/ viernes 11 de diciembre de 2020

RCEP: El tratado de libre comercio que cambiará al mundo

El 15 de noviembre pasado se firmó en Vietnam de forma virtual la firma del tratado de libre comercio de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés). Esto se logró después de una negociación que duró nueve años, a partir de la primera propuesta elaborada el 19 de noviembre de 2011.

Los países que formarán este importante bloque son las 10 naciones que integran el ASEAN (Indonesia, Tailandia, Singapur, Malasia, Filipinas, Vietnam, Birmania, Camboya, Lagos y Brunéi) así como China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda. Estos 15 miembros representan, con 2.2 mil millones de personas, el 30% de la población del mundo, así como el 30% del producto interno bruto con 26,200 mil millones de dólares. Con estas cifras este tratado se convierte en el bloque comercial más grande del mundo.

Este tratado pretende reducir tarifas arancelarias y los trámites para el flujo de bienes entre los países miembros. Como parte de las estrategias para facilitar el intercambio de mercancías, se unificarán las reglas de origen de los productos.

El tratado no contiene ninguna imposición en temas laborales, de medioambiente, reglas que eviten proteccionismo o eviten los subsidios de los gobiernos de cada país. Adicionalmente no obliga a sus miembros a abrir sectores de sus economías a los otros miembros.

El gran ausente de este tratado será India, que decidió excluirse de la firma por temor a la entrada masiva de bienes de bajo costo procedentes de China. El PIB de India es de 9,474 mil millones de dólares. De haber sido parte del acuerdo, el tratado tendría bajo su sombrilla el 41% del PIB mundial. En lo que corresponde a la población, con 1.4 mil millones de personas, la inclusión de India al tratado llevaría al RCEP a tener bajo su operación, el 49% de la población del mundo. La invitación a India quedó abierta y podrá decidir en un futuro si desea ser parte.

Las lecturas de las nuevas relaciones entre países son interesantes. Por un lado, el tener a Japón y a China dentro de una relación comercial formal genera una perspectiva de oportunidades económicas para ambos países muy importante. Por otro lado, ante las decadentes relaciones de Estados Unidos con China, este nuevo bloque podrá generar escenarios que propicien la reconstrucción de nuevas formas de colaboración entre Estados Unidos y Asia.

Lo que sí es de llamar la atención es el trabajo que llevaron a cabo los 15 países para poder culminar este acuerdo y dotar a sus regiones de nuevas oportunidades de desarrollo económico para reducir el impacto de la pandemia.

Desafortunadamente para nuestro país, la agenda política en todos los niveles de gobierno no ha permitido que se generen las políticas públicas necesarias para poder afrontar eficientemente la pandemia y buscar los apoyos y alternativas necesarias para proteger la economía y las fuentes de empleo que genera.

El 15 de noviembre pasado se firmó en Vietnam de forma virtual la firma del tratado de libre comercio de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés). Esto se logró después de una negociación que duró nueve años, a partir de la primera propuesta elaborada el 19 de noviembre de 2011.

Los países que formarán este importante bloque son las 10 naciones que integran el ASEAN (Indonesia, Tailandia, Singapur, Malasia, Filipinas, Vietnam, Birmania, Camboya, Lagos y Brunéi) así como China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda. Estos 15 miembros representan, con 2.2 mil millones de personas, el 30% de la población del mundo, así como el 30% del producto interno bruto con 26,200 mil millones de dólares. Con estas cifras este tratado se convierte en el bloque comercial más grande del mundo.

Este tratado pretende reducir tarifas arancelarias y los trámites para el flujo de bienes entre los países miembros. Como parte de las estrategias para facilitar el intercambio de mercancías, se unificarán las reglas de origen de los productos.

El tratado no contiene ninguna imposición en temas laborales, de medioambiente, reglas que eviten proteccionismo o eviten los subsidios de los gobiernos de cada país. Adicionalmente no obliga a sus miembros a abrir sectores de sus economías a los otros miembros.

El gran ausente de este tratado será India, que decidió excluirse de la firma por temor a la entrada masiva de bienes de bajo costo procedentes de China. El PIB de India es de 9,474 mil millones de dólares. De haber sido parte del acuerdo, el tratado tendría bajo su sombrilla el 41% del PIB mundial. En lo que corresponde a la población, con 1.4 mil millones de personas, la inclusión de India al tratado llevaría al RCEP a tener bajo su operación, el 49% de la población del mundo. La invitación a India quedó abierta y podrá decidir en un futuro si desea ser parte.

Las lecturas de las nuevas relaciones entre países son interesantes. Por un lado, el tener a Japón y a China dentro de una relación comercial formal genera una perspectiva de oportunidades económicas para ambos países muy importante. Por otro lado, ante las decadentes relaciones de Estados Unidos con China, este nuevo bloque podrá generar escenarios que propicien la reconstrucción de nuevas formas de colaboración entre Estados Unidos y Asia.

Lo que sí es de llamar la atención es el trabajo que llevaron a cabo los 15 países para poder culminar este acuerdo y dotar a sus regiones de nuevas oportunidades de desarrollo económico para reducir el impacto de la pandemia.

Desafortunadamente para nuestro país, la agenda política en todos los niveles de gobierno no ha permitido que se generen las políticas públicas necesarias para poder afrontar eficientemente la pandemia y buscar los apoyos y alternativas necesarias para proteger la economía y las fuentes de empleo que genera.