/ miércoles 11 de mayo de 2022

Sur(real)ismo

Por: Mario Ramírez

Si la Champions League 2021/2022 fuera una película, recibiría terribles calificaciones por parte de la crítica por ser una película demasiado fantasiosa y exagerada, llegando a lo ridículo y a lo extravagante. Quien diría que cuando la fantasía sucede en la vida real es tan bien recibida. Hay historias que superan la ciencia ficción, y en el deporte, por ser el ente que mejor obedece los principios más antiguos de la humanidad de la victoria y la derrota, se expresan de una manera mucho más clara que en cualquier otra industria. Es difícil dar una introducción más específica cuando ni siquiera puedes explicar de lo que quieres hablar.

Las noches mágicas son una antigua tradición natural e involuntaria en la Champions desde su creación en 1955, en cada edición hemos visto partidos que parecen sacados de un guión de Hollywood. Sin embargo, esta edición se ha caracterizado porque dichas noches le han pertenecido a un mismo equipo, quien resulta para colmo ser el máximo ganador del torneo.

Aficionados y rivales se quedaron con un signo de interrogación en la cara, unos festejando y otros haciendo corajes, pero ambos con la impresión al por mayor. Profesionales de la comunicación deportiva han externado su confusión, diciendo que no es posible explicar lo que ha pasado de una manera racional, el que diga que puede explicar con palabras lo sucedido en el Santiago Bernabéu, está mintiendo. Y no se trata únicamente de la locura vivida en el Bernabéu la semana pasada, se trata de la locura en octavos de final contra el Paris Saint-Germain, se trata de la locura en cuartos de final contra el Chelsea, se trata de la locura en toda la serie de semifinales contra el Manchester City, se trata de la locura que es este club en su competición favorita, nada más y nada menos que la más importante del planeta a nivel de clubes.

¿Cómo controlar a la afición merengue después de haber vivido las eliminatorias más surrealistas en su historia? ¿Cómo pedirles que le bajen a su soberbia? ¿Cómo entender lo que pasó?. Simplemente no es posible explicar que al minuto 90 necesitaban dos goles para seguir vivos, y al minuto 91 ya habían logrado ambos goles. Es decir, el City estuvo virtualmente clasificado a la final en el minuto 2 de la eliminatoria, y estuvo virtualmente clasificado a la final en el minuto 180 de la eliminatoria, en una serie que en teoría, dura precisamente 180 minutos. ¿Cómo fue que quedaron fuera entonces? Es lo que fallidamente hemos tratado de entender.

El romanticismo entre ciertos equipos y ciertos torneos es algo 100% real que no se puede explicar, y la poderosa Champions League únicamente siente esa atracción por aquel que la ha conquistado 13 veces. Hasta ahorita la explicación más aceptable se puede resumir en… El Real Madrid Club de Futbol.

Mario Ramírez / @LaFutboliza


Por: Mario Ramírez

Si la Champions League 2021/2022 fuera una película, recibiría terribles calificaciones por parte de la crítica por ser una película demasiado fantasiosa y exagerada, llegando a lo ridículo y a lo extravagante. Quien diría que cuando la fantasía sucede en la vida real es tan bien recibida. Hay historias que superan la ciencia ficción, y en el deporte, por ser el ente que mejor obedece los principios más antiguos de la humanidad de la victoria y la derrota, se expresan de una manera mucho más clara que en cualquier otra industria. Es difícil dar una introducción más específica cuando ni siquiera puedes explicar de lo que quieres hablar.

Las noches mágicas son una antigua tradición natural e involuntaria en la Champions desde su creación en 1955, en cada edición hemos visto partidos que parecen sacados de un guión de Hollywood. Sin embargo, esta edición se ha caracterizado porque dichas noches le han pertenecido a un mismo equipo, quien resulta para colmo ser el máximo ganador del torneo.

Aficionados y rivales se quedaron con un signo de interrogación en la cara, unos festejando y otros haciendo corajes, pero ambos con la impresión al por mayor. Profesionales de la comunicación deportiva han externado su confusión, diciendo que no es posible explicar lo que ha pasado de una manera racional, el que diga que puede explicar con palabras lo sucedido en el Santiago Bernabéu, está mintiendo. Y no se trata únicamente de la locura vivida en el Bernabéu la semana pasada, se trata de la locura en octavos de final contra el Paris Saint-Germain, se trata de la locura en cuartos de final contra el Chelsea, se trata de la locura en toda la serie de semifinales contra el Manchester City, se trata de la locura que es este club en su competición favorita, nada más y nada menos que la más importante del planeta a nivel de clubes.

¿Cómo controlar a la afición merengue después de haber vivido las eliminatorias más surrealistas en su historia? ¿Cómo pedirles que le bajen a su soberbia? ¿Cómo entender lo que pasó?. Simplemente no es posible explicar que al minuto 90 necesitaban dos goles para seguir vivos, y al minuto 91 ya habían logrado ambos goles. Es decir, el City estuvo virtualmente clasificado a la final en el minuto 2 de la eliminatoria, y estuvo virtualmente clasificado a la final en el minuto 180 de la eliminatoria, en una serie que en teoría, dura precisamente 180 minutos. ¿Cómo fue que quedaron fuera entonces? Es lo que fallidamente hemos tratado de entender.

El romanticismo entre ciertos equipos y ciertos torneos es algo 100% real que no se puede explicar, y la poderosa Champions League únicamente siente esa atracción por aquel que la ha conquistado 13 veces. Hasta ahorita la explicación más aceptable se puede resumir en… El Real Madrid Club de Futbol.

Mario Ramírez / @LaFutboliza