/ martes 1 de septiembre de 2020

Tenemos obligación de participar

La larga historia nacional que hemos escrito por siglos nos ha significado la constante participación en todos los rincones de la Patria. Nadie puede poseer las escrituras de la paternidad del desarrollo de nuestro pueblo ejemplar, nadie puede apropiarse de manera unívoca e inequívoca de nuestra transformación constante, solemos ser amables, dadivosos y humildes, lo que algunos entes aprovechan para desvirtuar nuestras enormes. ¡No! Debemos exigir, reivindicar y participar en el desarrollo social y económico de nuestra Nación. Ya vivimos épocas de agresivos caudillajes, de dictaduras sangrientas, y de opresoras demagogias de políticos oportunistas, empero, no hemos paralizado el país. Sin embargo, poseemos una gran virtud que pocos pueblos pueden ostentar: la lealtad a la Patria ya las instituciones que nos hemos dado.

Los imperios colonialistas siempre subdividen población, razas, regímenes, creencias, de tal manera que ellos siempre son los mejores, los bondadosos (¿?), Los inteligentes y los más sabios. Para ellos, los negros son, colérico, pasionales, ignorantes y dignos de la explotación. Los amarillos, son pendencieros, rencorosos y traicioneros. A los mexicanos nos han catalogado de rateros, holgazanes, tramposos y serviles. Con toda la serenidad del mundo reflexionemos en las virtudes que poseemos para construir una gran nación. Miles de compatriotas construimos presas, carreteras (Durango-Mazatlán), entre otras, ferrocarriles como (Chihuahua al Pacífico), que por cierto maravillan a imperialistas de todo el mundo. Sistemas hidroeléctricos, autopistas, puentes, puertos, pero algunos oportunistas se quieren apropiar de tal heredad.

Hoy, que el país se encuentra en crisis, que se quiere exprimir al erario, para construir los caprichos de un “caudillo”, debemos y tenemos la obligación de participar enérgicamente para que se tome el sendero del desarrollo nacional y unamos nuestros esfuerzos de siempre , para lograr los grandes proyectos nacionales que den rumbo al progreso. No debemos claudicar en ningún momento a nuestros derechos y deberes constitucionales, al contrario, apretar el tejido social en la obligación de participar. ¡No más abstencionismo! Ejerzamos nuestro derecho al voto razonado y consciente para que lleguen al gobierno patriotas, no mercachifles y oportunistas de la política.

La larga historia nacional que hemos escrito por siglos nos ha significado la constante participación en todos los rincones de la Patria. Nadie puede poseer las escrituras de la paternidad del desarrollo de nuestro pueblo ejemplar, nadie puede apropiarse de manera unívoca e inequívoca de nuestra transformación constante, solemos ser amables, dadivosos y humildes, lo que algunos entes aprovechan para desvirtuar nuestras enormes. ¡No! Debemos exigir, reivindicar y participar en el desarrollo social y económico de nuestra Nación. Ya vivimos épocas de agresivos caudillajes, de dictaduras sangrientas, y de opresoras demagogias de políticos oportunistas, empero, no hemos paralizado el país. Sin embargo, poseemos una gran virtud que pocos pueblos pueden ostentar: la lealtad a la Patria ya las instituciones que nos hemos dado.

Los imperios colonialistas siempre subdividen población, razas, regímenes, creencias, de tal manera que ellos siempre son los mejores, los bondadosos (¿?), Los inteligentes y los más sabios. Para ellos, los negros son, colérico, pasionales, ignorantes y dignos de la explotación. Los amarillos, son pendencieros, rencorosos y traicioneros. A los mexicanos nos han catalogado de rateros, holgazanes, tramposos y serviles. Con toda la serenidad del mundo reflexionemos en las virtudes que poseemos para construir una gran nación. Miles de compatriotas construimos presas, carreteras (Durango-Mazatlán), entre otras, ferrocarriles como (Chihuahua al Pacífico), que por cierto maravillan a imperialistas de todo el mundo. Sistemas hidroeléctricos, autopistas, puentes, puertos, pero algunos oportunistas se quieren apropiar de tal heredad.

Hoy, que el país se encuentra en crisis, que se quiere exprimir al erario, para construir los caprichos de un “caudillo”, debemos y tenemos la obligación de participar enérgicamente para que se tome el sendero del desarrollo nacional y unamos nuestros esfuerzos de siempre , para lograr los grandes proyectos nacionales que den rumbo al progreso. No debemos claudicar en ningún momento a nuestros derechos y deberes constitucionales, al contrario, apretar el tejido social en la obligación de participar. ¡No más abstencionismo! Ejerzamos nuestro derecho al voto razonado y consciente para que lleguen al gobierno patriotas, no mercachifles y oportunistas de la política.