a salir del establecimiento; sin embargo un niño que también ahí estaba y que vendía horruras –pedacería y pringas de chicharrones- le preguntó…Oiga señor ¿y los que vendemos horruras? El sujeto aludido no le respondió, un gesto despectivo de la mano bastó.

Y esto viene a cuento porque en mi partido político Morena hay muchos individuos valiosos que pretenden la candidatura al gobierno del estado, pero hay otros que por sus vergonzantes antecedentes vienen a ser sólo “horruras”, y de esos ni vale la pena hablar, su sola relación con sujetos delictivos, o con políticos y partidos de oposición, o que por su negligente desempeño han defraudado la confianza de Morena, vienen a ser “horruras políticas” y en eso deben quedar.

Para mí que soy fundador del partido Morena en Chihuahua, y que me he preocupado de colaborar apoyando por años a mi líder nacional y a mi partido, desde mi tribuna pública y de manera personal, el personaje que mayormente me acomoda –de entre los interesados- para ser candidato a la gubernatura de Chihuahua, por Morena, es el ciudadano Licenciado en Derecho Rafael Espino de la Peña, a quien tuve la oportunidad de ser presentado hace unos meses en una convención de partido en la ciudad, y de quien refieren los medios… ser juarense de 58 años de edad, Licenciado en Derecho y Maestro de la misma disciplina, comparado por el National Law Center de la Universidad George Washington y aspirante a Doctor en Derecho Tributario por la Universidad de Salamanca España.

Espino fue subprocurador fiscal federal de la Sría. de Hacienda y Crédito Público y procurador fiscal del gobierno del Distrito Federal; y actualmente consejero independiente del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos y suplente en el Senado de la República. Él mismo refiere mantener una larga amistad y relación política con Andrés Manuel López Obrador, por más de 30 años; y se asume como soldado de la 4T, por estar alineado con el proyecto. Así mismo, ha declarado en varios foros… que una de sus principales preocupaciones sociales es abatir la corrupción que existe entre la delincuencia y las autoridades de seguridad pública, que absurda y paradójicamente se da.

Ya desde hoy, Rafael Espino de la Peña es el mejor próximo candidato a la gubernatura del estado. Hasta donde sabemos es un hombre limpio, lo avala su prolongada amistad con AMLO, y la ausencia de cualquier antecedente nocivo.

No tiene nexos con personajes delincuenciales como César Duarte; no ha sido expulsado del partido ni se ha entregado al servicio conveniente de políticos de otras siglas; y no ha sido omiso de las bases morenistas ni ha acumulado sospechas fraudulentas como algunos funcionarios de nuestro mismo instituto, que hoy arrastran ese baldón.

Espino es el candidato natural, único –hasta hoy- que puede ser factor de unificación partidista, y atractivo electoral para el pueblo; que estas letras sean la medida; mi voto y el de mi familia ya son un compromiso ¡Vamos con Rafael Espino!, y los invito a unírsenos.