/ martes 31 de agosto de 2021

Sigue de bajada

Por: Guillermo Luján Peña

No cabe duda de que ya sabes quién sigue en caída libre de popularidad, por tantos errores que comete todas las semanas, o a la mejor son bien planeadas, pero la gente ya se está hartando de tantas mentiras, engaños y la falta tan grave de no tener un presidente.

En esta semana mandó camiones y camiones de comida, hay videos cargando en el puerto de Veracruz, para Cuba, ya que se están muriendo de hambre en ese “paraíso socialista”, pero, por otro lado, a los veracruzanos les pegó un huracán que dejó muertos, inundaciones y un verdadero desastre y ni por asome se le ocurrió ir a ayudarlos, cuando menos con su presencia, alentar a la gente. Ni tampoco les mandó al Ejército que con el Plan DN 3 ayudara a la población. Nada, él prefirió irse a La Chingada, así se llama su rancho en Tabasco, a pasar el fin de semana y ahí tomar la decisión de quitar a Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, y poner al gobernador de Tabasco, muy su amigo, pero nadie lo conoce.

Por otro lado, este señor se acabó el Fonden, que era un fondo que tenía muy buenos recursos para ayudar a la población en caso de desastres naturales, se lo gastó no sabemos en qué, si en todo el dinero que anda repartiendo por todo el país a los ninis, a los viejitos, etc. Para comprar votos, que ni así pudo ganar en la pasada elección, o lo anda gastando en sus proyectos inútiles de la refinería de Dos Bocas o en el Tren Maya o en el aeropuerto de Santa Lucía. Ahora quiere que los empresarios y la famosa clase media cooperen para ayudar a la gente en desgracia por desastres naturales.

Lo de apoyar a los mexicanos en desgracia no es lo suyo. Hay que recordar cuando colapsa la línea 12 del Metro en la CDMX, construida en el tiempo de Marcelo Ebrard, cuando éste fue regente del DF, no fue al lugar de la desgracia o al hospital para consolar a los heridos del colapso. Prefirió esconderse y no hacer nada. La investigación del caso duerme el sueño de los justos. Cuando su estado, Tabasco, se inundó, tampoco fue a ver a sus paisanos, después de unos días sobrevoló por la zona dañada y desde el helicóptero reconoció que él había dado la orden de que el agua se desviara a las zonas más pobres y que el agua no tocara a Villahermosa, la capital del estado. ¿Pues que no dice que los pobres son primero?

El engaño del gas del “Bienestar” que prometió a los defeños, que para abaratar dicho combustible y ahora resulta que les prometen a las gentes de determinada zona que al día siguiente pasarán los camiones repartidores y después de horas de espera no llegan y aparece un Siervo de la Nación para anunciarles que será en otro día y que los tanques de gas van a costar tanto, pero la gente protesta y dicen que es prácticamente el mismo precio que las gaseras privadas. Ahora se sabe que la compañía que va a hacer la comercialización del gas Bienestar es propiedad de la familia de la esposa de uno de los hijos de ya sabes quién. Sin licitación, le dieron la concesión y todos felices y contentos haciendo mucho dinero, excepto el pueblo, que cada vez se siente más engañado.

Sigue de bajada, a la mejor ni termina su sexenio, la gente ya quiere que se vaya.

Por: Guillermo Luján Peña

No cabe duda de que ya sabes quién sigue en caída libre de popularidad, por tantos errores que comete todas las semanas, o a la mejor son bien planeadas, pero la gente ya se está hartando de tantas mentiras, engaños y la falta tan grave de no tener un presidente.

En esta semana mandó camiones y camiones de comida, hay videos cargando en el puerto de Veracruz, para Cuba, ya que se están muriendo de hambre en ese “paraíso socialista”, pero, por otro lado, a los veracruzanos les pegó un huracán que dejó muertos, inundaciones y un verdadero desastre y ni por asome se le ocurrió ir a ayudarlos, cuando menos con su presencia, alentar a la gente. Ni tampoco les mandó al Ejército que con el Plan DN 3 ayudara a la población. Nada, él prefirió irse a La Chingada, así se llama su rancho en Tabasco, a pasar el fin de semana y ahí tomar la decisión de quitar a Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, y poner al gobernador de Tabasco, muy su amigo, pero nadie lo conoce.

Por otro lado, este señor se acabó el Fonden, que era un fondo que tenía muy buenos recursos para ayudar a la población en caso de desastres naturales, se lo gastó no sabemos en qué, si en todo el dinero que anda repartiendo por todo el país a los ninis, a los viejitos, etc. Para comprar votos, que ni así pudo ganar en la pasada elección, o lo anda gastando en sus proyectos inútiles de la refinería de Dos Bocas o en el Tren Maya o en el aeropuerto de Santa Lucía. Ahora quiere que los empresarios y la famosa clase media cooperen para ayudar a la gente en desgracia por desastres naturales.

Lo de apoyar a los mexicanos en desgracia no es lo suyo. Hay que recordar cuando colapsa la línea 12 del Metro en la CDMX, construida en el tiempo de Marcelo Ebrard, cuando éste fue regente del DF, no fue al lugar de la desgracia o al hospital para consolar a los heridos del colapso. Prefirió esconderse y no hacer nada. La investigación del caso duerme el sueño de los justos. Cuando su estado, Tabasco, se inundó, tampoco fue a ver a sus paisanos, después de unos días sobrevoló por la zona dañada y desde el helicóptero reconoció que él había dado la orden de que el agua se desviara a las zonas más pobres y que el agua no tocara a Villahermosa, la capital del estado. ¿Pues que no dice que los pobres son primero?

El engaño del gas del “Bienestar” que prometió a los defeños, que para abaratar dicho combustible y ahora resulta que les prometen a las gentes de determinada zona que al día siguiente pasarán los camiones repartidores y después de horas de espera no llegan y aparece un Siervo de la Nación para anunciarles que será en otro día y que los tanques de gas van a costar tanto, pero la gente protesta y dicen que es prácticamente el mismo precio que las gaseras privadas. Ahora se sabe que la compañía que va a hacer la comercialización del gas Bienestar es propiedad de la familia de la esposa de uno de los hijos de ya sabes quién. Sin licitación, le dieron la concesión y todos felices y contentos haciendo mucho dinero, excepto el pueblo, que cada vez se siente más engañado.

Sigue de bajada, a la mejor ni termina su sexenio, la gente ya quiere que se vaya.