/ sábado 30 de octubre de 2021

¿Sociedad politizada sin partido o política epigenética?

Por: Edwiges Armendáriz Fierro

A estas alturas del 2021 hablar de que los partidos dominan el voto duro es una falacia. No existen ya fundamentos para que la partidocracia sea un mecanismo de llegar o no al poder, sea del nivel que sea.

Quedaron muy atrás los tiempos en que el abstencionismo, el desencanto social le daban poder de decisión a los partidos por encima del pueblo que simplemente agachó la cabeza por décadas, sin embargo, hoy caminan día a día capaces de encarar a cualquier político y mediatizarlo; buscando el apoyo de más ciudadanos, política epigenética, le llamaría una servidora al compartir estas ideas con usted, estimado lector.

Podría pensarse que las alianzas partidistas ahora son garantías, pero ese es un análisis superficial y carente de respeto a la inteligencia del verdadero poder individual y social que hoy se materializa cada vez más en activismo sin partido, hoy los ciudadanos toman las calles, los espacios, los micrófonos, los medios de comunicación y no se diga de las redes sociales.

Hoy los ciudadanos también se unen en causas, en agrupaciones y llegan a crear organizaciones con recursos propios porque es tiempo de defender lo que el pueblo quiere y manda, pero sobre todo demanda, salud, educación, alimentación, agua, apoyos, medio ambiente, respeto a los pueblos originarios, respeto a la diversidad sexual, respeto por los animales, mayor empoderamiento a la mujer y al poder de decidir por su cuerpo.

Aún y cuando la sociedad crea y combate sus propios debates, ojo, siempre salen adelante y sin ayuda de gobiernos o partidos, y todo esto pasa a diario, en cada taxi, supermercado, tiendita y se proyecta en las redes sociales como un espejo.

Es un error abismal de la partidocracia ignorar o no mirar hacia esos grupos a quienes incluso se les puede llamar minorías, pero no, son la sociedad natural que poco a poco comienza a crear una estructura cooperativista de consensos políticos para causas en común, de cualquier tipo, pero el 99.99% de las veces se trata de defender un derecho o una causa justa.

Seamos resilientes para la vida, pero también para transformar la vida y la realidad desde los espacios que brinda el hacer una política real y de respeto a la sociedad y a su gran poder de decisión.

Los políticos de formación, los políticos de profesión, de vocación, capaces de observar y entender estos nuevos fenómenos de la antropología social, serán los gobernantes del futuro próximo, no tenga ninguna duda, pero también es el mejor tiempo, momento o coyuntura para el surgimiento de nuevas ideas, mentes, métodos y procesos de hacer política orgánicamente y de manera natural, de ciudadano a ciudadano.

En el ajedrez como en la vida, una pieza y una cosa a la vez.

edw.armendariz88@gmail.com

Por: Edwiges Armendáriz Fierro

A estas alturas del 2021 hablar de que los partidos dominan el voto duro es una falacia. No existen ya fundamentos para que la partidocracia sea un mecanismo de llegar o no al poder, sea del nivel que sea.

Quedaron muy atrás los tiempos en que el abstencionismo, el desencanto social le daban poder de decisión a los partidos por encima del pueblo que simplemente agachó la cabeza por décadas, sin embargo, hoy caminan día a día capaces de encarar a cualquier político y mediatizarlo; buscando el apoyo de más ciudadanos, política epigenética, le llamaría una servidora al compartir estas ideas con usted, estimado lector.

Podría pensarse que las alianzas partidistas ahora son garantías, pero ese es un análisis superficial y carente de respeto a la inteligencia del verdadero poder individual y social que hoy se materializa cada vez más en activismo sin partido, hoy los ciudadanos toman las calles, los espacios, los micrófonos, los medios de comunicación y no se diga de las redes sociales.

Hoy los ciudadanos también se unen en causas, en agrupaciones y llegan a crear organizaciones con recursos propios porque es tiempo de defender lo que el pueblo quiere y manda, pero sobre todo demanda, salud, educación, alimentación, agua, apoyos, medio ambiente, respeto a los pueblos originarios, respeto a la diversidad sexual, respeto por los animales, mayor empoderamiento a la mujer y al poder de decidir por su cuerpo.

Aún y cuando la sociedad crea y combate sus propios debates, ojo, siempre salen adelante y sin ayuda de gobiernos o partidos, y todo esto pasa a diario, en cada taxi, supermercado, tiendita y se proyecta en las redes sociales como un espejo.

Es un error abismal de la partidocracia ignorar o no mirar hacia esos grupos a quienes incluso se les puede llamar minorías, pero no, son la sociedad natural que poco a poco comienza a crear una estructura cooperativista de consensos políticos para causas en común, de cualquier tipo, pero el 99.99% de las veces se trata de defender un derecho o una causa justa.

Seamos resilientes para la vida, pero también para transformar la vida y la realidad desde los espacios que brinda el hacer una política real y de respeto a la sociedad y a su gran poder de decisión.

Los políticos de formación, los políticos de profesión, de vocación, capaces de observar y entender estos nuevos fenómenos de la antropología social, serán los gobernantes del futuro próximo, no tenga ninguna duda, pero también es el mejor tiempo, momento o coyuntura para el surgimiento de nuevas ideas, mentes, métodos y procesos de hacer política orgánicamente y de manera natural, de ciudadano a ciudadano.

En el ajedrez como en la vida, una pieza y una cosa a la vez.

edw.armendariz88@gmail.com