El fin de semana tuve la oportunidad de escuchar una charla acerca de una problemática que tiene la universidad con el sistema de pensiones. De una manera muy clara el secretario y el rector explicaron la situación. Definitivamente, por la falta de transparencia, claridad, y como se comentaba, falta de trazabilidad de los gastos. Se visualiza un problema complejo donde las autoridades han estado “pateando el bote” y, se percibe algún grado de corrupción en las medicinas, grupos de derechohabiente, simulaciones en enfermedades y tratamientos, así como “jineteo” de presupuestos. De ahí, hice una pregunta, ¿Dónde nacía la problemática del esquema de pensiones? La respuesta fue, de la última ley que fue aprobada por el Congreso del Estado. Sin hacer un planteamiento serio y experto del sistema de pensiones, los legisladores aprueban cambios en las leyes que traen consecuencias elevadas en el mediano y largo plazo, sólo por cuestiones políticas. Qué triste es ver que, en lugar de aprobar cambios o nuevas leyes en beneficio de la comunidad, se aprueben leyes con enfoques y beneficios políticos para un partido político o para un personaje. Definitivamente, se requiere una revisión y un nuevo planteamiento del esquema de pensiones hacia una sustentabilidad y mejora de calidad del sistema de salud, ahí es donde debemos de enfocar esfuerzos para solucionar el problema. Además de que, tanto Pensiones Civiles, como gobierno estatal transparente el origen y destino de los recursos.
Este es sólo un ejemplo del daño que pueden hacer los legisladores sin medir consecuencias, tan sólo por seguir “órdenes” de los dirigentes gubernamentales o por beneficiar a grupos políticos. Otra vez, vemos la falta de preparación y madurez de los legisladores que ocupan escaños y sólo tienen visión de “sí, señor”, por ahí les llamaban los “levantamanos”, donde en muchos casos, ni siquiera conocen los documentos que aprueban, mucho menos realizan el análisis de las iniciativas.
Ahí es donde está la gran pregunta, un legislador, después de que levanta la mano, aprueba una ley, ¿Qué responsabilidad legal tiene por el daño que puede ocasionar esa ley? En el caso de ejemplo de Pensiones en nuestro estado, los culpables, legisladores, que aprobaron una ley que detonó en un gran problema deberían ser cuestionados y en su caso castigados por lo que está sucediendo actualmente. Además de revisar las actuaciones de los funcionarios de gobierno y Pensiones por los posibles desvíos de fondos y uso de éstos. Esto es un caso de muchos en la región, pero si nos vamos a nivel nacional, donde los legisladores están cambiando, aprobando y derogando leyes a diestra y siniestra sin “medir” las consecuencias de estas. La sociedad deberíamos tener un mecanismo para “responsabilizar” a los legisladores por los impactos de la “levantada de mano” y que pudiera castigarse fuertemente a aquellos que aprobaron iniciativas cuyo impacto es desastroso. A ver si así los legisladores pudieran estar más preparados o solicitar más apoyo en el análisis e impacto de una ley, y no solamente “seguir línea”. La responsabilidad de ser legislador debe contener principalmente la sensibilidad en la sociedad y no un escaño político o ser un ente “echando porras” a un grupo o un personaje. Triste es ver la actuación y comportamiento de la mayoría de los legisladores a nivel regional y más aún a nivel nacional.