/ viernes 19 de julio de 2019

Un periplo por las “Jornadas Villistas 2019”

A las Jornadas Villistas,

fui mi obra a presentar;

fue experiencia a todo dar,

y de ventas desprovista.


Fue gracias a mis compañeros de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua A.C. Mtra. Dinorah Gutiérrez Andana, Mtro. Alejandro Rueda Moreno e Ing. Carlos González Fernández, que apenas un día después de la presentación de mi obra “El Güero Doroteo Arango” –el día 3 de julio del presente- se consiguió a través de Dinorah, con el Pte. Municipal de Parral, Chihuahua, Jorge Lozoya Santillán, la formal invitación para presentar el mencionado libro en las Jornadas Villistas de Parral; por supuesto fuera de programa. El director de Cultura Mpal., Mtro. Cayetano Girón, logró como pudo un espacio para el día 12 de julio próximo pasado, en la sala Carlos Montemayor -quien fuera dilecto amigo- en el teatro Hidalgo, a las 5:30 de la tarde.

Debido a los múltiples eventos, no se hizo la promoción necesaria; en compensación, recibimos del Prof. Girón una atención excelente. Así mi esposa y yo convinimos que debíamos presentarnos, aun sin la promoción adecuada. Nuestra hija Carmen nos acompañó para auxiliarnos. Ese día a las 13:00 horas llegamos a Parral, que bullía de actividad, con un tráfico vehicular notable, y sobre todo “choppers” –en motocicleta-. Carmen había logrado conseguir alojamiento –asunto harto difícil en días de “Jornadas”- en el hotel Adriana; nos registramos con la recepcionista Ofelia Muñoz, a quien me dirigí para ver la posibilidad de conseguir el vestíbulo para exhibición de libros; le comenté que presentaría un libro titulado “El Güero…”, me miró, metió la mano bajo el mostrador y me dijo: “¿Este?”, mostrándome un ejemplar de mi libro. Nos quedamos sorprendidos; -¿Cómo lo adquirió, si apenas lo voy a presentar? –Una hermana que tengo en Chihuahua me lo envió; ya voy a la mitad, si usted es el autor dedíquemelo... Y más todavía, nos dijo que esa tarde nos acompañaría, como lo hizo. La sala era espaciosa, con 40 sillas, y cerca de 20 asistentes; casi todos del equipo del profesor Girón. Al llegar recibí otra sorpresa… asistía el señor Mariano Herrera, quien hacía apenas siete días conocí en la librería La Prensa de Chihuahua y quien me compró en aquella ocasión dos libros. Me dijo que siendo de Parral, no se perdería la presentación que le había comentado haría. Vendí ocho libros; y en la calle un pleito entre bandas de choppers perjudicó mi camioneta raspándola. Ni hablar, son cosas que nunca faltan; hubo vino de honor, bocadillos y fotografías; sólo la asistencia fue escasa. Terminamos cenando en el restaurante La Casa del Tequila, donde nos atendió cordialmente Estefanía (Tiki) Chacón, hija del señor Edmundo Chacón, conocido político parralense y dueño de la colección – a vistas- de 2,400 botellas distintas de tequila, con su cabal contenido. Una estupenda colección; después de cinco tequilas Siete Leguas –tres cortesías- mezcladas con cerveza –paridas, pues- mis mujeres me llevaron a dormir.

Por la mañana recuperé –en parte- un dinerito de varios libros que dejé en dos librerías y en el Palacio de Alvarado, en julio de 2013; vendiendo además en una de ellas tres de mis libros – ya nada de consignación, venta directa- para luego trasladarnos a la plaza Juárez,

-donde laboró Doroteo Arango un mes, como peón de obra-, fuimos a ver la mega escultura de Francisco Villa ecuestre, recreada de manera genial por nuestra amiga la escultora Lourdes Trevizo, de quien me he declarado… “admirador platónico”, para evitar suspicacias domésticas. Ahí junto, una paletería nos refrescó; al oír nuestras pláticas, el joven propietario, Alejandro, se interesó y compró un libro; le mostré una foto del periódico que refería la presentación; y sin dudar dijo: Esta es Luly Trevizo; -la autora de la colosal estatua, que se observa desde el dintel de su paletería y donde sin duda Luly ha estado muchas veces-. Nos despedimos de Parral, deseando que el año próximo nos inviten de nuevo, en un más grande auditorio y sobre todo con la adecuada promoción; por lo pronto el día 24 de julio nos esperan en Dgo., Dgo., en el Museo de Francisco Villa. Primero Dios.

Mientras, usted puede adquirir el libro con el autor, llamando al tel. 614-198-39-41, o directamente en C. Cedro #1307 (oficinas), Col. Granjas, de 10:00 a.m. a 3:00 p.m.; o en las librerías La Prensa. Que me inviten a presentar un libro en el Palacio de Alvarado; que no se diga que el Gobierno del Estado “no dispara ni en defensa propia” en materia de cultura histórica y literaria. He dicho.

A las Jornadas Villistas,

fui mi obra a presentar;

fue experiencia a todo dar,

y de ventas desprovista.


Fue gracias a mis compañeros de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua A.C. Mtra. Dinorah Gutiérrez Andana, Mtro. Alejandro Rueda Moreno e Ing. Carlos González Fernández, que apenas un día después de la presentación de mi obra “El Güero Doroteo Arango” –el día 3 de julio del presente- se consiguió a través de Dinorah, con el Pte. Municipal de Parral, Chihuahua, Jorge Lozoya Santillán, la formal invitación para presentar el mencionado libro en las Jornadas Villistas de Parral; por supuesto fuera de programa. El director de Cultura Mpal., Mtro. Cayetano Girón, logró como pudo un espacio para el día 12 de julio próximo pasado, en la sala Carlos Montemayor -quien fuera dilecto amigo- en el teatro Hidalgo, a las 5:30 de la tarde.

Debido a los múltiples eventos, no se hizo la promoción necesaria; en compensación, recibimos del Prof. Girón una atención excelente. Así mi esposa y yo convinimos que debíamos presentarnos, aun sin la promoción adecuada. Nuestra hija Carmen nos acompañó para auxiliarnos. Ese día a las 13:00 horas llegamos a Parral, que bullía de actividad, con un tráfico vehicular notable, y sobre todo “choppers” –en motocicleta-. Carmen había logrado conseguir alojamiento –asunto harto difícil en días de “Jornadas”- en el hotel Adriana; nos registramos con la recepcionista Ofelia Muñoz, a quien me dirigí para ver la posibilidad de conseguir el vestíbulo para exhibición de libros; le comenté que presentaría un libro titulado “El Güero…”, me miró, metió la mano bajo el mostrador y me dijo: “¿Este?”, mostrándome un ejemplar de mi libro. Nos quedamos sorprendidos; -¿Cómo lo adquirió, si apenas lo voy a presentar? –Una hermana que tengo en Chihuahua me lo envió; ya voy a la mitad, si usted es el autor dedíquemelo... Y más todavía, nos dijo que esa tarde nos acompañaría, como lo hizo. La sala era espaciosa, con 40 sillas, y cerca de 20 asistentes; casi todos del equipo del profesor Girón. Al llegar recibí otra sorpresa… asistía el señor Mariano Herrera, quien hacía apenas siete días conocí en la librería La Prensa de Chihuahua y quien me compró en aquella ocasión dos libros. Me dijo que siendo de Parral, no se perdería la presentación que le había comentado haría. Vendí ocho libros; y en la calle un pleito entre bandas de choppers perjudicó mi camioneta raspándola. Ni hablar, son cosas que nunca faltan; hubo vino de honor, bocadillos y fotografías; sólo la asistencia fue escasa. Terminamos cenando en el restaurante La Casa del Tequila, donde nos atendió cordialmente Estefanía (Tiki) Chacón, hija del señor Edmundo Chacón, conocido político parralense y dueño de la colección – a vistas- de 2,400 botellas distintas de tequila, con su cabal contenido. Una estupenda colección; después de cinco tequilas Siete Leguas –tres cortesías- mezcladas con cerveza –paridas, pues- mis mujeres me llevaron a dormir.

Por la mañana recuperé –en parte- un dinerito de varios libros que dejé en dos librerías y en el Palacio de Alvarado, en julio de 2013; vendiendo además en una de ellas tres de mis libros – ya nada de consignación, venta directa- para luego trasladarnos a la plaza Juárez,

-donde laboró Doroteo Arango un mes, como peón de obra-, fuimos a ver la mega escultura de Francisco Villa ecuestre, recreada de manera genial por nuestra amiga la escultora Lourdes Trevizo, de quien me he declarado… “admirador platónico”, para evitar suspicacias domésticas. Ahí junto, una paletería nos refrescó; al oír nuestras pláticas, el joven propietario, Alejandro, se interesó y compró un libro; le mostré una foto del periódico que refería la presentación; y sin dudar dijo: Esta es Luly Trevizo; -la autora de la colosal estatua, que se observa desde el dintel de su paletería y donde sin duda Luly ha estado muchas veces-. Nos despedimos de Parral, deseando que el año próximo nos inviten de nuevo, en un más grande auditorio y sobre todo con la adecuada promoción; por lo pronto el día 24 de julio nos esperan en Dgo., Dgo., en el Museo de Francisco Villa. Primero Dios.

Mientras, usted puede adquirir el libro con el autor, llamando al tel. 614-198-39-41, o directamente en C. Cedro #1307 (oficinas), Col. Granjas, de 10:00 a.m. a 3:00 p.m.; o en las librerías La Prensa. Que me inviten a presentar un libro en el Palacio de Alvarado; que no se diga que el Gobierno del Estado “no dispara ni en defensa propia” en materia de cultura histórica y literaria. He dicho.