/ martes 24 de abril de 2018

Todos son iguales, todo será igual

Ya se empiezan a calentar los ánimos relacionados con las próximas elecciones. Entre los candidatos que se dedican persistentemente a desprestigiar y desacreditar a los contrarios, y los que realmente no se sabe por qué andan allí.

Lo que es cierto es que ninguno de los candidatos cuenta con el perfil que la mayoría de los ciudadanos solicitamos en estos tiempos.

Existe la inquietud de que si sale alguno de los candidatos pudiera cambiar el rumbo del país, algunos piensan que, para mal, otros tantos que para peor.

Definitivamente dentro del perfil buscado pudiéramos analizar algunos puntos interesantes; un primer punto es que debería ser un ciudadano muy por encima de los demás en términos de una inteligencia, de manera que pueda interactuar con los demás de una forma efectiva, pacífica y armoniosa haciendo uso de su inteligencia verbal y emocional. Revisando los diferentes perfiles actuales, no encontramos esta característica de manera relevante en ninguno. Otro punto importante es el la entrega y amor por lo que hace. En nuestro caso, todos, absolutamente todos, andan buscando el poder y el dinero, ninguno ni aparenta ni practica el deseo de la entrega a una sociedad con necesidades. Una tercera característica pudiera ser el instinto,siempre se tendrán asistentes, consejeros o colaboradores. Todos ellos buscarán la manera de influenciar la opinión de la persona, es importante que crean en su instinto y nunca desconfíen de él. Recibir consejos es importante, siempre y cuando no nuble el juicio personal. Una más sería la valentía,el poder puede ser algo aterrador, tener que tomar decisiones que puedan afectar de manera positiva o negativa es difícil y requiere de muchísima valentía. Un buen presidente debe saber enfrentarse a estas situaciones dejando el miedo a un lado.

Además de las anteriores, tenemos la búsqueda de lo mejor para el país, independientemente de querer estar en una posición de poder, o en el escalón más alto de la política, el amor al país, y querer servirlo genuinamente es lo que conformará a un buen presidente; íntegro y patriota. Aspecto que con el que no cuenta ninguno de los candidatos actuales. Otra vez, sólo buscan el poder y el dinero. Y algunos buscan la permanencia en estos aspectos.

Una buena comunicación sería característica primordial,

Es importante generar vínculos con los ciudadanos, hacer que entiendan la propuesta de un rumbo y prometer sólo cosas que se puedan cumplir. La comunicación es una parte esencial de ser un buen presidente, escuchar las necesidades, atenderlas y mantener una comunicación constante con el país marcará la diferencia. En nuestro caso podemos observar las incongruencias, las promesas huecas, las promesas sin sentido, sin fundamento.

También, en nuestra sociedad, el sentido del humor es una característica importante. Un presidente debe ser ameno a la vista, debe verse simpático y alegre, los líderes que suelen ser muy serios inspiran miedo y a menudo suelen ser más difíciles de crear vínculos con sus ciudadanos. Los actuales candidatos desafortunadamente no cuentan con esta característica, algunos inspiran desconfianza, otros miedo, otros inseguridad.

Tomando como base estas características de ser humano entregado a una sociedad, vemos que los que proponen los partidos políticos, o los que se proponen por ellos mismos, no son de ninguna manera prototipos de un buen presidente. Todos ellos en algún grado son iguales, y sus grupos también son iguales. Por consecuencia, las formas probablemente cambiarán, pero los resultados y plataformas serán exactamente iguales, sin los cambios fundamentales que tanto necesita nuestro país. Así, volveremos a tener un gobierno corrupto, un gobierno ambicioso de poder y dinero, un gobierno sin sentido social. Y dependiendo de quién gane, sólo cambiará la forma en que manifieste y ejecute estas lamentables características, todo seguirá igual.

Email: antonio.rios@itesm.mx




Ya se empiezan a calentar los ánimos relacionados con las próximas elecciones. Entre los candidatos que se dedican persistentemente a desprestigiar y desacreditar a los contrarios, y los que realmente no se sabe por qué andan allí.

Lo que es cierto es que ninguno de los candidatos cuenta con el perfil que la mayoría de los ciudadanos solicitamos en estos tiempos.

Existe la inquietud de que si sale alguno de los candidatos pudiera cambiar el rumbo del país, algunos piensan que, para mal, otros tantos que para peor.

Definitivamente dentro del perfil buscado pudiéramos analizar algunos puntos interesantes; un primer punto es que debería ser un ciudadano muy por encima de los demás en términos de una inteligencia, de manera que pueda interactuar con los demás de una forma efectiva, pacífica y armoniosa haciendo uso de su inteligencia verbal y emocional. Revisando los diferentes perfiles actuales, no encontramos esta característica de manera relevante en ninguno. Otro punto importante es el la entrega y amor por lo que hace. En nuestro caso, todos, absolutamente todos, andan buscando el poder y el dinero, ninguno ni aparenta ni practica el deseo de la entrega a una sociedad con necesidades. Una tercera característica pudiera ser el instinto,siempre se tendrán asistentes, consejeros o colaboradores. Todos ellos buscarán la manera de influenciar la opinión de la persona, es importante que crean en su instinto y nunca desconfíen de él. Recibir consejos es importante, siempre y cuando no nuble el juicio personal. Una más sería la valentía,el poder puede ser algo aterrador, tener que tomar decisiones que puedan afectar de manera positiva o negativa es difícil y requiere de muchísima valentía. Un buen presidente debe saber enfrentarse a estas situaciones dejando el miedo a un lado.

Además de las anteriores, tenemos la búsqueda de lo mejor para el país, independientemente de querer estar en una posición de poder, o en el escalón más alto de la política, el amor al país, y querer servirlo genuinamente es lo que conformará a un buen presidente; íntegro y patriota. Aspecto que con el que no cuenta ninguno de los candidatos actuales. Otra vez, sólo buscan el poder y el dinero. Y algunos buscan la permanencia en estos aspectos.

Una buena comunicación sería característica primordial,

Es importante generar vínculos con los ciudadanos, hacer que entiendan la propuesta de un rumbo y prometer sólo cosas que se puedan cumplir. La comunicación es una parte esencial de ser un buen presidente, escuchar las necesidades, atenderlas y mantener una comunicación constante con el país marcará la diferencia. En nuestro caso podemos observar las incongruencias, las promesas huecas, las promesas sin sentido, sin fundamento.

También, en nuestra sociedad, el sentido del humor es una característica importante. Un presidente debe ser ameno a la vista, debe verse simpático y alegre, los líderes que suelen ser muy serios inspiran miedo y a menudo suelen ser más difíciles de crear vínculos con sus ciudadanos. Los actuales candidatos desafortunadamente no cuentan con esta característica, algunos inspiran desconfianza, otros miedo, otros inseguridad.

Tomando como base estas características de ser humano entregado a una sociedad, vemos que los que proponen los partidos políticos, o los que se proponen por ellos mismos, no son de ninguna manera prototipos de un buen presidente. Todos ellos en algún grado son iguales, y sus grupos también son iguales. Por consecuencia, las formas probablemente cambiarán, pero los resultados y plataformas serán exactamente iguales, sin los cambios fundamentales que tanto necesita nuestro país. Así, volveremos a tener un gobierno corrupto, un gobierno ambicioso de poder y dinero, un gobierno sin sentido social. Y dependiendo de quién gane, sólo cambiará la forma en que manifieste y ejecute estas lamentables características, todo seguirá igual.

Email: antonio.rios@itesm.mx