/ lunes 5 de julio de 2021

Tres tips para el seguro de tu auto

Por: Luis Arturo Gómez

El riesgo se define como la posibilidad de que las cosas sucedan de manera distinta a como se tienen planeadas, y en cualquier circunstancia de la vida existe riesgo. Aquí es donde entran las aseguradoras que, a cambio del pago de una prima, cubren financieramente el riesgo que tiene nuestro patrimonio, nuestra vida y nuestros ingresos.

Aunque actualmente sólo en la mitad de los estados de nuestro país el seguro para automóvil es obligatorio, en nuestra entidad federativa lo es desde hace ya varios años. Antes de contratar o renovar tu póliza, lee esto:


  1. Cobertura amplia.- El estado sólo obliga al propietario del vehículo a contratar un seguro de Daños a Terceros (responsabilidad civil), es decir, para que cubra los posibles daños que pueda causar a los demás, después de un siniestro. Sin embargo, aunque te cueste más caro, debes optar por el paquete más completo que la aseguradora te ofrezca. Si tienes cobertura amplia y ocurre un accidente, el seguro se encargará de todos los daños materiales derivados del accidente (tanto a tu patrimonio como al de terceros). Y lo más importante, se encargará de los gastos médicos (o funerarios) de las personas afectadas, tanto de los tuyos, de tus acompañantes, y de los terceros. Además, en caso de ser necesario, pagará tu fianza y otros gastos legales en caso de que hayas causado lesiones, o la muerte, a otras personas.


  1. Gastos médicos a ocupantes.- Generalmente no prestamos atención a los distintos rubros que contiene nuestro seguro, de hecho, cuando lo contratamos lo único que queremos es que sea más económico. Ve en este momento por tu póliza y revisa la cantidad que cubre el concepto Gastos Médicos a Ocupantes. Este apartado significa que en caso de un accidente, sólo esa cantidad gastará la aseguradora en todos los gastos médicos que necesiten las personas que viajaban en tu vehículo (incluyéndote a ti). Por ejemplo, si en este rubro la cobertura es de 150 mil pesos, y viajaban 5 personas en el auto, cada ocupante sólo podrá gastar 30 mil pesos en el hospital al que sea trasladado. ¿Qué monto dice tu póliza? ¿Consideras que esa cantidad es suficiente? Incrementa este rubro lo más que puedas.


  1. Págalo tú mismo.- Nunca le dejes la responsabilidad de pagar uno de tus seguros (sea el que sea) a nadie más. Recuerda que la aseguradora se encargará del siniestro, siempre y cuando la póliza esté pagada, y si tú le encomendaste esta responsabilidad a alguien más (algún empleado, a la empresa donde trabajas, a la agencia donde compraste el vehículo, a tu banco con una domiciliación, etc.), estás dejando en manos de otra persona el hecho de que el seguro se pueda reclamar en caso de algún incidente. Preferiblemente, págalo tú mismo, puedes contratar las pólizas de manera anual, para que sólo tengas ese pendiente una vez al año, y no cada mes o quincena. Una vez que hagas el pago, guarda una copia del recibo y de la póliza en algún lugar seguro.


Contratar los instrumentos que necesitas para asegurar tu patrimonio, tu vida y tu salud no es un gasto, es una inversión, y forman parte de una cultura financiera adecuada que te da tranquilidad a ti y a tus seres queridos.


LAF y MF Luis Gómez, analista financiero

Por: Luis Arturo Gómez

El riesgo se define como la posibilidad de que las cosas sucedan de manera distinta a como se tienen planeadas, y en cualquier circunstancia de la vida existe riesgo. Aquí es donde entran las aseguradoras que, a cambio del pago de una prima, cubren financieramente el riesgo que tiene nuestro patrimonio, nuestra vida y nuestros ingresos.

Aunque actualmente sólo en la mitad de los estados de nuestro país el seguro para automóvil es obligatorio, en nuestra entidad federativa lo es desde hace ya varios años. Antes de contratar o renovar tu póliza, lee esto:


  1. Cobertura amplia.- El estado sólo obliga al propietario del vehículo a contratar un seguro de Daños a Terceros (responsabilidad civil), es decir, para que cubra los posibles daños que pueda causar a los demás, después de un siniestro. Sin embargo, aunque te cueste más caro, debes optar por el paquete más completo que la aseguradora te ofrezca. Si tienes cobertura amplia y ocurre un accidente, el seguro se encargará de todos los daños materiales derivados del accidente (tanto a tu patrimonio como al de terceros). Y lo más importante, se encargará de los gastos médicos (o funerarios) de las personas afectadas, tanto de los tuyos, de tus acompañantes, y de los terceros. Además, en caso de ser necesario, pagará tu fianza y otros gastos legales en caso de que hayas causado lesiones, o la muerte, a otras personas.


  1. Gastos médicos a ocupantes.- Generalmente no prestamos atención a los distintos rubros que contiene nuestro seguro, de hecho, cuando lo contratamos lo único que queremos es que sea más económico. Ve en este momento por tu póliza y revisa la cantidad que cubre el concepto Gastos Médicos a Ocupantes. Este apartado significa que en caso de un accidente, sólo esa cantidad gastará la aseguradora en todos los gastos médicos que necesiten las personas que viajaban en tu vehículo (incluyéndote a ti). Por ejemplo, si en este rubro la cobertura es de 150 mil pesos, y viajaban 5 personas en el auto, cada ocupante sólo podrá gastar 30 mil pesos en el hospital al que sea trasladado. ¿Qué monto dice tu póliza? ¿Consideras que esa cantidad es suficiente? Incrementa este rubro lo más que puedas.


  1. Págalo tú mismo.- Nunca le dejes la responsabilidad de pagar uno de tus seguros (sea el que sea) a nadie más. Recuerda que la aseguradora se encargará del siniestro, siempre y cuando la póliza esté pagada, y si tú le encomendaste esta responsabilidad a alguien más (algún empleado, a la empresa donde trabajas, a la agencia donde compraste el vehículo, a tu banco con una domiciliación, etc.), estás dejando en manos de otra persona el hecho de que el seguro se pueda reclamar en caso de algún incidente. Preferiblemente, págalo tú mismo, puedes contratar las pólizas de manera anual, para que sólo tengas ese pendiente una vez al año, y no cada mes o quincena. Una vez que hagas el pago, guarda una copia del recibo y de la póliza en algún lugar seguro.


Contratar los instrumentos que necesitas para asegurar tu patrimonio, tu vida y tu salud no es un gasto, es una inversión, y forman parte de una cultura financiera adecuada que te da tranquilidad a ti y a tus seres queridos.


LAF y MF Luis Gómez, analista financiero