/ jueves 19 de mayo de 2022

Reina de la vida

Fui a caminar a la presa Rejón y me alejé bastante del estacionamiento, el regreso se me hizo muy pesado por la intensidad del sol, tenía sed, estaba cansada, pero tenía que llegar al auto, me urgía mi termo de agua. Ya en el estacionamiento me senté un rato, respiré hondo y agradecí esa sensación de saciar mi sed y sentirme protegida por la sombra. Vivimos en una zona desértica, pero muchas veces a los privilegiados se nos olvida, porque tenemos nuestros refugios climatizados, automóviles y la comodidad de abrir un grifo y obtener agua cuando se nos antoja.

La conexión de los habitantes con la realidad de su medio ambiente es sumamente importante, porque todos los fenómenos que suceden son mensajes para tomar medidas y cuidar los recursos naturales.

Hay escasez de agua, sin embargo el despilfarro sigue, y la tranquilidad persiste mientras esa llavecita mágica surta el vital líquido. Y yo me pregunto: ¿Qué estamos esperando para cuidar el indispensable y preciado recurso?

En el calor se requiere más agua ¿Pero cómo la usamos y en qué cantidades?

El uso doméstico parece insignificante ante las necesidades de una fábrica, de la industria, de una mina, de la construcción, de una huerta, que son monstruos imparables en el círculo del “progreso”, pero juntemos el consumo doméstico de todos y ahí sí cuenta lo que usamos y desperdiciamos.

Invito a hacer una reflexión y tomar medidas en este importantísimo aspecto del sustento de vida. El canto de las sirenas nos está distrayendo, la modernidad nos tiene entretenidos en mil cosas y el problema del agua está rezagado en una peligrosa evasión. El agua debe servirnos como un murmullo pacificador para saciar necesidades básicas, evitando el estruendo del desperdicio y contaminación. El agua es el elemento básico y así de simple en su forma natural, incolora e inodora, tiene una fuerza revitalizante enorme. Como bebida se ha sustituido con múltiples productos industriales, y es una lástima oír decir: ¡A mí no me gusta el agua! Porque en su pureza se halla la salud integral.

El agua es la reina de la naturaleza, por ella la flora surge, la fauna vive.

Cada vez que utilices agua, recuerda que debe ser aprovechada, que juntos en moderación de consumo haremos la diferencia entre seguir obteniéndola o sumirnos en una escasez galopante.

Debemos regar de noche los árboles, limpiar autos con una cubeta, no lavar banquetas, lavar platos con bandeja, orinar varias veces antes de jalarle al excusado, apagar la llave al enjabonarse y lavarse dientes, en resumen hacernos sensibles al agua que corre.

De la Junta Municipal de Agua dicen que por tres días el suministro será escaso debido a fallas eléctricas en pozos y yo me pregunto: ¿Estarán maquillando la gravedad de escasez de agua? Tenemos derecho a saber detalles para actuar a tiempo. Muchas fuentes de trabajo deben reinventarse en la visión de cuidar el planeta, los automáticos deben parar a favor de preservar sanos los recursos naturales.

ROBERTA CORTAZAR B.




Fui a caminar a la presa Rejón y me alejé bastante del estacionamiento, el regreso se me hizo muy pesado por la intensidad del sol, tenía sed, estaba cansada, pero tenía que llegar al auto, me urgía mi termo de agua. Ya en el estacionamiento me senté un rato, respiré hondo y agradecí esa sensación de saciar mi sed y sentirme protegida por la sombra. Vivimos en una zona desértica, pero muchas veces a los privilegiados se nos olvida, porque tenemos nuestros refugios climatizados, automóviles y la comodidad de abrir un grifo y obtener agua cuando se nos antoja.

La conexión de los habitantes con la realidad de su medio ambiente es sumamente importante, porque todos los fenómenos que suceden son mensajes para tomar medidas y cuidar los recursos naturales.

Hay escasez de agua, sin embargo el despilfarro sigue, y la tranquilidad persiste mientras esa llavecita mágica surta el vital líquido. Y yo me pregunto: ¿Qué estamos esperando para cuidar el indispensable y preciado recurso?

En el calor se requiere más agua ¿Pero cómo la usamos y en qué cantidades?

El uso doméstico parece insignificante ante las necesidades de una fábrica, de la industria, de una mina, de la construcción, de una huerta, que son monstruos imparables en el círculo del “progreso”, pero juntemos el consumo doméstico de todos y ahí sí cuenta lo que usamos y desperdiciamos.

Invito a hacer una reflexión y tomar medidas en este importantísimo aspecto del sustento de vida. El canto de las sirenas nos está distrayendo, la modernidad nos tiene entretenidos en mil cosas y el problema del agua está rezagado en una peligrosa evasión. El agua debe servirnos como un murmullo pacificador para saciar necesidades básicas, evitando el estruendo del desperdicio y contaminación. El agua es el elemento básico y así de simple en su forma natural, incolora e inodora, tiene una fuerza revitalizante enorme. Como bebida se ha sustituido con múltiples productos industriales, y es una lástima oír decir: ¡A mí no me gusta el agua! Porque en su pureza se halla la salud integral.

El agua es la reina de la naturaleza, por ella la flora surge, la fauna vive.

Cada vez que utilices agua, recuerda que debe ser aprovechada, que juntos en moderación de consumo haremos la diferencia entre seguir obteniéndola o sumirnos en una escasez galopante.

Debemos regar de noche los árboles, limpiar autos con una cubeta, no lavar banquetas, lavar platos con bandeja, orinar varias veces antes de jalarle al excusado, apagar la llave al enjabonarse y lavarse dientes, en resumen hacernos sensibles al agua que corre.

De la Junta Municipal de Agua dicen que por tres días el suministro será escaso debido a fallas eléctricas en pozos y yo me pregunto: ¿Estarán maquillando la gravedad de escasez de agua? Tenemos derecho a saber detalles para actuar a tiempo. Muchas fuentes de trabajo deben reinventarse en la visión de cuidar el planeta, los automáticos deben parar a favor de preservar sanos los recursos naturales.

ROBERTA CORTAZAR B.




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