/ viernes 30 de julio de 2021

¿Un nuevo héroe?

Por: Mario Góngora Hernández

Los humanos tendemos a necesitar héroes, y así cada sociedad, cada partido político, cada persona decide en quién creer. En ocasiones, como en nuestro país, el líder decide en quién debemos creer.

Veamos un ejemplo de “héroes” como Nelson Mandela y Yasir Arafat, que siendo asesinos fueron reconocidos con el Nóbel de la Paz.

Con la imagen de pacifista se encuentra uno de los asesinos más despiadados de la historia. Hablar del verdadero Nelson Mandela no es fácil, el mundo lo ha santificado de forma que es catalogado como héroe.

¿Pero quién fue Mandela? En 1961 Mandela fue el líder del brazo armado del Congreso Nacional Africano, llamado Unkhonto We Sizwe, el PARTIDO COMUNISTA de Sudáfrica, grupo responsable de asesinatos, bombas y robos en lugares públicos, Mandela fue hallado culpable de 156 actos de violencia pública y fue esa razón por la que en 1963 fue encarcelado y sentenciado a 27 años de prisión. Y no, no fue por luchar contra el apartheid.

“Aun al salir de la cárcel Mandela siempre apoyó el terrorismo y guardó un silencio vergonzoso ante la matanza de Boers en el continente africano”.

A pesar de ser considerado un “héroe de la libertad”, Mandela apoyó descaradamente la dictadura comunista en Cuba, a la que llamó “un baluarte de la libertad y la justicia”; claro, no menciona la pobreza en la que está sumida la población ni la opresión del “santo” gobierno comunista.

El Congreso Nacional Africano, partido cuyo líder más notable ha sido Mandela, fue una organización terrorista culpable de actos terroristas y asesinatos contra la población civil, no sólo contra la gente blanca, sino contra los negros que se negaron a apoyarlos.

Mientras Mandela hacía su campaña, el CNA, los comunistas asesinaron y torturaron a campesinos blancos y a los negros, sin que los medios hablaran al respecto. Nelson, junto con Winnie, esposa de Nelson, utilizaban el “Necklacing” —del inglés necklace (collar)— es una práctica de tortura y posteriormente de ejecución extrajudicial, llevada a cabo forzando a la víctima a llevar un neumático impregnado de gasolina alrededor del cuello y de los brazos, y prendiéndolo en llamas. La víctima puede tardar hasta 20 minutos en morir, sufriendo gravísimas quemaduras en el proceso. Explosivos en supermercados y camiones también eran comunes. En 1986, Winnie Mandela, entonces esposa del cautivo Nelson Mandela, declaró “con nuestras cajas de cerillas y nuestros collares, liberaremos este país”.

Tras el triunfo de Mandela el CNA pasó de organización terrorista a ser un partido legal, eso sí, su política racista ha continuado.

Muchos dirán que Mandela abandonó la violencia, pero se equivocan, durante su tiempo en prisión el presidente Botha ofreció a Mandela su libertad a cambio de que renunciara a la violencia, su ofrecimiento fue rechazado, Mandela nunca renunció a la violencia públicamente.

Dejando a un lado su apoyo al terrorismo, el gobierno de Mandela fue catastrófico para Sudáfrica, siendo uno de los países más estables y prósperos del Continente Africano pasó a ser un país sumido en la violencia y la ruina económica.

Actualmente Sudáfrica es uno de los países más inseguros y violentos del mundo, tiene la mayor cantidad de infectados de sida y la violencia racial es pan de todos los días.

Entre 20,000 y 25,000 personas mueren al año víctimas de la violencia en un país multicultural y “pacífico”. Claro, nuestro propio “héroe”, AMLO, lo supera por mucho. Durante el gobierno de Mandela y el CNA “la economía próspera de la nación” fue para abajo trayendo pobreza, desempleo, violencia y falta de oportunidades.

Mandela y el CNA trajeron también la decadencia moral del país, fueron ellos quienes legalizaron el aborto y la pornografía.

Las políticas racistas del CNA no sólo son contra la gente blanca, sino contra los negros como la gente de la tribu zulu. En 2008 el CNA cometió multitud de asesinatos contra inmigrantes procedentes de Mozambique, Malawi y Zimbabwe.

Otro héroe, “muy pacífico”: Mohamed Yasir Abdel Rahman Abdel Rauf Arafat al Qudwa al Huseini , más conocido como Yasir Arafat, fue un líder nacionalista palestino, presidente de la Organización para la Liberación de Palestina, presidente de la Autoridad Nacional Palestina y líder del partido político y terrorista secular Al Fatah, que fundó en 1959.

En 1994, recibió también el Premio Nobel de la Paz.

Por: Mario Góngora Hernández

Los humanos tendemos a necesitar héroes, y así cada sociedad, cada partido político, cada persona decide en quién creer. En ocasiones, como en nuestro país, el líder decide en quién debemos creer.

Veamos un ejemplo de “héroes” como Nelson Mandela y Yasir Arafat, que siendo asesinos fueron reconocidos con el Nóbel de la Paz.

Con la imagen de pacifista se encuentra uno de los asesinos más despiadados de la historia. Hablar del verdadero Nelson Mandela no es fácil, el mundo lo ha santificado de forma que es catalogado como héroe.

¿Pero quién fue Mandela? En 1961 Mandela fue el líder del brazo armado del Congreso Nacional Africano, llamado Unkhonto We Sizwe, el PARTIDO COMUNISTA de Sudáfrica, grupo responsable de asesinatos, bombas y robos en lugares públicos, Mandela fue hallado culpable de 156 actos de violencia pública y fue esa razón por la que en 1963 fue encarcelado y sentenciado a 27 años de prisión. Y no, no fue por luchar contra el apartheid.

“Aun al salir de la cárcel Mandela siempre apoyó el terrorismo y guardó un silencio vergonzoso ante la matanza de Boers en el continente africano”.

A pesar de ser considerado un “héroe de la libertad”, Mandela apoyó descaradamente la dictadura comunista en Cuba, a la que llamó “un baluarte de la libertad y la justicia”; claro, no menciona la pobreza en la que está sumida la población ni la opresión del “santo” gobierno comunista.

El Congreso Nacional Africano, partido cuyo líder más notable ha sido Mandela, fue una organización terrorista culpable de actos terroristas y asesinatos contra la población civil, no sólo contra la gente blanca, sino contra los negros que se negaron a apoyarlos.

Mientras Mandela hacía su campaña, el CNA, los comunistas asesinaron y torturaron a campesinos blancos y a los negros, sin que los medios hablaran al respecto. Nelson, junto con Winnie, esposa de Nelson, utilizaban el “Necklacing” —del inglés necklace (collar)— es una práctica de tortura y posteriormente de ejecución extrajudicial, llevada a cabo forzando a la víctima a llevar un neumático impregnado de gasolina alrededor del cuello y de los brazos, y prendiéndolo en llamas. La víctima puede tardar hasta 20 minutos en morir, sufriendo gravísimas quemaduras en el proceso. Explosivos en supermercados y camiones también eran comunes. En 1986, Winnie Mandela, entonces esposa del cautivo Nelson Mandela, declaró “con nuestras cajas de cerillas y nuestros collares, liberaremos este país”.

Tras el triunfo de Mandela el CNA pasó de organización terrorista a ser un partido legal, eso sí, su política racista ha continuado.

Muchos dirán que Mandela abandonó la violencia, pero se equivocan, durante su tiempo en prisión el presidente Botha ofreció a Mandela su libertad a cambio de que renunciara a la violencia, su ofrecimiento fue rechazado, Mandela nunca renunció a la violencia públicamente.

Dejando a un lado su apoyo al terrorismo, el gobierno de Mandela fue catastrófico para Sudáfrica, siendo uno de los países más estables y prósperos del Continente Africano pasó a ser un país sumido en la violencia y la ruina económica.

Actualmente Sudáfrica es uno de los países más inseguros y violentos del mundo, tiene la mayor cantidad de infectados de sida y la violencia racial es pan de todos los días.

Entre 20,000 y 25,000 personas mueren al año víctimas de la violencia en un país multicultural y “pacífico”. Claro, nuestro propio “héroe”, AMLO, lo supera por mucho. Durante el gobierno de Mandela y el CNA “la economía próspera de la nación” fue para abajo trayendo pobreza, desempleo, violencia y falta de oportunidades.

Mandela y el CNA trajeron también la decadencia moral del país, fueron ellos quienes legalizaron el aborto y la pornografía.

Las políticas racistas del CNA no sólo son contra la gente blanca, sino contra los negros como la gente de la tribu zulu. En 2008 el CNA cometió multitud de asesinatos contra inmigrantes procedentes de Mozambique, Malawi y Zimbabwe.

Otro héroe, “muy pacífico”: Mohamed Yasir Abdel Rahman Abdel Rauf Arafat al Qudwa al Huseini , más conocido como Yasir Arafat, fue un líder nacionalista palestino, presidente de la Organización para la Liberación de Palestina, presidente de la Autoridad Nacional Palestina y líder del partido político y terrorista secular Al Fatah, que fundó en 1959.

En 1994, recibió también el Premio Nobel de la Paz.