/ viernes 23 de marzo de 2018

Rompiendo la rutina

En semanas anteriores me vine topando con la reproducción de un papiro egipcio con primorosas representaciones que no pude dejar de adquirir. Sabiendo que el cocodrilo ha sido un animal venerado desde antiguo en Egipto, me dio por investigar el nombre de la extraña deidad híbrida, con partes de hipopótamo y cuerpo felino. ¡Cuál sería mi sorpresa que tenía ante mí una sección del milenario papiro Hunefer, que es una de las versiones del famoso “Libro de los muertos” egipcio o el “Libro de salida a la luz del día”, resguardado en el Museo Británico!


Existe algo de información acerca de estos conjuros y oraciones que guían al difunto en el más allá, de la mano de Anubis y Horus para tener un juicio favorable ante Osiris y llegar al paraíso, y así evitar la segunda muerte, y la definitiva, a manos de Ammyt, el demonio con fauces de cocodrilo. Pero, ¿qué decían los jeroglíficos? Inicialmente, puede observarse que el escriba Hunefer aparece tres veces en esta sección llamada comúnmente el Juicio de Osiris. Primero, en la parte superior, frente a los catorce jueces, de los que busca su benevolencia.


Los nombres de cada uno de estos jueces aparecen en la parte superior de cada figura. Son los dioses: Ra, Tem, Shu, Tefnut, Seb, Nut, Horus, Isis, Neftis, Hu, Sa, el Camino del Sur, el Camino del Norte y el Camino del Oeste. La segunda y tercera representación de Hunefer es antes de que sea pesado su corazón en una balanza contra la pluma de Maat, diosa de la justicia y la verdad; y la tercera es cuando es presentado ante Osiris, señor del Alto y Bajo Egipto, después de que el sacerdote Thoth registró la inocencia de su corazón, porque su peso fue más ligero.


Lo que más me intrigaba eran los jeroglíficos que tenían que garantizar al difunto que superaría las pruebas del inframundo. El texto se traduce, más o menos, así: “¡Mi corazón para mí… mi madre, mi corazón, mi creación! Que no haya nada que resista mi juicio; que no haya oposición a mí por parte de los jefes soberanos divinos; que no te separes de mí en presencia de aquel que guarda la balanza. Tú eres mi Ka dentro de mi cuerpo, el dios Khnemu, que hace fuertes a mis miembros. Que pueda llegar al lugar de felicidad al que estoy avanzando”.


“Que el Shenit no haga que mi nombre apeste ante el gran dios, el señor de Amentet, y que me den tortas en la casa de las tortas, y agua fría en la casa de agua fría. Thoth, el señor de las palabras divinas, dice: He aquí, que sostengo que estoy en lo correcto, nombre de Osiris, el escriba real, Hunefer; su corazón se pesó sobre la balanza, y no se halló que fuera malo. Horus, el vengador de su padre, el heredero perfecto de Unnefer, dice: He aquí, que te traigo a Osiris Hunefer; ha sido absuelto por la balanza, y su lengua reposa en el lugar donde debería estar”.


Finalmente, si recorremos la mirada, detrás de Osiris se encuentran dos figuras femeninas, Isis y Neftis, con la leyenda: "Soy tu hermana Isis y Neftis". Y a los pies de Osiris, los dioses de los cuatro puntos cardinales cuyos nombres se registran como Mestha, Hapi, Tuamautef y Qebhsennuf. Otras versiones de El Libro de los Muertos mencionan conceptos que son familiares como la ayuda de las plegarias, el lago de fuego, el príncipe de la luz, padre celeste, anciano de los días, campos de la paz, santificado sea su nombre, etc. ¿No es interesante?

agusperezr@hotmail.com



En semanas anteriores me vine topando con la reproducción de un papiro egipcio con primorosas representaciones que no pude dejar de adquirir. Sabiendo que el cocodrilo ha sido un animal venerado desde antiguo en Egipto, me dio por investigar el nombre de la extraña deidad híbrida, con partes de hipopótamo y cuerpo felino. ¡Cuál sería mi sorpresa que tenía ante mí una sección del milenario papiro Hunefer, que es una de las versiones del famoso “Libro de los muertos” egipcio o el “Libro de salida a la luz del día”, resguardado en el Museo Británico!


Existe algo de información acerca de estos conjuros y oraciones que guían al difunto en el más allá, de la mano de Anubis y Horus para tener un juicio favorable ante Osiris y llegar al paraíso, y así evitar la segunda muerte, y la definitiva, a manos de Ammyt, el demonio con fauces de cocodrilo. Pero, ¿qué decían los jeroglíficos? Inicialmente, puede observarse que el escriba Hunefer aparece tres veces en esta sección llamada comúnmente el Juicio de Osiris. Primero, en la parte superior, frente a los catorce jueces, de los que busca su benevolencia.


Los nombres de cada uno de estos jueces aparecen en la parte superior de cada figura. Son los dioses: Ra, Tem, Shu, Tefnut, Seb, Nut, Horus, Isis, Neftis, Hu, Sa, el Camino del Sur, el Camino del Norte y el Camino del Oeste. La segunda y tercera representación de Hunefer es antes de que sea pesado su corazón en una balanza contra la pluma de Maat, diosa de la justicia y la verdad; y la tercera es cuando es presentado ante Osiris, señor del Alto y Bajo Egipto, después de que el sacerdote Thoth registró la inocencia de su corazón, porque su peso fue más ligero.


Lo que más me intrigaba eran los jeroglíficos que tenían que garantizar al difunto que superaría las pruebas del inframundo. El texto se traduce, más o menos, así: “¡Mi corazón para mí… mi madre, mi corazón, mi creación! Que no haya nada que resista mi juicio; que no haya oposición a mí por parte de los jefes soberanos divinos; que no te separes de mí en presencia de aquel que guarda la balanza. Tú eres mi Ka dentro de mi cuerpo, el dios Khnemu, que hace fuertes a mis miembros. Que pueda llegar al lugar de felicidad al que estoy avanzando”.


“Que el Shenit no haga que mi nombre apeste ante el gran dios, el señor de Amentet, y que me den tortas en la casa de las tortas, y agua fría en la casa de agua fría. Thoth, el señor de las palabras divinas, dice: He aquí, que sostengo que estoy en lo correcto, nombre de Osiris, el escriba real, Hunefer; su corazón se pesó sobre la balanza, y no se halló que fuera malo. Horus, el vengador de su padre, el heredero perfecto de Unnefer, dice: He aquí, que te traigo a Osiris Hunefer; ha sido absuelto por la balanza, y su lengua reposa en el lugar donde debería estar”.


Finalmente, si recorremos la mirada, detrás de Osiris se encuentran dos figuras femeninas, Isis y Neftis, con la leyenda: "Soy tu hermana Isis y Neftis". Y a los pies de Osiris, los dioses de los cuatro puntos cardinales cuyos nombres se registran como Mestha, Hapi, Tuamautef y Qebhsennuf. Otras versiones de El Libro de los Muertos mencionan conceptos que son familiares como la ayuda de las plegarias, el lago de fuego, el príncipe de la luz, padre celeste, anciano de los días, campos de la paz, santificado sea su nombre, etc. ¿No es interesante?

agusperezr@hotmail.com