/ sábado 26 de enero de 2019

Solidaridad y Doctrina Estada

El refrán que dice “no hay fecha que no se cumpla, ni plazo que no se venza” ya alcanzó al gobierno de Maduro en Venezuela, la situación que priva en ese país desde hace varios años, de crisis, carencias y recurrente violación a las Derechos Humanos, ha provocado que miles de venezolanos emigren hacia otros países de América Latina en busca de mejores condiciones de vida. A lo anterior se suma el escenario político actual, Venezuela cuenta con dos presidentes, el dictador Maduro, quien dice que se le apareció Hugo Chávez en forma de pajarito y le cantó al oído, y que ya viajó al futuro para corroborar que todo le saldría bien; y por otro lado está Juan Guaidó, que juramentó como presidente interino y cuenta con el apoyo y simpatía de millones de venezolanos que se suman a las manifestaciones de protesta en contra del régimen de Maduro y también tienen el apoyo de varios países, que reprueban y rechazan el régimen autoritario y despótico mencionado.

Son más los países que consideran que el gobierno de Maduro es violatorio de los Derechos Humanos y coinciden en la urgente necesidad de un cambio. También hay países con gobiernos autoritarios que apoyan el gobierno de Maduro, son los menos, afortunadamente. La postura del gobierno mexicano es apoyar la libre autodeterminación de los pueblos, basado en la Doctrina Estrada, que dicho sea de paso es de autoría mexicana y de valiosa aportación al Derecho Internacional, no obstante, existen otros principios a aplicar entre los pueblos, como la solidaridad y la subsidiariedad ante escenarios de gobiernos que violan los Derechos Humanos. No siempre se puede pensar en la aplicación de la Doctrina Estrada, ésta debe cobrar vigencia cuando los gobiernos emanan del ejercicio democrático y sea respetuoso de los Derechos Humanos. La solidaridad debe ser exigencia obligatoria entre países, cuando los gobiernos internos violan los Derechos Humanos. Por ejemplo en la Alemania nazi, cesó el cruel ataque contra los Derechos Humanos de los judíos cuando los aliados atacaron y vencieron. Si se hubiera aplicado la Doctrina Estrada en la Alemania nazi, bajo el lema de la libre autodeterminación de los pueblos, sólo Dios sabe a cuánta gente hubieran ejecutado. Los países no deben ser indiferentes ante el atropello de los Derechos Humanos.


El refrán que dice “no hay fecha que no se cumpla, ni plazo que no se venza” ya alcanzó al gobierno de Maduro en Venezuela, la situación que priva en ese país desde hace varios años, de crisis, carencias y recurrente violación a las Derechos Humanos, ha provocado que miles de venezolanos emigren hacia otros países de América Latina en busca de mejores condiciones de vida. A lo anterior se suma el escenario político actual, Venezuela cuenta con dos presidentes, el dictador Maduro, quien dice que se le apareció Hugo Chávez en forma de pajarito y le cantó al oído, y que ya viajó al futuro para corroborar que todo le saldría bien; y por otro lado está Juan Guaidó, que juramentó como presidente interino y cuenta con el apoyo y simpatía de millones de venezolanos que se suman a las manifestaciones de protesta en contra del régimen de Maduro y también tienen el apoyo de varios países, que reprueban y rechazan el régimen autoritario y despótico mencionado.

Son más los países que consideran que el gobierno de Maduro es violatorio de los Derechos Humanos y coinciden en la urgente necesidad de un cambio. También hay países con gobiernos autoritarios que apoyan el gobierno de Maduro, son los menos, afortunadamente. La postura del gobierno mexicano es apoyar la libre autodeterminación de los pueblos, basado en la Doctrina Estrada, que dicho sea de paso es de autoría mexicana y de valiosa aportación al Derecho Internacional, no obstante, existen otros principios a aplicar entre los pueblos, como la solidaridad y la subsidiariedad ante escenarios de gobiernos que violan los Derechos Humanos. No siempre se puede pensar en la aplicación de la Doctrina Estrada, ésta debe cobrar vigencia cuando los gobiernos emanan del ejercicio democrático y sea respetuoso de los Derechos Humanos. La solidaridad debe ser exigencia obligatoria entre países, cuando los gobiernos internos violan los Derechos Humanos. Por ejemplo en la Alemania nazi, cesó el cruel ataque contra los Derechos Humanos de los judíos cuando los aliados atacaron y vencieron. Si se hubiera aplicado la Doctrina Estrada en la Alemania nazi, bajo el lema de la libre autodeterminación de los pueblos, sólo Dios sabe a cuánta gente hubieran ejecutado. Los países no deben ser indiferentes ante el atropello de los Derechos Humanos.