En materia económica y de seguridad, el presidente Peña Nieto sostiene que “vamos bien” mientras el país se desgrana por la actuación del crimen organizado con los ingredientes de la corrupción e impunidad que existe en funcionarios y políticos, al igual que Javier Corral en el estado de Chihuahua, en tanto la pobreza sigue en aumento y la intranquilidad reina al grado de que empresas están cerrando operaciones ante el clima de inseguridad y violencia que se vive en el estado.
Será que es una estrategia común de los políticos en el gobierno el dejar de ver la gravedad de lo que está sucediendo emulando aquello de que “si quieren saber de mi pasado, es preciso decir una mentira”, como reza la canción de José Alfredo Jiménez, para justificar su ineficiencia en el combate a estos engendros sociales que lastiman a los ciudadanos o será simplemente el colocarse una venda en los ojos para no sentir culpa, remordimiento o impotencia de no poder avanzar en realidad en estos temas fundamentales para la seguridad y progreso de los ciudadanos.
Porque la mentira ahí está. En el país y en el estado no vamos bien, y declarar esta incorrecta percepción sólo nos deja dos opciones con respecto a las declaraciones de estos respetables ciudadanos; o no conocen la realidad o simplemente necesitan contar “otra mentira” sobre todo en el momento del proceso electoral que estamos viviendo.
Y en esta errónea percepción de quienes ejercen el poder, lamentamos ver que a pesar de la situación que vivimos, estos personajes se dan su tiempo para acciones de recreo y descanso que ante los ojos de los mexicanos privilegian, en lugar del esfuerzo adicional que deben realizar para encaminar un cambio que nos dé bienestar económico, político y sobre todo de seguridad. No se concibe que “su tiempo libre”, puedan dedicarlo a jugar golf o a apoyar a los candidatos de su partido, ellos fueron elegidos para un cargo específico y a ese cargo se deben.
Porque lo que elegimos no fue una persona, fue una serie de acciones a través de una persona que nos prometió mejorar el entorno en que vivimos, no sólo queremos, exigimos un funcionario que ejerza el poder de tiempo completo, 24 horas al día los 365 días del año, y si no puede con el paquete, que se vaya y deje la oportunidad a quien sí tenga esa intención de dedicar con toda entereza los siguientes tres o seis años de su vida a trabajar por su patria.
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