/ domingo 9 de mayo de 2021

Triste crónica de una “tragedia anunciada”

El trágico desplome de la estación de la Línea 12 del Metro que dejó un saldo preliminar de 24 personas fallecidas y 79 heridos –entre ellos tres niños-- que se trasladaban en esa ruta la noche del lunes 3 de mayo, cimbró al país e incluso a otras naciones.

Como era de esperarse, de inmediato brotaron un cúmulo de versiones y especulaciones en diversos medios de comunicación, redes sociales y partidos opositores a la 4a Transformación, no en torno a la causa de esta tragedia, durante las jefaturas de gobierno del Distrito Federal de Marcelo Ebrard de 2006 a 2012 y la Miguel Ángel Mancera (2012 a 2018), sino con fines político-electorales.

En ese contexto, el sistema del transporte del Metro, columna vertebral de la movilidad en la capital del país que transporta hasta 4.5 millones de pasajeros al día, en lo que va en poco más de un año ha sido víctima de inéditas tragedias como la del 10 de marzo de 2020 en la estación Tacubaya de la Línea 1, donde hubo un choque de dos trenes, siniestro en el que falleció una persona y otras 41 resultaron lesionada; la del 3 de enero del año en curso, cuando se incendió la subestación eléctrica de Delicias y las llamas consumieron al puesto de Control Central del Metro –cerebro del sistema metro—en el que falleció un elemento de la Policía Bancaria e Industrial que lo custodiaba y por supuesto, la del 5 de mayo pasado.

Me pregunto y les pregunto a ustedes, estimados lectores: ¿Esta cadena de tragedias es producto sólo de la ineficiencia y la corrupción descritas, o se está escalando lo técnico a lo político con fines electorales en detrimento de la 4a transformación?

Hacer del tema una causa electoral como la que ya se propaga podría complicar la búsqueda de la justicia y tendría un alto costo político y social para todo el sistema de partidos y órganos electorales, varios de los cuales promueven felices esta tragedia para que los ciudadanos no voten “por el partido en el gobierno”.

Por lo pronto, mientras son peras o son manzanas, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Cd. de México dio a conocer que el 5 de mayo se contrató ya a la empresa noruega DNV para realizar el peritaje en la línea 12 del Metro. Destacó que es una certificadora independiente con más de 50 años de experiencia en administración de riesgos, análisis forense y análisis causa raíz de las fallas catastróficas en instalaciones estratégicas.

Veremos y diremos cuál es el desenlace de esta infausta tragedia que los ciudadanos tenemos que encarar ya que, como bien lo dice el poeta y cantante español Paco Ibáñez: “Cuando se miran de frente los vertiginosos ojos claros de la muerte, se dicen las verdades; las bárbaras y terribles crueldades…”.

El trágico desplome de la estación de la Línea 12 del Metro que dejó un saldo preliminar de 24 personas fallecidas y 79 heridos –entre ellos tres niños-- que se trasladaban en esa ruta la noche del lunes 3 de mayo, cimbró al país e incluso a otras naciones.

Como era de esperarse, de inmediato brotaron un cúmulo de versiones y especulaciones en diversos medios de comunicación, redes sociales y partidos opositores a la 4a Transformación, no en torno a la causa de esta tragedia, durante las jefaturas de gobierno del Distrito Federal de Marcelo Ebrard de 2006 a 2012 y la Miguel Ángel Mancera (2012 a 2018), sino con fines político-electorales.

En ese contexto, el sistema del transporte del Metro, columna vertebral de la movilidad en la capital del país que transporta hasta 4.5 millones de pasajeros al día, en lo que va en poco más de un año ha sido víctima de inéditas tragedias como la del 10 de marzo de 2020 en la estación Tacubaya de la Línea 1, donde hubo un choque de dos trenes, siniestro en el que falleció una persona y otras 41 resultaron lesionada; la del 3 de enero del año en curso, cuando se incendió la subestación eléctrica de Delicias y las llamas consumieron al puesto de Control Central del Metro –cerebro del sistema metro—en el que falleció un elemento de la Policía Bancaria e Industrial que lo custodiaba y por supuesto, la del 5 de mayo pasado.

Me pregunto y les pregunto a ustedes, estimados lectores: ¿Esta cadena de tragedias es producto sólo de la ineficiencia y la corrupción descritas, o se está escalando lo técnico a lo político con fines electorales en detrimento de la 4a transformación?

Hacer del tema una causa electoral como la que ya se propaga podría complicar la búsqueda de la justicia y tendría un alto costo político y social para todo el sistema de partidos y órganos electorales, varios de los cuales promueven felices esta tragedia para que los ciudadanos no voten “por el partido en el gobierno”.

Por lo pronto, mientras son peras o son manzanas, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Cd. de México dio a conocer que el 5 de mayo se contrató ya a la empresa noruega DNV para realizar el peritaje en la línea 12 del Metro. Destacó que es una certificadora independiente con más de 50 años de experiencia en administración de riesgos, análisis forense y análisis causa raíz de las fallas catastróficas en instalaciones estratégicas.

Veremos y diremos cuál es el desenlace de esta infausta tragedia que los ciudadanos tenemos que encarar ya que, como bien lo dice el poeta y cantante español Paco Ibáñez: “Cuando se miran de frente los vertiginosos ojos claros de la muerte, se dicen las verdades; las bárbaras y terribles crueldades…”.