/ miércoles 10 de octubre de 2018

Renovable


Con agrado vemos en nuestra sociedad que cada vez somos más quienes tienen una fuerte conciencia medioambiental, y esto todos lo percibimos, pero este tipo de actitud va más allá y ahora ésta podemos verla en algunos empresarios que cada vez más dirigen sus actividades a cuestiones medioambientales, obviamente con una retribución económica, y otros que aunque sus actividades no sean o vayan encaminadas al tema medioambiental, crean políticas ecológicas en sus empresas o realizan actividades extras, del propósito principal de su negocio para contribuir con el medioambiente.

Hoy en día muchas empresas cambiaron su manera de contratar, ofertar y producir sus productos, lo cual es de reconocerse, por el costo que esto les representa, pero también debemos de mencionar que las empresas que nacen con estos principios y valores en su actuar comercial, al paso del tiempo les garantiza ahorros e incentivos económicos, así como disminución de impuestos por parte del Gobierno, además de una aceptación social y una perdurabilidad en el mercado cumpliendo con exigencias de Gobierno y sociedad a la vez.

Es primordial que en cualquier país existan organizaciones no gubernamentales que se encarguen de promover y hagan tomar conciencia sobre la perdida y sobreexplotación de nuestros recursos naturales, así como la degradación del ecosistema.

La promoción de la ecología o de una conciencia ambiental, como ya lo hemos dicho, es una tarea conjunta que debe hacerse de manera directa y eficaz; las ONG en conjunto con los gobiernos hacen una gran labor y es aquí donde también se inmiscuye a la iniciativa privada que cada vez más cuenta con certificaciones ambientales que la avalan como empresas responsables en sus procesos.

La ecología industrial consigue que el consumo de las materias primas, así como la energía, se reduzca a valores tales que la biosfera pueda reemplazarlos, y que sus emisiones o el impacto que tienen hacia el medioambiente sea cada vez menor.

Se puede catalogar a una empresa como ecoeficiente cuando ésta oferta productos o servicios de calidad y además a un precio competitivo y como mencioné antes, puede ser un sacrificio económico inicial para la iniciativa privada, pero el beneficio ambiental, social y de incentivos económicos en el futuro bien lo vale.



Con agrado vemos en nuestra sociedad que cada vez somos más quienes tienen una fuerte conciencia medioambiental, y esto todos lo percibimos, pero este tipo de actitud va más allá y ahora ésta podemos verla en algunos empresarios que cada vez más dirigen sus actividades a cuestiones medioambientales, obviamente con una retribución económica, y otros que aunque sus actividades no sean o vayan encaminadas al tema medioambiental, crean políticas ecológicas en sus empresas o realizan actividades extras, del propósito principal de su negocio para contribuir con el medioambiente.

Hoy en día muchas empresas cambiaron su manera de contratar, ofertar y producir sus productos, lo cual es de reconocerse, por el costo que esto les representa, pero también debemos de mencionar que las empresas que nacen con estos principios y valores en su actuar comercial, al paso del tiempo les garantiza ahorros e incentivos económicos, así como disminución de impuestos por parte del Gobierno, además de una aceptación social y una perdurabilidad en el mercado cumpliendo con exigencias de Gobierno y sociedad a la vez.

Es primordial que en cualquier país existan organizaciones no gubernamentales que se encarguen de promover y hagan tomar conciencia sobre la perdida y sobreexplotación de nuestros recursos naturales, así como la degradación del ecosistema.

La promoción de la ecología o de una conciencia ambiental, como ya lo hemos dicho, es una tarea conjunta que debe hacerse de manera directa y eficaz; las ONG en conjunto con los gobiernos hacen una gran labor y es aquí donde también se inmiscuye a la iniciativa privada que cada vez más cuenta con certificaciones ambientales que la avalan como empresas responsables en sus procesos.

La ecología industrial consigue que el consumo de las materias primas, así como la energía, se reduzca a valores tales que la biosfera pueda reemplazarlos, y que sus emisiones o el impacto que tienen hacia el medioambiente sea cada vez menor.

Se puede catalogar a una empresa como ecoeficiente cuando ésta oferta productos o servicios de calidad y además a un precio competitivo y como mencioné antes, puede ser un sacrificio económico inicial para la iniciativa privada, pero el beneficio ambiental, social y de incentivos económicos en el futuro bien lo vale.


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