/ miércoles 23 de marzo de 2022

Subsidio a la inversa

Con los impuestos que pagamos, nuestros gobiernos son los responsables de dar a los ciudadanos seguridad, estado de derecho, educación, servicios públicos, seguridad social, y servicios de salud. Lamentablemente las decisiones que han tomado nuestros gobernantes avalados por los legisladores nos han llevado a que ciudadanos y empresas además de pagar nuestros impuestos subsidiemos a nuestros gobiernos.

Un ejemplo que tiene que ver directamente con la educación y salud de nuestros niños y madres trabajadoras, fue quitar el apoyo a las 27,000 Escuelas de Tiempo Completo, que atendían a 3.6 millones de niños que estudiaban 8 horas diarias, con desayuno y comida saludable, y destinar esos doce millones de pesos a otras actividades (no transparentes).

Y aquí es donde ahora, padres y madres de familia tienen que subsidiar al gobierno pagando por el cuidado y alimentación de sus hijos, mientras ellos acuden a trabajar.

Además las empresas, mediante la aportación del Impuesto Sobre Nómina y, a través de la Fundación del Empresariado Chihuahuense (Fechac), han apoyado a 88 Escuelas de Tiempo Completo que benefician a niñas y niños de Chihuahua; o el apoyo a 70 estancias infantiles con una aportación de 900,000 pesos anuales, y que impacta a más de 900 niñas y niños, y sus familias. Cabe destacar que en todos estos casos las asociaciones también realizan una aportación al proyecto.

Otra de estas ocurrencias se dio la semana pasada, cuando el grupo parlamentario afín al gobierno federal aprobó la iniciativa para que las empresas seamos responsables de cobrar a nuestros colaboradores las deudas que éstos tienen con instituciones financieras. Lamentablemente el 70% de las personas que viven en alguna condición de pobreza tienen que endeudarse para cubrir sus necesidades básicas y llevar una vida digna en medio de una economía sin crecimiento y alta inflación.

Con esto quieren que las empresas subsidiemos al gobierno y a ciertas instituciones financieras llevando la administración de estos recursos donde se pretende que le descontemos hasta el 40% de su sueldo a nuestros trabajadores y que actuemos como una tienda de raya que atenta directamente en contra de nuestro personal.

Empresas y colaboradores que no obtuvieron ni un solo apoyo durante esta crisis y que soportaron toda la economía del país también llevan una gran carga administrativa para hacer el trabajo que corresponde al gobierno: fiscalizarnos unas a otras validando y timbrando facturas, realizar retenciones, generar una gran cantidad reportes, llenar complicadas declaraciones de impuestos, lo cual nos ha llevado a requerir grandes departamentos administrativos, que se traducen en inversiones en personal, tiempo y equipo, también es un subsidio a la inversa.

Y podríamos poner muchos más ejemplos: la inversión en transporte privado para nuestros colaboradores, o el gasto de las personas en un vehículo propio, por no contar con un transporte público adecuado; inversión en seguridad privada, alarmas, sistemas de vigilancia, rejas etc. por no tener la suficiente seguridad; el gasto en cisternas, hidroneumáticos, tinacos, por un sistema deficiente para el suministro del agua.


Como ciudadanos e iniciativa privada debemos tener una mayor participación, desde el cuestionamiento a los candidatos y sus propuestas, el ejercicio de nuestro voto y la rendición de cuentas a nuestros gobernantes. Solamente así podemos alcanzar mejores condiciones de vida para todas las personas y una distribución más equitativa de la riqueza.


Francisco Santini Ramos

Presidente del Consejo Coordinador de Chihuahua


#SomosLaFuerzaQueMueveAChihuahua

f.santini@ccechihuhua.com.mx


Ingeniero civil. Presidente del Consejo Coordinador Empresarial


Con los impuestos que pagamos, nuestros gobiernos son los responsables de dar a los ciudadanos seguridad, estado de derecho, educación, servicios públicos, seguridad social, y servicios de salud. Lamentablemente las decisiones que han tomado nuestros gobernantes avalados por los legisladores nos han llevado a que ciudadanos y empresas además de pagar nuestros impuestos subsidiemos a nuestros gobiernos.

Un ejemplo que tiene que ver directamente con la educación y salud de nuestros niños y madres trabajadoras, fue quitar el apoyo a las 27,000 Escuelas de Tiempo Completo, que atendían a 3.6 millones de niños que estudiaban 8 horas diarias, con desayuno y comida saludable, y destinar esos doce millones de pesos a otras actividades (no transparentes).

Y aquí es donde ahora, padres y madres de familia tienen que subsidiar al gobierno pagando por el cuidado y alimentación de sus hijos, mientras ellos acuden a trabajar.

Además las empresas, mediante la aportación del Impuesto Sobre Nómina y, a través de la Fundación del Empresariado Chihuahuense (Fechac), han apoyado a 88 Escuelas de Tiempo Completo que benefician a niñas y niños de Chihuahua; o el apoyo a 70 estancias infantiles con una aportación de 900,000 pesos anuales, y que impacta a más de 900 niñas y niños, y sus familias. Cabe destacar que en todos estos casos las asociaciones también realizan una aportación al proyecto.

Otra de estas ocurrencias se dio la semana pasada, cuando el grupo parlamentario afín al gobierno federal aprobó la iniciativa para que las empresas seamos responsables de cobrar a nuestros colaboradores las deudas que éstos tienen con instituciones financieras. Lamentablemente el 70% de las personas que viven en alguna condición de pobreza tienen que endeudarse para cubrir sus necesidades básicas y llevar una vida digna en medio de una economía sin crecimiento y alta inflación.

Con esto quieren que las empresas subsidiemos al gobierno y a ciertas instituciones financieras llevando la administración de estos recursos donde se pretende que le descontemos hasta el 40% de su sueldo a nuestros trabajadores y que actuemos como una tienda de raya que atenta directamente en contra de nuestro personal.

Empresas y colaboradores que no obtuvieron ni un solo apoyo durante esta crisis y que soportaron toda la economía del país también llevan una gran carga administrativa para hacer el trabajo que corresponde al gobierno: fiscalizarnos unas a otras validando y timbrando facturas, realizar retenciones, generar una gran cantidad reportes, llenar complicadas declaraciones de impuestos, lo cual nos ha llevado a requerir grandes departamentos administrativos, que se traducen en inversiones en personal, tiempo y equipo, también es un subsidio a la inversa.

Y podríamos poner muchos más ejemplos: la inversión en transporte privado para nuestros colaboradores, o el gasto de las personas en un vehículo propio, por no contar con un transporte público adecuado; inversión en seguridad privada, alarmas, sistemas de vigilancia, rejas etc. por no tener la suficiente seguridad; el gasto en cisternas, hidroneumáticos, tinacos, por un sistema deficiente para el suministro del agua.


Como ciudadanos e iniciativa privada debemos tener una mayor participación, desde el cuestionamiento a los candidatos y sus propuestas, el ejercicio de nuestro voto y la rendición de cuentas a nuestros gobernantes. Solamente así podemos alcanzar mejores condiciones de vida para todas las personas y una distribución más equitativa de la riqueza.


Francisco Santini Ramos

Presidente del Consejo Coordinador de Chihuahua


#SomosLaFuerzaQueMueveAChihuahua

f.santini@ccechihuhua.com.mx


Ingeniero civil. Presidente del Consejo Coordinador Empresarial