/ viernes 17 de junio de 2022

Triunfo el abstencionismo 

En las pasadas elecciones para la gubernatura de seis estados de la República se impuso el abstencionismo, como en tantas otras ocasiones en México, aunque Morena cantó que triunfó en cuatro gubernaturas de seis, en realidad quien se llevó la victoria fue el abstencionismo que alcanzó niveles del 70%, como sucedió en el estado de Hidalgo, y del 60% en Quintana Roo. Los estados que registraron mayor votación fueron Durango con 60% y Aguascalientes con el 53%, los candidatos ganadores son los de la coalición del PAN, PRI y PRD, a pesar de que el gobierno federal intervino directamente en todos los estados para imponer a sus candidatos de Morena y entregó recursos económicos a través de sus servidores de la nación, para apoyar a dichos candidatos, amenazando a quienes reciben apoyos económicos de los programas de gobierno con quitarles dicho recurso, causando presión psicológica; aun así en estos dos estados la ciudadanía se impuso y triunfó la democracia.

Los altos porcentajes de abstencionismo en el país son un indicador de la poca importancia de la ciudadanía para elegir a sus gobernantes y a sus representantes populares.

El artículo 35 de la Carta Magna establece como derecho y como obligación de los mexicanos el votar y ser votados, no obstante el no ejercer el voto carece de sanción y esto relaja la participación ciudadana.

En otros países latinoamericanos como Perú sí existe la sanción para acudir a votar y esto garantiza la participación del 70% de la ciudadanía en las urnas. Es este tipo de escenarios los que deben contemplarse en México, ya que no es posible que a estas alturas aún tengamos los mencionados niveles de abstencionismo. En algunos países el incumplimiento de la obligación de acudir a votar es sancionado.

El mencionado refrán tan conocido que dice si no votas no te quejes debe dejar de aplicarse, ahora es necesario que tanto gobierno como sociedad motiven a la ciudadanía para participar en los asuntos de gobierno y para involucrarse en la elección de los mejores perfiles para llevarlos a dirigir las riendas del gobierno.

Los mexicanos merecemos y requerimos a los mejores gobernantes, que acaten la protesta de cumplir y hacer cumplir la Constitución y la que de ella emanen y que vean por el desarrollo y el progreso de los mexicanos.


En las pasadas elecciones para la gubernatura de seis estados de la República se impuso el abstencionismo, como en tantas otras ocasiones en México, aunque Morena cantó que triunfó en cuatro gubernaturas de seis, en realidad quien se llevó la victoria fue el abstencionismo que alcanzó niveles del 70%, como sucedió en el estado de Hidalgo, y del 60% en Quintana Roo. Los estados que registraron mayor votación fueron Durango con 60% y Aguascalientes con el 53%, los candidatos ganadores son los de la coalición del PAN, PRI y PRD, a pesar de que el gobierno federal intervino directamente en todos los estados para imponer a sus candidatos de Morena y entregó recursos económicos a través de sus servidores de la nación, para apoyar a dichos candidatos, amenazando a quienes reciben apoyos económicos de los programas de gobierno con quitarles dicho recurso, causando presión psicológica; aun así en estos dos estados la ciudadanía se impuso y triunfó la democracia.

Los altos porcentajes de abstencionismo en el país son un indicador de la poca importancia de la ciudadanía para elegir a sus gobernantes y a sus representantes populares.

El artículo 35 de la Carta Magna establece como derecho y como obligación de los mexicanos el votar y ser votados, no obstante el no ejercer el voto carece de sanción y esto relaja la participación ciudadana.

En otros países latinoamericanos como Perú sí existe la sanción para acudir a votar y esto garantiza la participación del 70% de la ciudadanía en las urnas. Es este tipo de escenarios los que deben contemplarse en México, ya que no es posible que a estas alturas aún tengamos los mencionados niveles de abstencionismo. En algunos países el incumplimiento de la obligación de acudir a votar es sancionado.

El mencionado refrán tan conocido que dice si no votas no te quejes debe dejar de aplicarse, ahora es necesario que tanto gobierno como sociedad motiven a la ciudadanía para participar en los asuntos de gobierno y para involucrarse en la elección de los mejores perfiles para llevarlos a dirigir las riendas del gobierno.

Los mexicanos merecemos y requerimos a los mejores gobernantes, que acaten la protesta de cumplir y hacer cumplir la Constitución y la que de ella emanen y que vean por el desarrollo y el progreso de los mexicanos.