/ miércoles 22 de septiembre de 2021

This is the perfect storm…

Por: Román Rivas Hong

…Así se expresó Rick “N”, uno de muchos inversionistas que ha visitado nuestra ciudad en fechas recientes con respecto a lo complejo que les está resultando el estar manufacturando sus productos en China. La historia que Rick cuenta es la historia de muchas compañías norteamericanas que, como resultado de la pandemia, han visto cómo sus empresas han perdido competitividad debido a los múltiples efectos que la pandemia del Covid-19 ha tenido sobre la economía mundial. Rick es el presidente y CEO de una conocida empresa que se dedica a hacer partes de repuesto para el mercado automotriz; la demanda de sus productos está más fuerte que nunca, ya que ante la escasez de vehículos nuevos el comercio de vehículos usados se ha incrementado de una manera tan fuerte, que sus volúmenes de producción ya no son suficientes para satisfacer la nueva demanda. El problema -comenta Rick- es que “ahora las materias primas que utilizamos para nuestra manufactura son costosas y escasas y con ello debemos vender el producto a un precio más elevado, de tal manera que nuestro margen de ganancia no sea afectado”. Preocupado ante la situación que nos comparte, Rick también comenta: “Si bien no hemos tenido escasez de labor, sí estamos teniendo severos problemas logísticos, ya que no hay contenedores que transporten nuestro producto al mercado norteamericano. Todos los contenedores para transportar producto de Asia hacia Estados Unidos están siendo acaparados por compañías como Walmart y Amazon y los precios que anteriormente pagábamos por un contenedor marítimo aumentó de 5,000 dólares a 20,000 dólares en promedio; por si fuera poco, las navegaciones no pueden desembarcar rápidamente en los puertos norteamericanos, con lo cual nuestro producto se queda varado hasta nueve semanas en los puertos creando así una restricción al flujo de efectivo, ya que es producto que no puede venderse y por ende, nuestro dinero se queda varado por semanas creando un problema financiero mayor a la compañía; para colmo, todo lo que puede liberarse en aduana debe ahora pagar una tasa arancelaria del 25%, ya que es producto Hecho en China y para nosotros todas estas variables en conjunto han creado una tormenta perfecta en nuestro entorno de negocios”. Rick, al igual que muchos otros inversionistas con manufactura en Asia, está buscando mover su empresa lo antes posible a una localidad en el norte de México y a esta nueva tendencia que hoy en día estamos viendo se le conoce como reshoring, la cual tiene como base el atraer a todas esas empresas que en su momento decidieron instalarse en China o algún otro país asiático, pero que hoy en día debido a variables como las que Rick expresa ya no ofrecen ningún tipo de ventaja competitiva a las mismas poniendo en riesgo su sustentabilidad financiera debido al cambiante entorno que hoy vivimos. La oportunidad para Chihuahua es enorme y más tomando en cuenta la admirable visión del nuevo gobierno estatal; en tan sólo dos meses he atendido seis visitas con inversionistas que buscan hacer reshoring. La ventana de oportunidad es tan grande que seguramente veremos pronto una nueva ola de nuevas inversiones extranjeras en nuestro estado por primera vez en muchos años.


Por: Román Rivas Hong

…Así se expresó Rick “N”, uno de muchos inversionistas que ha visitado nuestra ciudad en fechas recientes con respecto a lo complejo que les está resultando el estar manufacturando sus productos en China. La historia que Rick cuenta es la historia de muchas compañías norteamericanas que, como resultado de la pandemia, han visto cómo sus empresas han perdido competitividad debido a los múltiples efectos que la pandemia del Covid-19 ha tenido sobre la economía mundial. Rick es el presidente y CEO de una conocida empresa que se dedica a hacer partes de repuesto para el mercado automotriz; la demanda de sus productos está más fuerte que nunca, ya que ante la escasez de vehículos nuevos el comercio de vehículos usados se ha incrementado de una manera tan fuerte, que sus volúmenes de producción ya no son suficientes para satisfacer la nueva demanda. El problema -comenta Rick- es que “ahora las materias primas que utilizamos para nuestra manufactura son costosas y escasas y con ello debemos vender el producto a un precio más elevado, de tal manera que nuestro margen de ganancia no sea afectado”. Preocupado ante la situación que nos comparte, Rick también comenta: “Si bien no hemos tenido escasez de labor, sí estamos teniendo severos problemas logísticos, ya que no hay contenedores que transporten nuestro producto al mercado norteamericano. Todos los contenedores para transportar producto de Asia hacia Estados Unidos están siendo acaparados por compañías como Walmart y Amazon y los precios que anteriormente pagábamos por un contenedor marítimo aumentó de 5,000 dólares a 20,000 dólares en promedio; por si fuera poco, las navegaciones no pueden desembarcar rápidamente en los puertos norteamericanos, con lo cual nuestro producto se queda varado hasta nueve semanas en los puertos creando así una restricción al flujo de efectivo, ya que es producto que no puede venderse y por ende, nuestro dinero se queda varado por semanas creando un problema financiero mayor a la compañía; para colmo, todo lo que puede liberarse en aduana debe ahora pagar una tasa arancelaria del 25%, ya que es producto Hecho en China y para nosotros todas estas variables en conjunto han creado una tormenta perfecta en nuestro entorno de negocios”. Rick, al igual que muchos otros inversionistas con manufactura en Asia, está buscando mover su empresa lo antes posible a una localidad en el norte de México y a esta nueva tendencia que hoy en día estamos viendo se le conoce como reshoring, la cual tiene como base el atraer a todas esas empresas que en su momento decidieron instalarse en China o algún otro país asiático, pero que hoy en día debido a variables como las que Rick expresa ya no ofrecen ningún tipo de ventaja competitiva a las mismas poniendo en riesgo su sustentabilidad financiera debido al cambiante entorno que hoy vivimos. La oportunidad para Chihuahua es enorme y más tomando en cuenta la admirable visión del nuevo gobierno estatal; en tan sólo dos meses he atendido seis visitas con inversionistas que buscan hacer reshoring. La ventana de oportunidad es tan grande que seguramente veremos pronto una nueva ola de nuevas inversiones extranjeras en nuestro estado por primera vez en muchos años.