/ miércoles 7 de abril de 2021

¿Te has puesto a pensar en ellos?

Por Miguel Ángel Durán

Durante todo el 2020, nos dimos cuenta de lo complicado que puede ser adaptarse la modalidad de enseñanza, desde padres luchando por trabajar, enseñar y ayudar a comprender a sus hijos hasta estudiantes, luchando por aprender, analizar y confrontar conflictos de aprendizaje.

Pero; ¿Te has puesto a pensar en las demás personas?

Quienes, de alguna manera, enfrentan no solo el cambio, sino, viven una etapa de descontento por los padres, por los alumnos, y de ello, han sido los docentes, maestros, y motores de enseñanza para los tiempos complicados que vivimos.

Las opiniones que dan los alumnos al cambio son complicadas, pues existen distintas maneras de llevar la enseñanza de un maestro a otro. Encontramos así a docentes que llevan el magisterio a un método muy practico y sencillo, y se adecuan a la modalidad necesaria dependiendo el estudiante, y que, de alguna manera, son un tema muy importante para hablar porque, te has preguntado, ¿Todo el proceso que pasa un maestro al momento del cambio a la nueva normalidad? Desde la nostalgia al no poder enseñar en un salón de clases, hasta la soledad al momento de no poder convivir con los alumnos, cambiando así el estilo de vida marcado de un docente.

Todo se convierte en algo nuevo para lo que ni los profesores ni los alumnos estaban preparados, algo que, en opinión a los maestros, existe desde entonces, una incertidumbre muy complicada, un estrés de adaptar un ciclo de escuela y de clases, a un curso totalmente digital, problemas técnicos y todo dependiendo, de que tan familiarizado pueda estar un maestro de la 3era edad con la era de la tecnología de las clases. Comprendamos que ellos también se cansaron de un cambio tan repentino, y es algo que no entablamos usualmente en alguna conversación.

Y a parte de esto, ¿Existe el fenómeno de la soledad con la cámara apagada?

El problema de captar la información se puede ver viciado por la libertad que tiene el alumno cuando se tiene una cámara apagada y esto al no poner una atención a la clase, desmerita un buen aprendizaje de la misma. Un maestro lo ha comentado: “Al momento de dar las sesiones, se vuelve muy complicado impartir la clase si tienen la cámara apagada, sentir que no conozco a mis propios alumnos, una añoranza al no poder verlos llega de momento, pero aun así no obligo a que prendan la cámara, porque es invasivo de alguna manera u otra”

La manera de entender a los docentes debería de estar en las prioridades de los alumnos y padres de familia. ¿Realmente me he puesto a pensar en ellos? ¿En los problemas que conllevan y la adaptación de sus clases para dar lo mejor de ello?

Empatía y cercanía con el maestro, poder ayudar y, sacar delante un barco sin rumbo, para que se puedan resolver las controversias de un maestro al momento de impartir una clase, saber que, a pesar de tener un mal día, están ahí, conociendo y adaptando para dar lo mejor de sí.

¡Gracias maestros! Por estar ahí en todo momento, adaptarse al cambio y continuar a pesar de la adversidad, nos volveremos a ver.

Por Miguel Ángel Durán

Durante todo el 2020, nos dimos cuenta de lo complicado que puede ser adaptarse la modalidad de enseñanza, desde padres luchando por trabajar, enseñar y ayudar a comprender a sus hijos hasta estudiantes, luchando por aprender, analizar y confrontar conflictos de aprendizaje.

Pero; ¿Te has puesto a pensar en las demás personas?

Quienes, de alguna manera, enfrentan no solo el cambio, sino, viven una etapa de descontento por los padres, por los alumnos, y de ello, han sido los docentes, maestros, y motores de enseñanza para los tiempos complicados que vivimos.

Las opiniones que dan los alumnos al cambio son complicadas, pues existen distintas maneras de llevar la enseñanza de un maestro a otro. Encontramos así a docentes que llevan el magisterio a un método muy practico y sencillo, y se adecuan a la modalidad necesaria dependiendo el estudiante, y que, de alguna manera, son un tema muy importante para hablar porque, te has preguntado, ¿Todo el proceso que pasa un maestro al momento del cambio a la nueva normalidad? Desde la nostalgia al no poder enseñar en un salón de clases, hasta la soledad al momento de no poder convivir con los alumnos, cambiando así el estilo de vida marcado de un docente.

Todo se convierte en algo nuevo para lo que ni los profesores ni los alumnos estaban preparados, algo que, en opinión a los maestros, existe desde entonces, una incertidumbre muy complicada, un estrés de adaptar un ciclo de escuela y de clases, a un curso totalmente digital, problemas técnicos y todo dependiendo, de que tan familiarizado pueda estar un maestro de la 3era edad con la era de la tecnología de las clases. Comprendamos que ellos también se cansaron de un cambio tan repentino, y es algo que no entablamos usualmente en alguna conversación.

Y a parte de esto, ¿Existe el fenómeno de la soledad con la cámara apagada?

El problema de captar la información se puede ver viciado por la libertad que tiene el alumno cuando se tiene una cámara apagada y esto al no poner una atención a la clase, desmerita un buen aprendizaje de la misma. Un maestro lo ha comentado: “Al momento de dar las sesiones, se vuelve muy complicado impartir la clase si tienen la cámara apagada, sentir que no conozco a mis propios alumnos, una añoranza al no poder verlos llega de momento, pero aun así no obligo a que prendan la cámara, porque es invasivo de alguna manera u otra”

La manera de entender a los docentes debería de estar en las prioridades de los alumnos y padres de familia. ¿Realmente me he puesto a pensar en ellos? ¿En los problemas que conllevan y la adaptación de sus clases para dar lo mejor de ello?

Empatía y cercanía con el maestro, poder ayudar y, sacar delante un barco sin rumbo, para que se puedan resolver las controversias de un maestro al momento de impartir una clase, saber que, a pesar de tener un mal día, están ahí, conociendo y adaptando para dar lo mejor de sí.

¡Gracias maestros! Por estar ahí en todo momento, adaptarse al cambio y continuar a pesar de la adversidad, nos volveremos a ver.