/ martes 2 de agosto de 2022

Se buscan representantes

Por: Óscar Barraza

En un gobierno representativo como el mexicano, los candidatos buscan representar a una porción de la población desde la posición que ostenten en caso de resultar ganadores.

Más allá de los alcaldes, poco sabemos lo que deberían hacer los funcionarios públicos por los que votamos, como el caso particular de los diputados locales, que pocos de los ciudadanos sabemos lo que hacen, o mejor dicho, lo que deberían hacer.

Entre otras responsabilidades, elaboran y modifican leyes, también aprueban planes y presupuestos del Ejecutivo, y por ende, deben vigilar la aplicación de los recursos que aprueban.

Como atribución “tradicional” también se dedican a gestionar apoyos ante los gobiernos para atender las necesidades de los ciudadanos por quienes tienen un empleo con una remuneración muy amplia.

En este sentido, y apelando a su función como representante del pueblo, desde tiempo atrás he planteado a la diputada de mi distrito que atienda desde sus competencias el incremento de casos de abuso sexual infantil, ante un sistema indolente que, acostumbrado a no ver y no atender, deja en el abandono a las víctimas. La atención de su parte ha sido omisa.

Sobre los recursos que aprueban al Ejecutivo, he solicitado su intervención para dar seguimiento a los que se aprobaron pero no se han aplicado, por ejemplo, para la reparación de carreteras, entre una infinidad de temas. Hasta el momento, he obtenido respuestas de político: “Es increíble , voy a investigar”, “mañana le informo”.

La última vez que la vi en Namiquipa fue cuando entró en mi oficina para pedir el apoyo para su campaña de reelección y nunca volvió; se llevó lo único que como ciudadanos le podemos ofrecer a un político que toca la puerta: votos.

Es una práctica arraigada en el sistema político de Chihuahua. La simulación y la apatía han reinado por años en el servicio público. La ciudadanía se encuentra decepcionada de la clase política y ve con desagrado su irritante insensibilidad.

Se deben atender con urgencia cuestiones importantes para hoy y mañana: ¿Están los políticos representando nuestros intereses?, ¿están defendiendo nuestra dignidad o sólo están posando para fotografías y asistiendo a eventos protocolarios?

Los ciudadanos tomaremos decisiones importantes. No podemos ni merecemos seguir en el abandono de los que deberían garantizarnos justicia, inclusión, equidad y paz. Se acercan procesos electorales, los ciudadanos hablarán y decidirán. Advierto desde hoy que se buscan representantes que sí nos representen, ya no hay espacio para quienes representan únicamente su interés.

Asumo con responsabilidad lo que digo y lo que he dicho, ante las represalias que muy probablemente se presentarán, porque como dice Dale Carnegie, “a nadie nos gusta que nos digan que estamos equivocados”, pero la realidad de los políticos en Chihuahua no es la realidad que vive la gente en la sierra o Namiquipa.

Finalizo: La política es el arte de lo posible.


Por: Óscar Barraza

En un gobierno representativo como el mexicano, los candidatos buscan representar a una porción de la población desde la posición que ostenten en caso de resultar ganadores.

Más allá de los alcaldes, poco sabemos lo que deberían hacer los funcionarios públicos por los que votamos, como el caso particular de los diputados locales, que pocos de los ciudadanos sabemos lo que hacen, o mejor dicho, lo que deberían hacer.

Entre otras responsabilidades, elaboran y modifican leyes, también aprueban planes y presupuestos del Ejecutivo, y por ende, deben vigilar la aplicación de los recursos que aprueban.

Como atribución “tradicional” también se dedican a gestionar apoyos ante los gobiernos para atender las necesidades de los ciudadanos por quienes tienen un empleo con una remuneración muy amplia.

En este sentido, y apelando a su función como representante del pueblo, desde tiempo atrás he planteado a la diputada de mi distrito que atienda desde sus competencias el incremento de casos de abuso sexual infantil, ante un sistema indolente que, acostumbrado a no ver y no atender, deja en el abandono a las víctimas. La atención de su parte ha sido omisa.

Sobre los recursos que aprueban al Ejecutivo, he solicitado su intervención para dar seguimiento a los que se aprobaron pero no se han aplicado, por ejemplo, para la reparación de carreteras, entre una infinidad de temas. Hasta el momento, he obtenido respuestas de político: “Es increíble , voy a investigar”, “mañana le informo”.

La última vez que la vi en Namiquipa fue cuando entró en mi oficina para pedir el apoyo para su campaña de reelección y nunca volvió; se llevó lo único que como ciudadanos le podemos ofrecer a un político que toca la puerta: votos.

Es una práctica arraigada en el sistema político de Chihuahua. La simulación y la apatía han reinado por años en el servicio público. La ciudadanía se encuentra decepcionada de la clase política y ve con desagrado su irritante insensibilidad.

Se deben atender con urgencia cuestiones importantes para hoy y mañana: ¿Están los políticos representando nuestros intereses?, ¿están defendiendo nuestra dignidad o sólo están posando para fotografías y asistiendo a eventos protocolarios?

Los ciudadanos tomaremos decisiones importantes. No podemos ni merecemos seguir en el abandono de los que deberían garantizarnos justicia, inclusión, equidad y paz. Se acercan procesos electorales, los ciudadanos hablarán y decidirán. Advierto desde hoy que se buscan representantes que sí nos representen, ya no hay espacio para quienes representan únicamente su interés.

Asumo con responsabilidad lo que digo y lo que he dicho, ante las represalias que muy probablemente se presentarán, porque como dice Dale Carnegie, “a nadie nos gusta que nos digan que estamos equivocados”, pero la realidad de los políticos en Chihuahua no es la realidad que vive la gente en la sierra o Namiquipa.

Finalizo: La política es el arte de lo posible.