/ viernes 14 de septiembre de 2018

Reconstrucción de carretera Cuauhtémoc-Cusihuiriachi, pésima obra

La función pública no tiene valor si sus acciones carecen de auténtico compromiso con la calidad, con el respeto hacia los gobernados, quienes no quieren discursos adornados, sino obras buenas que sean el signo de un buen gobierno.

En el caso de la carretera de Cuauhtémoc a Cusihuiriachi, los pobladores de la región venían solicitando desde hace años la intervención del Gobierno del Estado para su reparación, ya que se volvió intransitable a grado de que los automovilistas preferían la terracería de sus laterales.

Autoridades municipales manifestaron la inquietud de los habitantes (y también visitantes, ya que los paseantes y turistas fluyen en gran cantidad hacia el pueblo minero) ante la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas del estado.

No sin antes poner una serie de peros –incluida una serie de requisitos técnicos para llevar a cabo la obra-, finalmente dicha dependencia tomó cartas en el asunto y se puso a trabajar (y muchos dijeron que hasta de mala gana) en dicha rúa.

Según la ficha técnica que el Gobierno del Estado, la obra (que tuvo un costo de 14 millones de pesos) se hizo en el tramo del kilómetro 1+500 al 13+000 (El Mimbre), y se trabajó en ella desde noviembre del año pasado hasta el mes de julio pasado.

Contentos, los habitantes y visitantes celebraban los trabajos. La empresa contratista fue Pavimentos de la Laguna S.A. de C.V., reconstruyó el pavimento a base de bacheo y renivelación, así como un tramo desde nivel de base hidráulica, con carpeta asfáltica mediante sistema de dos riegos de sello, según la descripción oficial.

Sin embargo, los resultados dejan mucho que desear y la comunidad está molesta por la pésima calidad. Justo es el reclamo al gobierno estatal, ya que enormes baches de nuevo obligan a los automovilistas a bajar de la carretera en importantes tramos. ¡Y se acaba de entregar a la comunidad por parte del gobierno!

Los buenos gobiernos no sólo hacen obras, sino que las obras que hacen son buenas, de calidad. Si el gobierno hace obras malas está defraudando a los gobernados, perjudicándolos.

Los buenos gobiernos ofrecen a sus gobernados más que retórica sobre dignidad, los tratan con dignidad.


La función pública no tiene valor si sus acciones carecen de auténtico compromiso con la calidad, con el respeto hacia los gobernados, quienes no quieren discursos adornados, sino obras buenas que sean el signo de un buen gobierno.

En el caso de la carretera de Cuauhtémoc a Cusihuiriachi, los pobladores de la región venían solicitando desde hace años la intervención del Gobierno del Estado para su reparación, ya que se volvió intransitable a grado de que los automovilistas preferían la terracería de sus laterales.

Autoridades municipales manifestaron la inquietud de los habitantes (y también visitantes, ya que los paseantes y turistas fluyen en gran cantidad hacia el pueblo minero) ante la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas del estado.

No sin antes poner una serie de peros –incluida una serie de requisitos técnicos para llevar a cabo la obra-, finalmente dicha dependencia tomó cartas en el asunto y se puso a trabajar (y muchos dijeron que hasta de mala gana) en dicha rúa.

Según la ficha técnica que el Gobierno del Estado, la obra (que tuvo un costo de 14 millones de pesos) se hizo en el tramo del kilómetro 1+500 al 13+000 (El Mimbre), y se trabajó en ella desde noviembre del año pasado hasta el mes de julio pasado.

Contentos, los habitantes y visitantes celebraban los trabajos. La empresa contratista fue Pavimentos de la Laguna S.A. de C.V., reconstruyó el pavimento a base de bacheo y renivelación, así como un tramo desde nivel de base hidráulica, con carpeta asfáltica mediante sistema de dos riegos de sello, según la descripción oficial.

Sin embargo, los resultados dejan mucho que desear y la comunidad está molesta por la pésima calidad. Justo es el reclamo al gobierno estatal, ya que enormes baches de nuevo obligan a los automovilistas a bajar de la carretera en importantes tramos. ¡Y se acaba de entregar a la comunidad por parte del gobierno!

Los buenos gobiernos no sólo hacen obras, sino que las obras que hacen son buenas, de calidad. Si el gobierno hace obras malas está defraudando a los gobernados, perjudicándolos.

Los buenos gobiernos ofrecen a sus gobernados más que retórica sobre dignidad, los tratan con dignidad.