Estamos anonadados ante la intensidad de la esquizofrenia política federal y estatal. Por una parte la detención en España del ex director de Pemex Emilio Lozoya, acusado de corrupción en un sin número de operaciones donde destaca la empresa extranjera Oderbrecht, que en otros países de Latinoamérica desde años atrás dio lugar a que un sin número de altos gobernantes terminaron en la cárcel y que en México, como de costumbre, nada sucedía, donde esperamos también la detención de aquellos miembros del equipo de Pemex que se enriquecieron y que la investigación para que sea creíble, llegue hasta el expresidente Peña Nieto.
Al tiempo que AMLO "invita a un centenar de empresarios" a comprar entre 20 y 200 millones de pesos en boletos de la rifa que originalmente sería del avión presidencial, “que no se podía legalmente rifar”. Millonarios mexicanos “donaron” millones de pesos para que AMLO no terminara haciendo el ridículo, en una maniobra fallida para distraer a la opinión pública de la insuficiencia de medicamentos contra el cáncer, la parálisis de la economía, la pérdida de empleos y la disminución de las participaciones federales a los estados y municipios, etc.
En Chihuahua, estamos en la antesala de la primera legislación que pretende mete al orden a los permisionarios del transporte público, toda vez que las concesiones ya no serán eternas y heredables, sino sólo por 10 años prorrogables por otros 10, sólo en caso que los dueños de los camiones pasen satisfactoriamente la revisión anual, que los obligará a invertir para mantenerlos en forma digna y apropiada, modificaciones que naturalmente al gremio del transporte y a la CTM los traen al borde del infarto.
Mientras no termina de solucionarse la tragedia del Supremo Tribunal de Justicia, derivada de la última elección de jueces y magistrados, organizada por la expresidenta del Consejo de la Judicatura Lucha Castro, donde las irregularidades dieron pie a una tormenta de amparos por parte de quienes compitieron y perdieron, así como por jueces que estaban provisionalmente en el cargo y que al transcurrir el plazo, deberían de haber sido reconocidos como titulares.
En la reunión del pleno del supremo tribunal de justicia se presentó un dictamen para anular la elección y repetir el concurso, lo cual tiene al borde del infarto a los jueces y magistrados que fueron irregularmente elegidos, si consideramos que el Consejo de la Judicatura ha perdido los amparos en todas las instancias que ya han concluido, actualmente a la espera del guillotinazo final de la SCJN.
Naturalmente tal dictamen fue regresado a la congeladora, después de maromas y argumentos dignos de un circo de carpa que, si se hubieran presentado por algún abogado litigante en las respectivas salas y juzgados, con toda seguridad hubiera perdido el pleito, por atropellar los más elementales principios del derecho.
Donde oh sorpresa, algo que jamás imaginé. Durante la reunión del pleno el magistrado Luis Villegas se lanzó a la yugular de Joaquín Sotelo miembro del Consejo de la Judicatura, a quien acusó de ser el villano principal de la crisis, siendo que sólo es uno de los actores, porque nunca imaginé ver al panista favoreciendo y ocultando para efectos prácticos a la irresponsable principal, la izquierdista Lucha Castro. Vaya giros que da la vida en México y Chihuahua.