/ martes 26 de junio de 2018

Un nuevo horizonte

El próximo domingo los mexicanos tenemos una importante cita que tiene que ver con el rumbo que queremos para nuestra patria. Decidiremos si queremos continuar dentro del proyecto neoliberal o iniciamos un camino distinto que nos traiga la ansiada paz y prosperidad que la sociedad reclama. La verdadera encuesta está por iniciar para elegir uno de dos proyectos de nación.


Esta elección puede ser el principio del fin de un proyecto implementado por los intereses internacionales desde hace más de 35 años que ha construido un universo de pobreza, de privatización de las riquezas de nuestro país, de cambios en la política económica para adaptarnos a las necesidades de estos intereses que integran el capitalismo salvaje llamado también “la economía de la muerte”.


Y no sólo eso, las mal llamadas reformas estructurales que han significado un retroceso grave en temas tan importantes como la educación, la salud, la economía y sobre todo el avance en materia de inseguridad que desde hace varios años ha representado la fuente de víctimas directas e indirectas que ha alcanzado a miles de familias mexicanas.


El iniciar una lucha formal contra la corrupción y la impunidad es un tema que no puede dejarse de lado ante el nivel tan alto que existe en nuestro país donde el crimen organizado ha infiltrado a políticos e instituciones de seguridad alcanzando incluso a las fuerzas armadas otrora baluarte de protección y honorabilidad para los ciudadanos hoy metidos en temas que han “movido a México” como lo sucedido en Tlatlaya, Ayotzinapa y otros lamentables casos.


Diversas fuerzas políticas han tenido la oportunidad de realizar estos cambios, sin embargo, ha sido privilegiado en sumarse al proyecto neoliberal que combatirlo ante los beneficios que representa orientados sólo a prebendas personales o de grupos políticos, y ya es imprescindible que el pueblo obtenga beneficios, cuando menos en temas cotidianos que nos afectan directamente.


Este 1 de julio no nos quedemos sin ejercer nuestro derecho de elegir. Despiertos, con los ojos bien abiertos para evitar “la mano negra” en el proceso, confiando en nuestros órganos electorales y mirando con firmeza que este puede ser el inicio de un nuevo horizonte para nuestro país.


Correo: vicmedina@hotmail.com

El próximo domingo los mexicanos tenemos una importante cita que tiene que ver con el rumbo que queremos para nuestra patria. Decidiremos si queremos continuar dentro del proyecto neoliberal o iniciamos un camino distinto que nos traiga la ansiada paz y prosperidad que la sociedad reclama. La verdadera encuesta está por iniciar para elegir uno de dos proyectos de nación.


Esta elección puede ser el principio del fin de un proyecto implementado por los intereses internacionales desde hace más de 35 años que ha construido un universo de pobreza, de privatización de las riquezas de nuestro país, de cambios en la política económica para adaptarnos a las necesidades de estos intereses que integran el capitalismo salvaje llamado también “la economía de la muerte”.


Y no sólo eso, las mal llamadas reformas estructurales que han significado un retroceso grave en temas tan importantes como la educación, la salud, la economía y sobre todo el avance en materia de inseguridad que desde hace varios años ha representado la fuente de víctimas directas e indirectas que ha alcanzado a miles de familias mexicanas.


El iniciar una lucha formal contra la corrupción y la impunidad es un tema que no puede dejarse de lado ante el nivel tan alto que existe en nuestro país donde el crimen organizado ha infiltrado a políticos e instituciones de seguridad alcanzando incluso a las fuerzas armadas otrora baluarte de protección y honorabilidad para los ciudadanos hoy metidos en temas que han “movido a México” como lo sucedido en Tlatlaya, Ayotzinapa y otros lamentables casos.


Diversas fuerzas políticas han tenido la oportunidad de realizar estos cambios, sin embargo, ha sido privilegiado en sumarse al proyecto neoliberal que combatirlo ante los beneficios que representa orientados sólo a prebendas personales o de grupos políticos, y ya es imprescindible que el pueblo obtenga beneficios, cuando menos en temas cotidianos que nos afectan directamente.


Este 1 de julio no nos quedemos sin ejercer nuestro derecho de elegir. Despiertos, con los ojos bien abiertos para evitar “la mano negra” en el proceso, confiando en nuestros órganos electorales y mirando con firmeza que este puede ser el inicio de un nuevo horizonte para nuestro país.


Correo: vicmedina@hotmail.com