/ sábado 30 de noviembre de 2024

Sin organismos autónomos, retroceso en la democracia

El quinto poder ciudadano, el contrapeso necesario

Los procesos democráticos han obligado a la mayoría de las naciones a buscar el fortalecimiento de las instituciones, sobre todo de los órganos de transparencia que hoy por hoy atraviesan por una grave situación en nuestro país, pues tienden a desaparecer.

En medio de acusaciones de corrupción y de poner en peligro la democracia, Morena y sus aliados, el PT y PVEM, impusieron la “supermayoría” que tienen en la Cámara de Diputados y en el Senado, para extinguir siete organismos autónomos y entes reguladores, tales como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) y el Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social (Coneval).

Se aprobó en lo general el dictamen que reforma 13 artículos de la Constitución, en materia de simplificación orgánica, para reincorporar a la Administración Pública Federal las funciones del INAI y del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.

Así como las tareas de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Comisión Nacional de Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU), la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y de la Comisión Nacional Hidrocarburos (CNH).

La crisis también llegó a los partidos políticos y por muchas razones, pero fundamentalmente por la corrupción, los malos gobernantes y las promesas incumplidas. Además, es común que personajes de mala reputación se cambien de partido sin importar las ideologías, ni principios.

Ante ello, se está motivando la creación de contrapesos a través de organismos especializados que le disputan la representación a los gobernantes en temas para los que no ha podido responder eficazmente, como el ataque a la corrupción y la inseguridad.

Por lo pronto ya levantaron la voz, consejos empresariales, medios de comunicación independientes y organismos de la sociedad civil, ahora apoyados fuertemente por internet y redes sociales, que en países europeos y asiáticos influyen determinantemente como factores de poder en la toma de decisiones, llamados como el “Quinto Poder” por parte del periodista y escritor Ignacio Ramonet, exdirector del periódico francés Le Mond.

Ahora no es la intención poner todo en color negro, México ha tenido avances en el campo de la democracia, como es la búsqueda del fortalecimiento del régimen de partidos políticos y la garantía del sufragio, pero no han sido suficientes.

En dicho avance han intervenido muchos factores, como lo son: la participación de ciudadanos en los organismos electorales, nuevas leyes en materia electoral y la apertura de los medios de comunicación.

Ignacio Camargo en su libro “ Actores de la Política” al referirse a la democracia señala: “es el conjunto de reglas que todas las partes se comprometen a respetar. Tales reglas están encaminadas a asegurar la convivencia entre los ciudadanos y permitir la competencia pacífica por el poder. ”

Todas esas reglas se han desarrollado en el transcurso de la historia hasta convertirse en la diversidad de las instituciones que ahora conocemos. Una de estas reglas (convertida en institución) decantada en la mayoría de las constituciones de los países democráticos, es el derecho de los ciudadanos de formar asociaciones y organizaciones, relativamente independientes.

Es preciso recalcar que las organizaciones independientes y partidos, son importantes para los actores como para los regímenes en los que funcionan, porque promueven la socialización dentro de las normas de una comunidad; para la preservación y transmisión de la cultura. Y claro para las libertades.

El fortalecimiento tiene que darse en marco de derecho, transparencia y participación activa de los ciudadanos, de lo contrario corremos el riesgo de un retroceso en la democracia.

El quinto poder ciudadano, el contrapeso necesario

Los procesos democráticos han obligado a la mayoría de las naciones a buscar el fortalecimiento de las instituciones, sobre todo de los órganos de transparencia que hoy por hoy atraviesan por una grave situación en nuestro país, pues tienden a desaparecer.

En medio de acusaciones de corrupción y de poner en peligro la democracia, Morena y sus aliados, el PT y PVEM, impusieron la “supermayoría” que tienen en la Cámara de Diputados y en el Senado, para extinguir siete organismos autónomos y entes reguladores, tales como el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) y el Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social (Coneval).

Se aprobó en lo general el dictamen que reforma 13 artículos de la Constitución, en materia de simplificación orgánica, para reincorporar a la Administración Pública Federal las funciones del INAI y del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.

Así como las tareas de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Comisión Nacional de Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU), la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y de la Comisión Nacional Hidrocarburos (CNH).

La crisis también llegó a los partidos políticos y por muchas razones, pero fundamentalmente por la corrupción, los malos gobernantes y las promesas incumplidas. Además, es común que personajes de mala reputación se cambien de partido sin importar las ideologías, ni principios.

Ante ello, se está motivando la creación de contrapesos a través de organismos especializados que le disputan la representación a los gobernantes en temas para los que no ha podido responder eficazmente, como el ataque a la corrupción y la inseguridad.

Por lo pronto ya levantaron la voz, consejos empresariales, medios de comunicación independientes y organismos de la sociedad civil, ahora apoyados fuertemente por internet y redes sociales, que en países europeos y asiáticos influyen determinantemente como factores de poder en la toma de decisiones, llamados como el “Quinto Poder” por parte del periodista y escritor Ignacio Ramonet, exdirector del periódico francés Le Mond.

Ahora no es la intención poner todo en color negro, México ha tenido avances en el campo de la democracia, como es la búsqueda del fortalecimiento del régimen de partidos políticos y la garantía del sufragio, pero no han sido suficientes.

En dicho avance han intervenido muchos factores, como lo son: la participación de ciudadanos en los organismos electorales, nuevas leyes en materia electoral y la apertura de los medios de comunicación.

Ignacio Camargo en su libro “ Actores de la Política” al referirse a la democracia señala: “es el conjunto de reglas que todas las partes se comprometen a respetar. Tales reglas están encaminadas a asegurar la convivencia entre los ciudadanos y permitir la competencia pacífica por el poder. ”

Todas esas reglas se han desarrollado en el transcurso de la historia hasta convertirse en la diversidad de las instituciones que ahora conocemos. Una de estas reglas (convertida en institución) decantada en la mayoría de las constituciones de los países democráticos, es el derecho de los ciudadanos de formar asociaciones y organizaciones, relativamente independientes.

Es preciso recalcar que las organizaciones independientes y partidos, son importantes para los actores como para los regímenes en los que funcionan, porque promueven la socialización dentro de las normas de una comunidad; para la preservación y transmisión de la cultura. Y claro para las libertades.

El fortalecimiento tiene que darse en marco de derecho, transparencia y participación activa de los ciudadanos, de lo contrario corremos el riesgo de un retroceso en la democracia.