La trata de personas es un delito muy grave que explota a mujeres, niños y hombres, por lo regular con propósitos de trabajo forzados y sexo, al respecto la Organización de las Naciones Unidas instituyó el 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata de Personas.
La Secretaría de Gobernación invitó, mediante un comunicado, a reflexionar sobre este tema y destacó “que se han librado importantes luchas para la protección de los Derechos Humanos de todas las personas, con la intención de garantizar el goce de los mismos para el desarrollo óptimo de todas y todos”.
La trata de personas es un problema a nivel mundial, según los cálculos de las Naciones Unidas representan el tercer negocio más lucrativo para la criminalidad organizada. Es un delito que conlleva graves violaciones de Derechos Humanos, vulnera de manera irreparable la dignidad y reduce a las personas a algo que hoy podemos equiparar a la esclavitud en pleno siglo XXI.
México está catalogado como una de las principales fuentes, tránsito, y destino para la trata de personas, para los propósitos de la explotación sexual comercial y del trabajo forzado. Los grupos considerados más vulnerables incluyen a las mujeres, niños, indígenas, migrantes e indocumentados.
Este delito se consuma cuando el victimario utiliza diversas formas de acercamiento hacia sus víctimas, valiéndose de métodos violentos, engaños o intimidación, así como de situaciones de vulnerabilidad de las víctimas para poder someterlos a explotación en todas sus variantes.
Ante este panorama considero que es urgente se realicen acciones tendientes a combatir este crimen, es por ello que debemos ponerle suma atención a todo lo que nos conlleve a la defensa de los Derechos Humanos, ya que esto será el camino para atender las causas del fenómeno delictivo.