/ sábado 9 de febrero de 2019

Soliloquio

El interés superior de la infancia


La reducción del cincuenta por ciento del presupuesto en 2019 para estancias infantiles ordenada por el gobierno de López Obrador es una medida que impacta negativamente en muchos sectores, principalmente afecta los derechos de las mujeres, perjudicando a las madres trabajadoras que necesitan una estancia segura donde dejar a sus hijos para ir a trabajar, quienes al tener certeza de la seguridad de sus hijos incrementan la productividad y viceversa. Afecta también a más de trescientos cincuenta mil niños en el país, quienes por falta de recursos no pueden acceder a otro tipo de guarderías. Ante la necesidad de que las madres tengan que trabajar para dar de comer a sus hijos, se corre el riesgo y grave peligro de que tengan que quedarse solos en sus casas, con consecuencias lamentables. Velar por el interés superior de la infancia es obligación de los gobiernos, porque así lo ordena la legislación nacional e internacional. Los niños tienen derecho a ser atendidos y a los cuidados infantiles en espacios decorosos, aunque mucho les falta a las estancias infantiles, se debe reconocer la importancia de las mismas, y que son atendidas por personas de confianza y capacitadas para el cuidado de los niños.

Casi todos los países de la OCDE han diseñado políticas públicas y etiquetan recursos en beneficio del desarrollo de los niños en su primera infancia, con mayor atención a los niños de menos recursos, para que disfruten de beneficios como la educación y demás cuidados que requieran. En los países desarrollados es un deber de los gobiernos apoyar a los padres en la crianza de los hijos, en observancia a la Convención de los derechos del Niño, que obliga a los gobiernos a crear instituciones, instalaciones y servicios para su cuidado. En México sucede lo contrario, por eso ocupa los últimos lugares de la OCDE en este tema. Preocuparse y ocuparse en el bien superior de la infancia equivale a destinar mayores recursos que brinden a nuestra niñez condiciones para el goce de sus derechos. Recortar el presupuesto en los programas de gobierno exitosos no es una buena señal. Ojalá que el gobierno de AMLO recapacite, analice y evalúe las conveniencias de estos programas sociales y no los corte a capricho y arrebatadamente, en perjuicio de las familias mexicanas.

El interés superior de la infancia


La reducción del cincuenta por ciento del presupuesto en 2019 para estancias infantiles ordenada por el gobierno de López Obrador es una medida que impacta negativamente en muchos sectores, principalmente afecta los derechos de las mujeres, perjudicando a las madres trabajadoras que necesitan una estancia segura donde dejar a sus hijos para ir a trabajar, quienes al tener certeza de la seguridad de sus hijos incrementan la productividad y viceversa. Afecta también a más de trescientos cincuenta mil niños en el país, quienes por falta de recursos no pueden acceder a otro tipo de guarderías. Ante la necesidad de que las madres tengan que trabajar para dar de comer a sus hijos, se corre el riesgo y grave peligro de que tengan que quedarse solos en sus casas, con consecuencias lamentables. Velar por el interés superior de la infancia es obligación de los gobiernos, porque así lo ordena la legislación nacional e internacional. Los niños tienen derecho a ser atendidos y a los cuidados infantiles en espacios decorosos, aunque mucho les falta a las estancias infantiles, se debe reconocer la importancia de las mismas, y que son atendidas por personas de confianza y capacitadas para el cuidado de los niños.

Casi todos los países de la OCDE han diseñado políticas públicas y etiquetan recursos en beneficio del desarrollo de los niños en su primera infancia, con mayor atención a los niños de menos recursos, para que disfruten de beneficios como la educación y demás cuidados que requieran. En los países desarrollados es un deber de los gobiernos apoyar a los padres en la crianza de los hijos, en observancia a la Convención de los derechos del Niño, que obliga a los gobiernos a crear instituciones, instalaciones y servicios para su cuidado. En México sucede lo contrario, por eso ocupa los últimos lugares de la OCDE en este tema. Preocuparse y ocuparse en el bien superior de la infancia equivale a destinar mayores recursos que brinden a nuestra niñez condiciones para el goce de sus derechos. Recortar el presupuesto en los programas de gobierno exitosos no es una buena señal. Ojalá que el gobierno de AMLO recapacite, analice y evalúe las conveniencias de estos programas sociales y no los corte a capricho y arrebatadamente, en perjuicio de las familias mexicanas.