/ viernes 24 de julio de 2020

Un buen gobernante

Me parece que son una gobernante o un gobernante los que desempeñan funciones al servicio de la sociedad política. Todas, todos, hacen el gobierno. Desempeñan los puestos: Presidencia de la Nación, gubernatura, alcaldía, senaduría, diputación, secretarías, regidurías, y en general todos los cargos de servicio social.

Mujeres y hombres deben desempeñar su función para el bien común de la sociedad. El español nos ordena que en donde haya mujeres y hombres, todos los adjetivos vayan concordados en plural masculino. Decir: “Los humanos deben de ser buenos ciudadanos”, se refiere a las damas y a los varones. Todo lo que diga un servidor será una afirmación para todas las mujeres y para todos los hombres, que desempeñan el servicio de ser gobernadores. Los gobernantes deben tener ciertas cualidades, ciertos conocimientos, ciertas virtudes, ciertas habilidades, ciertos dones humanos; necesitan tener la facilidad de expresarse claro y limpio en español. Eso es lo que hace a un elector votar por una persona.

Un funcionario requiere, para ser buen gobernante, ciertas virtudes sociales, ser trabajador laborioso, ser honrado. Tener equilibrio mental, ser ecuánime. Tener salud física y mental. Ser moderado. Vivir una ética vital. Requiere saber manejar recursos económicos y sociales. Ser inteligente. Nada de ser amante de los lujos, nada de amor desmesurado a las posesiones, a las riquezas. Su función principal es su elocuencia, debe saber expresarse con facilidad, y manejarse con una verdad retórica. Debe ser hábil para escuchar, para tratar a las personas.

Analice a su gobernador. Sus actos hablan de su habilidad para gobernar. No basta que haya ofrecido ser honrado, debe de serlo, y es fácil descubrir si está siendo honrado. Su obligación no es sólo cobrar su sueldo mensual. El salario se gana con la acción. Vea a uno de sus gobernantes. El gobernante que usted eligió prometió mucho y nada ha cumplido. No hay obras importantes, pero eso sí sus informes están llenos de obras. Su elocuencia es nula. No es orador. Un gobernante se distingue por sus discursos, de éste no hay uno que valga la pena, que merezca ser recordado. Habla palabra por palabra. No es capaz de construir una oración gramatical. Dice: “Hoy… día…vamos… a…establecer…al… ejército… como… los… encargados… de… los puertos”. La mujer que traduce el discurso para los sordomudos, de pronto se tiene que quedar sin mover las manos. En una epidemia nacional sigue con sus supuestas obras mayores y no hace con la salud, no dicta órdenes sanitarias.

Es un inculto. Sigue diciendo: Compló (por complot). Dice “pá”, o “poqué”, “hayga”, “tonces”…; eso significa que de nada le sirvió el estudio de lengua nacional. Si sigue diciendo: “Un grupo de cibdadanos” me vinieron a mirar para…”. Hay varias errores en su hablar, errores que son perfectamente advertir. Pera la oración gramatical tiene la palabra un “grupo” como sujeto, en singular, por lo que debe usar “vino” en singular.

Si ese es su gobernante, el que usted eligió, ya cometió usted una garrafal equivocación. La culpa no la tiene el mal gobernante, la culpa la tiene usted por votar por un inútil. En su próxima votación, elija correctamente.

Me parece que son una gobernante o un gobernante los que desempeñan funciones al servicio de la sociedad política. Todas, todos, hacen el gobierno. Desempeñan los puestos: Presidencia de la Nación, gubernatura, alcaldía, senaduría, diputación, secretarías, regidurías, y en general todos los cargos de servicio social.

Mujeres y hombres deben desempeñar su función para el bien común de la sociedad. El español nos ordena que en donde haya mujeres y hombres, todos los adjetivos vayan concordados en plural masculino. Decir: “Los humanos deben de ser buenos ciudadanos”, se refiere a las damas y a los varones. Todo lo que diga un servidor será una afirmación para todas las mujeres y para todos los hombres, que desempeñan el servicio de ser gobernadores. Los gobernantes deben tener ciertas cualidades, ciertos conocimientos, ciertas virtudes, ciertas habilidades, ciertos dones humanos; necesitan tener la facilidad de expresarse claro y limpio en español. Eso es lo que hace a un elector votar por una persona.

Un funcionario requiere, para ser buen gobernante, ciertas virtudes sociales, ser trabajador laborioso, ser honrado. Tener equilibrio mental, ser ecuánime. Tener salud física y mental. Ser moderado. Vivir una ética vital. Requiere saber manejar recursos económicos y sociales. Ser inteligente. Nada de ser amante de los lujos, nada de amor desmesurado a las posesiones, a las riquezas. Su función principal es su elocuencia, debe saber expresarse con facilidad, y manejarse con una verdad retórica. Debe ser hábil para escuchar, para tratar a las personas.

Analice a su gobernador. Sus actos hablan de su habilidad para gobernar. No basta que haya ofrecido ser honrado, debe de serlo, y es fácil descubrir si está siendo honrado. Su obligación no es sólo cobrar su sueldo mensual. El salario se gana con la acción. Vea a uno de sus gobernantes. El gobernante que usted eligió prometió mucho y nada ha cumplido. No hay obras importantes, pero eso sí sus informes están llenos de obras. Su elocuencia es nula. No es orador. Un gobernante se distingue por sus discursos, de éste no hay uno que valga la pena, que merezca ser recordado. Habla palabra por palabra. No es capaz de construir una oración gramatical. Dice: “Hoy… día…vamos… a…establecer…al… ejército… como… los… encargados… de… los puertos”. La mujer que traduce el discurso para los sordomudos, de pronto se tiene que quedar sin mover las manos. En una epidemia nacional sigue con sus supuestas obras mayores y no hace con la salud, no dicta órdenes sanitarias.

Es un inculto. Sigue diciendo: Compló (por complot). Dice “pá”, o “poqué”, “hayga”, “tonces”…; eso significa que de nada le sirvió el estudio de lengua nacional. Si sigue diciendo: “Un grupo de cibdadanos” me vinieron a mirar para…”. Hay varias errores en su hablar, errores que son perfectamente advertir. Pera la oración gramatical tiene la palabra un “grupo” como sujeto, en singular, por lo que debe usar “vino” en singular.

Si ese es su gobernante, el que usted eligió, ya cometió usted una garrafal equivocación. La culpa no la tiene el mal gobernante, la culpa la tiene usted por votar por un inútil. En su próxima votación, elija correctamente.