Por: María de los Ángeles Ruiz
La Real Academia de la Lengua nos sugiere una definición exacta y muy precisa. Relajarse significa conseguir un estado de reposo físico y moral, dejando los músculos en completo abandono y la mente libre de toda preocupación.
¿Ud. lo logra? ¿Le es fácil llegar al punto de no pensar en nada y de quedarse estático aflojando cada parte de su cuerpo, cada músculo? Pues si lo hace, permítame felicitarlo, es Ud. de las pocas personas que son tan avanzadas que tienen ese gran poder.
Yo no lo hago tan fácilmente, desafortunadamente la mente nos puede llegar a traicionar y si no hemos aprendido la disciplina del autocontrol los fantasmas nos devoran.
La salud mental es un tema que tristemente cada vez más, se abandona, en días pasados se dio a conocer la noticia de que gobierno federal cerraría los hospitales mentales para que se integren los pacientes a hospitales regulares, pero cómo atender a la población que padece un grave cuadro de situación mental cuando ni siquiera en los hospitales del ISSSTE y el IMSS se tiene lo básico para que el enfermero pueda tomar los signos vitales.
Pero me he desviado, una disculpa, hoy tratemos de conceptualizar qué es la relajación y cómo es importante que todos tengamos este concepto en nuestra mente.
Cuando nos relajamos no sólo trabajamos con el cuerpo, también con la mente, y eso permite al cerebro poner una pausa en todo el ruido y las obligaciones que pueda traer en ese momento y generarle un alto en el camino que logrará que la máquina funcione mejor.
Los ejercicios de relajación son fáciles de aprender y pueden beneficiarse de ellas tanto los adultos como los niños, y es algo que debemos practicar toda nuestra vida y enseñarlo a nuestros descendientes ya que algo tan sencillo puede traer un equilibrio a toda la familia e inclusive a toda una comunidad.
Algunas técnicas, son la relajación muscular progresiva que ayuda a suprimir progresivamente todas las tensiones musculares, también la relajación autógena, gracias a sugestiones llegamos a un estado de relajación, también las técnicas de respiración que nos ayudan a respirar y conseguir tranquilidad.
Las técnicas de visualización, el mindfulness o conciencia plena, la hipnosis y autohipnosis son recursos que existen que no es difícil aprenderlas y que tiene un impacto muy positivo para aliviar padecimientos de ansiedad, estrés o dolor crónico.
Si aprendemos a relajarnos, podemos disminuir nuestra presión sanguínea, controlar la respiración, mejorar la concentración, mejorar las relaciones interpersonales y una mejor calidad de vida. Intentémoslo, no perdemos nada. Hasta la próxima. AECH.
