/ jueves 22 de agosto de 2019

Rosario Robles, ¿chivo expiatorio o maestra de la estafa?

La detención preventiva de Rosario Robles la coloca una vez más en los titulares de la prensa en medio de la polémica de que si la exfuncionaria es un chivo expiatorio o una maestra de la estafa.

Rosario Robles está acusada por la Fiscalía General de la nación de ser responsable de la desviación fraudulenta de más de cinco mil millones de pesos. Los hechos delictivos tuvieron lugar cuando ella ocupaba la titularidad de la Sedesol y de la Sedatu en el gobierno de Enrique Peña Nieto, el cual por cierto le dijo en su momento: “No te preocupes, Rosario”.

La ex dirigente nacional del PRD ahora sí tendrá que preocuparse, pues al parecer pasó de chivo expiatorio del anterior sexenio (dicho por AMLO) a serlo efectivamente en este sexenio, pues está en prisión y en vías de ser juzgada además por otros delitos, pues la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) le detectó otros 105 casos irregulares por más de 800 millones de pesos.

Las acciones legales aplicadas a Rosario Robles corroboran que es efectivamente un chivo expiatorio, tal vez acordado entre el expresidente y el actual para cubrirle al primero las espaldas en el escandaloso caso de la “estafa maestra”.

Sin embargo la trayectoria polémica y controvertida de la propia Rosario, además de las pruebas en su contra, la señalan también como una maestra de la estafa. El ex auditor superior de la Federación Juan Manuel Portal declaró a los medios que avisó a los encargados de la función pública y a Peña Nieto de las irregularidades cometidas en las dos secretarías citadas.

Además Portal dijo que le había notificado directamente a Robles de las irregularidades detectadas en la Sedesol, mismas que prometió corregir, pero después las repitió impunemente cuando estuvo en la Sedatu.

Nada se hizo para evitar el enorme desfalco de más de 7 mil 700 millones de pesos que se conoció como la “estafa maestra”, y doña Rosario pudo concluir sin pena ni gloria en la Sedatu, sin alguna sanción administrativa y menos penal, a pesar de las denuncias públicas de la ASF.

La maestra de la estafa estará dos meses en prisión mientras se procesa su caso por cortesía de un juez que casualmente es sobrino de su acérrima enemiga, la diputada morenista Dolores Padierna.

Rosario Robles tendrá que involucrar a otros compañeros secretarios y al propio presidente Peña Nieto si desea que le disminuyan su condena para salir bajo fianza. Por lo pronto continuará en el centro de la atención pública como chivo expiatorio y maestra de la estafa.

La detención preventiva de Rosario Robles la coloca una vez más en los titulares de la prensa en medio de la polémica de que si la exfuncionaria es un chivo expiatorio o una maestra de la estafa.

Rosario Robles está acusada por la Fiscalía General de la nación de ser responsable de la desviación fraudulenta de más de cinco mil millones de pesos. Los hechos delictivos tuvieron lugar cuando ella ocupaba la titularidad de la Sedesol y de la Sedatu en el gobierno de Enrique Peña Nieto, el cual por cierto le dijo en su momento: “No te preocupes, Rosario”.

La ex dirigente nacional del PRD ahora sí tendrá que preocuparse, pues al parecer pasó de chivo expiatorio del anterior sexenio (dicho por AMLO) a serlo efectivamente en este sexenio, pues está en prisión y en vías de ser juzgada además por otros delitos, pues la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) le detectó otros 105 casos irregulares por más de 800 millones de pesos.

Las acciones legales aplicadas a Rosario Robles corroboran que es efectivamente un chivo expiatorio, tal vez acordado entre el expresidente y el actual para cubrirle al primero las espaldas en el escandaloso caso de la “estafa maestra”.

Sin embargo la trayectoria polémica y controvertida de la propia Rosario, además de las pruebas en su contra, la señalan también como una maestra de la estafa. El ex auditor superior de la Federación Juan Manuel Portal declaró a los medios que avisó a los encargados de la función pública y a Peña Nieto de las irregularidades cometidas en las dos secretarías citadas.

Además Portal dijo que le había notificado directamente a Robles de las irregularidades detectadas en la Sedesol, mismas que prometió corregir, pero después las repitió impunemente cuando estuvo en la Sedatu.

Nada se hizo para evitar el enorme desfalco de más de 7 mil 700 millones de pesos que se conoció como la “estafa maestra”, y doña Rosario pudo concluir sin pena ni gloria en la Sedatu, sin alguna sanción administrativa y menos penal, a pesar de las denuncias públicas de la ASF.

La maestra de la estafa estará dos meses en prisión mientras se procesa su caso por cortesía de un juez que casualmente es sobrino de su acérrima enemiga, la diputada morenista Dolores Padierna.

Rosario Robles tendrá que involucrar a otros compañeros secretarios y al propio presidente Peña Nieto si desea que le disminuyan su condena para salir bajo fianza. Por lo pronto continuará en el centro de la atención pública como chivo expiatorio y maestra de la estafa.