/ martes 8 de junio de 2021

Semáforo COVID

Por Leslie Aimé Oaxaca

“Sandia porque es verde por fuera y rojo por dentro” eso es lo que dice siempre mi mamá y no es más que la mera realidad de la actualidad en nuestro país.

El semáforo COVID se creo y estandarizó para llevar un control de los casos de pacientes con COVID, los primeros meses de pandemia, era un numero muy reducido de pacientes cuando el semáforo marcaba rojo, era necesario para parar los contagios, pues incluía una serie de pasos de que no hacer y qué hacer, se suponía que cuando fuera un poco más seguro salir pasaría a amarillo, con diferentes indicaciones como eventos, restaurantes, etc. El verde llegaría cuando fuera seguro salir (cosa que aún no pasa). Sin embargo, hemos visto una serie de colores que ni siquiera son parte del semáforo, como una gama de naranjas.

Ahora que los contagios son tan comunes, que puedes contagiarte y no saber dónde, estamos en amarillo, todavía, a eso agregamos que todas las indicaciones se han relajado bastante, las personas llevan una vida igual que cuando no había COVID, esto nos deja pensando ¿El semáforo COVID nunca debió existir? Realmente las intenciones eran buenas, por eso se estableció, pero las cosas no mejoraron y las indicaciones se dejaron de seguir.

No podemos culpar a nadie, pues depende todos, lo mejor va a ser seguir con las indicaciones básicas, que se establecieron desde un principio, ya todos sabemos que en cualquier lugar nos podemos contagiar y que no podemos confiarnos de nadie, si los demás no lo hacen, nosotros si debemos hacerlo, porque es la única forma de evitar contagiarnos.

Si las autoridades cambian el semáforo por cualquier motivo y no estamos vacunados, debemos cuidarnos, desde nuestra casa podemos apoyar la economía local, ahora por las redes sociales es más fácil, si necesitamos salir ya sabemos que el cubrebocas y el gel antimaterial son nuestros mejores amigos en esos momentos. En la escuela, trabajo, aún está el virus.

En un inicio, cuando el virus no había llegado a nuestra ciudad, las personas estaban en pánico, no querían salir, los cubrebocas y lo necesario para la limpieza, se agotaron y ahora que el virus está mas activo que antes parece que a las personas ya se les olvidó, tal vez muchos piensen que son jóvenes y que no les va a afectar tanto, tal vez ya les dio y fueron asintomáticos, tal vez a ellos no les afecte, pero a otras personas más vulnerables sí.

No son temas nuevos, en realidad han sido ya muy reciclados, todas las personas tenemos el conocimiento suficiente para saber como cuidarnos aún en lo más mínimo. Sobre todo, se trata de no contagiar, cuidarnos para cuidar a los demás.

Si queremos llegar a un verdadero verde en el semáforo COVID debemos empezar por lo básico y por nosotros mismo.

Por Leslie Aimé Oaxaca

“Sandia porque es verde por fuera y rojo por dentro” eso es lo que dice siempre mi mamá y no es más que la mera realidad de la actualidad en nuestro país.

El semáforo COVID se creo y estandarizó para llevar un control de los casos de pacientes con COVID, los primeros meses de pandemia, era un numero muy reducido de pacientes cuando el semáforo marcaba rojo, era necesario para parar los contagios, pues incluía una serie de pasos de que no hacer y qué hacer, se suponía que cuando fuera un poco más seguro salir pasaría a amarillo, con diferentes indicaciones como eventos, restaurantes, etc. El verde llegaría cuando fuera seguro salir (cosa que aún no pasa). Sin embargo, hemos visto una serie de colores que ni siquiera son parte del semáforo, como una gama de naranjas.

Ahora que los contagios son tan comunes, que puedes contagiarte y no saber dónde, estamos en amarillo, todavía, a eso agregamos que todas las indicaciones se han relajado bastante, las personas llevan una vida igual que cuando no había COVID, esto nos deja pensando ¿El semáforo COVID nunca debió existir? Realmente las intenciones eran buenas, por eso se estableció, pero las cosas no mejoraron y las indicaciones se dejaron de seguir.

No podemos culpar a nadie, pues depende todos, lo mejor va a ser seguir con las indicaciones básicas, que se establecieron desde un principio, ya todos sabemos que en cualquier lugar nos podemos contagiar y que no podemos confiarnos de nadie, si los demás no lo hacen, nosotros si debemos hacerlo, porque es la única forma de evitar contagiarnos.

Si las autoridades cambian el semáforo por cualquier motivo y no estamos vacunados, debemos cuidarnos, desde nuestra casa podemos apoyar la economía local, ahora por las redes sociales es más fácil, si necesitamos salir ya sabemos que el cubrebocas y el gel antimaterial son nuestros mejores amigos en esos momentos. En la escuela, trabajo, aún está el virus.

En un inicio, cuando el virus no había llegado a nuestra ciudad, las personas estaban en pánico, no querían salir, los cubrebocas y lo necesario para la limpieza, se agotaron y ahora que el virus está mas activo que antes parece que a las personas ya se les olvidó, tal vez muchos piensen que son jóvenes y que no les va a afectar tanto, tal vez ya les dio y fueron asintomáticos, tal vez a ellos no les afecte, pero a otras personas más vulnerables sí.

No son temas nuevos, en realidad han sido ya muy reciclados, todas las personas tenemos el conocimiento suficiente para saber como cuidarnos aún en lo más mínimo. Sobre todo, se trata de no contagiar, cuidarnos para cuidar a los demás.

Si queremos llegar a un verdadero verde en el semáforo COVID debemos empezar por lo básico y por nosotros mismo.