/ martes 7 de septiembre de 2021

Un informe de mentiras

Por: Guillermo Luján Peña

El inquilino de Palacio Nacional volvió a repetir lo que había dicho en su informe de hace dos años, que no era cierto entonces y ahora tampoco, a pesar de insistir de su frase “Hechos, no palabras”, que yo más bien le movería la coma, para que dijera “Hechos no, palabras”, porque eso es lo que se ha hecho en estos tres años, palabras y más palabras, todos los días desde el púlpito mañanero, todos los días del año.

“Por el bien de todos, primero los pobres”, ha dicho hasta el cansancio, pero la realidad es que en estos tres años del señor de palacio, la pobreza extrema ha aumentado en cuatro millones de mexicanos más. Más bien parece que lo que se quiere es acabar con la clase media y mandarlos a la pobreza extrema, ya ven que no nos quiere, por el simple hecho de tener deseos de progresar y tener una vida mejor para nuestros hijos y nietos, y lo manifestó abiertamente después de la “elección” si se juzgaba a los expresidentes, el pasado mes de junio.

Vamos a lograr que nadie se quede sin servicios de salud, ha repetido, pero la realidad es que la cancelación del Seguro Popular, que sí ayudaba a los pobres a tener servicio de salud, y crear un Insabi que nadie sabe ni qué es, ni cómo opera, ha dejado a 19 millones de mexicanos fuera del servicio de salud y háganle como puedan, es el mensaje presidencial.

Estamos bajando la incidencia delictiva, dijo, la realidad es que estamos peor que nunca, llevamos 100,000 muertes por homicidios dolosos, mucho más que en los dos sexenios anteriores. Pero cómo iba a mejorar, si la orden es que no toquen a los narcos, y si llegaran a tocarlos, como fue en el caso de Ovidio Guzmán, hijo del famoso mundialmente Chapo Guzmán, a quien el Ejército atrapo y en unas horas, por órdenes del presidente, que no tiene dentro de sus facultades, cancelar una orden de aprehensión de un juez, fue liberado. Recordar también cómo en Michoacán fueron desarmados e insultados los miembros de nuestro heroico Ejército por órdenes del presidente que no hicieran nada y claro que los malos se burlaron de ellos a más no poder.

Hemos domado la pandemia, dijo muchas veces, sin ser cierto, así como hay que abrazarnos, no pasa nada y resulta que llegamos a medio millón de muertos por el Covid-19, somos el 4º país en el mundo con más muertes.

Hemos realizado muchas obras, pero no aclaró que ninguna de ellas está terminada, el famoso aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, son sus obras insignias, pero que no se terminan y no se ve para cuándo.

Y repitió y repitió lo que ya nos había mentido en su informe de hace dos años. Que el huachicol ya se había disminuido en 95%, siendo que en realidad ha crecido el robo de combustibles, seguimos conociendo de gasolineras que trabajan con combustible robado.

Que ya se acabó la corrupción, dijo, cuando han sido públicas las entregas de dinero en efectivo a sus hermanos, Pío y Martín, así como los contratos millonarios que le ha otorgado Pemex su prima Felipa. El 72% de las compras del gobierno federal son sin licitación, son por asignación directa a sus compas, así que ya sabrán cómo corre el agua. La corrupción hoy está en sus niveles más altos históricamente.

Un informe de mentiras, ojalá que los mexicanos ya no nos dejemos que nos den atole con el dedo.

Por: Guillermo Luján Peña

El inquilino de Palacio Nacional volvió a repetir lo que había dicho en su informe de hace dos años, que no era cierto entonces y ahora tampoco, a pesar de insistir de su frase “Hechos, no palabras”, que yo más bien le movería la coma, para que dijera “Hechos no, palabras”, porque eso es lo que se ha hecho en estos tres años, palabras y más palabras, todos los días desde el púlpito mañanero, todos los días del año.

“Por el bien de todos, primero los pobres”, ha dicho hasta el cansancio, pero la realidad es que en estos tres años del señor de palacio, la pobreza extrema ha aumentado en cuatro millones de mexicanos más. Más bien parece que lo que se quiere es acabar con la clase media y mandarlos a la pobreza extrema, ya ven que no nos quiere, por el simple hecho de tener deseos de progresar y tener una vida mejor para nuestros hijos y nietos, y lo manifestó abiertamente después de la “elección” si se juzgaba a los expresidentes, el pasado mes de junio.

Vamos a lograr que nadie se quede sin servicios de salud, ha repetido, pero la realidad es que la cancelación del Seguro Popular, que sí ayudaba a los pobres a tener servicio de salud, y crear un Insabi que nadie sabe ni qué es, ni cómo opera, ha dejado a 19 millones de mexicanos fuera del servicio de salud y háganle como puedan, es el mensaje presidencial.

Estamos bajando la incidencia delictiva, dijo, la realidad es que estamos peor que nunca, llevamos 100,000 muertes por homicidios dolosos, mucho más que en los dos sexenios anteriores. Pero cómo iba a mejorar, si la orden es que no toquen a los narcos, y si llegaran a tocarlos, como fue en el caso de Ovidio Guzmán, hijo del famoso mundialmente Chapo Guzmán, a quien el Ejército atrapo y en unas horas, por órdenes del presidente, que no tiene dentro de sus facultades, cancelar una orden de aprehensión de un juez, fue liberado. Recordar también cómo en Michoacán fueron desarmados e insultados los miembros de nuestro heroico Ejército por órdenes del presidente que no hicieran nada y claro que los malos se burlaron de ellos a más no poder.

Hemos domado la pandemia, dijo muchas veces, sin ser cierto, así como hay que abrazarnos, no pasa nada y resulta que llegamos a medio millón de muertos por el Covid-19, somos el 4º país en el mundo con más muertes.

Hemos realizado muchas obras, pero no aclaró que ninguna de ellas está terminada, el famoso aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, son sus obras insignias, pero que no se terminan y no se ve para cuándo.

Y repitió y repitió lo que ya nos había mentido en su informe de hace dos años. Que el huachicol ya se había disminuido en 95%, siendo que en realidad ha crecido el robo de combustibles, seguimos conociendo de gasolineras que trabajan con combustible robado.

Que ya se acabó la corrupción, dijo, cuando han sido públicas las entregas de dinero en efectivo a sus hermanos, Pío y Martín, así como los contratos millonarios que le ha otorgado Pemex su prima Felipa. El 72% de las compras del gobierno federal son sin licitación, son por asignación directa a sus compas, así que ya sabrán cómo corre el agua. La corrupción hoy está en sus niveles más altos históricamente.

Un informe de mentiras, ojalá que los mexicanos ya no nos dejemos que nos den atole con el dedo.