“No hay que temer nada en la vida, sólo hay que entenderlo. Ahora es el momento de entender más, para que podamos temer menos”: (Marie Curie)
En muchas ocasiones a lo largo del camino de la vida hemos escuchado el planteamiento del fin del mundo como lo conocemos. En todos los casos ha sido por diferentes causas, desde que un asteroide chocaría contra la Tierra, hasta por una pandemia que exterminaría la raza humana, sin embargo aquí seguimos y no han sido sino predicciones inciertas fomentadas por vivales que pretendieron asustarnos con el petate del muerto.
Lo que hoy vivimos es una experiencia más como seres humanos y debemos vivirla como tal. Una lucha contra un virus recientemente descubierto cuyo origen es incierto, ya que va desde la probable mutación transmitida por un murciélago a los humanos hasta su creación en laboratorio para llevar a cabo perversos planes de control mundial.
La verdad es que existe este virus y no estábamos preparados para enfrentarlo y sin embargo lo estamos haciendo con altibajos en el mundo, pero con la convicción de que a la larga saldremos victoriosos y con una gran experiencia para que no vuelva a suceder.
Nuestro país está haciendo lo propio a través de una dolorosa cuarentena que sin duda daña gravemente el aspecto económico, ya que más de la mitad de los mexicanos se encuentran en algún nivel de pobreza, herencia del fallido proyecto neoliberal de gobiernos que lo sostuvieron durante más de 35 años pero al mismo tiempo, como nunca, estos mexicanos están recibiendo un apoyo que mitiga de alguna manera sus necesidades básicas.
No son los empresarios que hoy añoran un “rescate”, un “fobaproa” y que piden que se les otorguen beneficios como la condonación de impuestos, incentivos fiscales, que rezongan todos los días por que no reciben estos privilegios y que se han atrevido hasta a solicitar la renuncia del Presidente de México que por primera vez los hace a un lado para apoyar a los que anteriormente supieron “apretarse el cinturón” cada vez que había un problema de contingencia económica.
No señores, los tiempos han cambiado y hoy les toca asumir una posición más responsable. Hay mucha gente que necesita el apoyo para sobrevivir, no para seguir enriqueciéndose, quedó demostrado que tenemos muchas deficiencias, sobre todo en el sector salud y hay que resolverlo. Los héroes de hoy son aquellos que se encuentran en la primera línea de la batalla contra el Covid-19, los médicos, enfermeras, auxiliares y personal que día con día enfrentan este enemigo poderoso. Hay que reconocerlo y sumarse a una lucha que sin duda ¡vamos a ganar!...
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