/ jueves 28 de enero de 2021

Toma de decisiones en 2021

Debido a la vulnerabilidad que vivimos por la pandemia y no sólo por la enfermedad, sino por el impacto económico, con pérdidas récord de empleos, salarios bajos y los negocios con muchas dificultades para operar, si no es que cerrando, es normal que las personas sintamos preocupación y mucho estrés; pero aun así es inevitable seguir tomando decisiones.

Aunque podríamos esperar que este 2021 sea mejor que el 2020, aún seguiremos viviendo magnitudes de incertidumbre muy grandes, por lo que debemos revisar las estrategias que considero pertinentes para afrontar las decisiones que nos afecten de manera personal.

1.- Debemos primero que nada, especificar el estado financiero de los recursos familiares para conocer nuestro margen de maniobra. Para esto debemos realizar un presupuesto que incluya un análisis de los compromisos presentes y futuros para detectar soluciones, independientes de la situación general del país.

Si no tenemos claro nuestra situación individual en un ambiente tan incierto nos llevará a tomar decisiones imprudentes.

2.- La incertidumbre sobre el futuro nos puede provocar miedo, y una manera de controlarlo es construyendo posibles escenarios, definiendo sus probables consecuencias, con lo que se facilitará apreciar objetivamente los riesgos incurridos en temas como endeudarse, abrir un negocio, construir una vivienda, cambiar de empleo, etcétera.

3.- Es muy importante no prestar atención a los rumores, ya que sólo nos alarman y limitan nuestra capacidad de decidir. No todo lo que sucede en el país nos afecta, por eso debemos distinguir la información real de los “fake-news”, procurando utilizar fuentes fiables.

En la actualidad tenemos acceso a muchos medios de comunicación con el origen directo de los datos a través de internet, tomando en cuenta que esto es un proceso continuo, ya que la realidad varía ininterrumpidamente.

4.- En el proceso de tomar decisiones siempre llegará el momento de hacer “apuestas”, pero siempre será necesario evitar la intuición y las emociones. Debemos utilizar siempre la lógica y haciendo siempre ajustes conforme el panorama vaya cambiando.

5.- Siempre será muy importante el reflexionar sobre lo que parezca inminente y resolverlo al momento, ya que mantener una equivocación por un largo tiempo puede ser catastrófico. Por ejemplo, seguir en un negocio perdedor o menospreciar señales de que un trabajo está por terminarse.

“No hay peor decisión que mantener una mala decisión” .

6.- Las grandes empresas se hacen con valentía, pero separados de la imprudencia. Por eso, debemos tener coberturas, ya que existen muchos factores dentro del ambiente económico, político, sanitario y social que aún nos faltan por conocer, para poder medir la magnitud de su impacto y el tiempo en que sucederán.

No dejemos a la suerte y a las decisiones gubernamentales lo que está en nuestras manos controlar. Nadie más va a velar por los nuestros ni por lo nuestro.

Debido a la vulnerabilidad que vivimos por la pandemia y no sólo por la enfermedad, sino por el impacto económico, con pérdidas récord de empleos, salarios bajos y los negocios con muchas dificultades para operar, si no es que cerrando, es normal que las personas sintamos preocupación y mucho estrés; pero aun así es inevitable seguir tomando decisiones.

Aunque podríamos esperar que este 2021 sea mejor que el 2020, aún seguiremos viviendo magnitudes de incertidumbre muy grandes, por lo que debemos revisar las estrategias que considero pertinentes para afrontar las decisiones que nos afecten de manera personal.

1.- Debemos primero que nada, especificar el estado financiero de los recursos familiares para conocer nuestro margen de maniobra. Para esto debemos realizar un presupuesto que incluya un análisis de los compromisos presentes y futuros para detectar soluciones, independientes de la situación general del país.

Si no tenemos claro nuestra situación individual en un ambiente tan incierto nos llevará a tomar decisiones imprudentes.

2.- La incertidumbre sobre el futuro nos puede provocar miedo, y una manera de controlarlo es construyendo posibles escenarios, definiendo sus probables consecuencias, con lo que se facilitará apreciar objetivamente los riesgos incurridos en temas como endeudarse, abrir un negocio, construir una vivienda, cambiar de empleo, etcétera.

3.- Es muy importante no prestar atención a los rumores, ya que sólo nos alarman y limitan nuestra capacidad de decidir. No todo lo que sucede en el país nos afecta, por eso debemos distinguir la información real de los “fake-news”, procurando utilizar fuentes fiables.

En la actualidad tenemos acceso a muchos medios de comunicación con el origen directo de los datos a través de internet, tomando en cuenta que esto es un proceso continuo, ya que la realidad varía ininterrumpidamente.

4.- En el proceso de tomar decisiones siempre llegará el momento de hacer “apuestas”, pero siempre será necesario evitar la intuición y las emociones. Debemos utilizar siempre la lógica y haciendo siempre ajustes conforme el panorama vaya cambiando.

5.- Siempre será muy importante el reflexionar sobre lo que parezca inminente y resolverlo al momento, ya que mantener una equivocación por un largo tiempo puede ser catastrófico. Por ejemplo, seguir en un negocio perdedor o menospreciar señales de que un trabajo está por terminarse.

“No hay peor decisión que mantener una mala decisión” .

6.- Las grandes empresas se hacen con valentía, pero separados de la imprudencia. Por eso, debemos tener coberturas, ya que existen muchos factores dentro del ambiente económico, político, sanitario y social que aún nos faltan por conocer, para poder medir la magnitud de su impacto y el tiempo en que sucederán.

No dejemos a la suerte y a las decisiones gubernamentales lo que está en nuestras manos controlar. Nadie más va a velar por los nuestros ni por lo nuestro.