/ lunes 6 de abril de 2020

Un plan con gallardía y consenso  

Se presentó en días pasados por parte del gobernador Javier Corral, un plan emergente para combatir todos los estragos que está ocasionando y ocasionará el COVID-19 tanto en el aspecto de salud como en el económico.

Este tipo de pandemias o de momentos que nadie tiene previstos y que implican un cambio de 180 grados en los planes de cualquier persona, familia, empresa o gobierno, necesitan de un buen líder. Es en momentos de crisis donde se pone a prueba el liderazgo que guía a la comunidad por el camino correcto.

Es de todos sabido la situación económica en la que se recibe el estado después del sexenio de César Duarte. También se sabe de la austeridad con la que se manejó la administración de Corral desde el inicio y del sacrificio político que se necesitó para regular los gastos en muchos sentidos. Todo con el fin de poder estabilizar las finanzas públicas y poder realizar más obra en los últimos años de gobierno. Fue tan positiva la estrategia, que en meses anteriores se presentó el mayor plan de inversión para el estado que se hubiera visto. Pero como dice el dicho: Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes. Y esta crisis llegó en ese momento especial para la actual administración estatal.

Poner el bien común al frente de las decisiones y no los caprichos personales, debería ser la norma en la política pero tristemente no es así. Y mucho menos sucede en los últimos tramos de las administraciones donde los servidores públicos quieren vanagloriarse con la sociedad y decir que se hizo lo que ellos quisieron y que eso es lo que creyeron mejor para el pueblo (aunque nunca lo consultaran).

Hoy, con alegría, podemos decir que en el estado de Chihuahua tenemos líder. Se presentó un plan emergente donde se hace lo que en realidad se necesita y no lo que el gobernador quiso. Se presenta un plan que se consensuó con los gremios laboristas, los empresarios, el sector salud y con los grupos más vulnerables del estado, y no un plan hecho por las creencias en una sola persona. Se presentó un plan que implica volver a hacer un gran sacrificio político pero antepone en todo momento el bien común. Porque se dejarán de hacer obras prioritarias contempladas en el proyecto de inversión para poder tener recursos y atender la salud y a personas vulnerables. Todo esto implica un gran talante solidario, un gran concepto de bien común y mucha gallardía para hacer lo correcto.

El plan emergente contempla varias aristas de suma importancia que ayudarán a mitigar los estragos de salud y económicos que vendrán en próximos días. Un plan alimentario para los más vulnerables, un programa de ocupación temporal para dar trabajo a los que lo pierdan y créditos para pequeños negocios con el fin de proteger a los colaboradores pudiendo pagar su salario sin sacrificar la empresa. Contempla condonaciones de impuestos estatales para las Pymes (ojalá vea el Gobierno Federal este plan) y el aumento de inversión en hospitales y centros de salud de diferentes regiones del estado. Así como la compra de ventiladores para enfrentar el Covid-19.

Es importante que toda la población se dé cuenta de los diferentes apoyos para que pueda acceder a ellos y también reconocer las decisiones correctas para enfrentar un problema de niveles nunca antes vistos en la era moderna de nuestro país. Hacer lo correcto no siempre es lo más popular pero lo tenemos que aprender a valorar como sociedad.

Enhorabuena por Chihuahua, hagamos nuestra parte y quedémonos en casa.


Se presentó en días pasados por parte del gobernador Javier Corral, un plan emergente para combatir todos los estragos que está ocasionando y ocasionará el COVID-19 tanto en el aspecto de salud como en el económico.

Este tipo de pandemias o de momentos que nadie tiene previstos y que implican un cambio de 180 grados en los planes de cualquier persona, familia, empresa o gobierno, necesitan de un buen líder. Es en momentos de crisis donde se pone a prueba el liderazgo que guía a la comunidad por el camino correcto.

Es de todos sabido la situación económica en la que se recibe el estado después del sexenio de César Duarte. También se sabe de la austeridad con la que se manejó la administración de Corral desde el inicio y del sacrificio político que se necesitó para regular los gastos en muchos sentidos. Todo con el fin de poder estabilizar las finanzas públicas y poder realizar más obra en los últimos años de gobierno. Fue tan positiva la estrategia, que en meses anteriores se presentó el mayor plan de inversión para el estado que se hubiera visto. Pero como dice el dicho: Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes. Y esta crisis llegó en ese momento especial para la actual administración estatal.

Poner el bien común al frente de las decisiones y no los caprichos personales, debería ser la norma en la política pero tristemente no es así. Y mucho menos sucede en los últimos tramos de las administraciones donde los servidores públicos quieren vanagloriarse con la sociedad y decir que se hizo lo que ellos quisieron y que eso es lo que creyeron mejor para el pueblo (aunque nunca lo consultaran).

Hoy, con alegría, podemos decir que en el estado de Chihuahua tenemos líder. Se presentó un plan emergente donde se hace lo que en realidad se necesita y no lo que el gobernador quiso. Se presenta un plan que se consensuó con los gremios laboristas, los empresarios, el sector salud y con los grupos más vulnerables del estado, y no un plan hecho por las creencias en una sola persona. Se presentó un plan que implica volver a hacer un gran sacrificio político pero antepone en todo momento el bien común. Porque se dejarán de hacer obras prioritarias contempladas en el proyecto de inversión para poder tener recursos y atender la salud y a personas vulnerables. Todo esto implica un gran talante solidario, un gran concepto de bien común y mucha gallardía para hacer lo correcto.

El plan emergente contempla varias aristas de suma importancia que ayudarán a mitigar los estragos de salud y económicos que vendrán en próximos días. Un plan alimentario para los más vulnerables, un programa de ocupación temporal para dar trabajo a los que lo pierdan y créditos para pequeños negocios con el fin de proteger a los colaboradores pudiendo pagar su salario sin sacrificar la empresa. Contempla condonaciones de impuestos estatales para las Pymes (ojalá vea el Gobierno Federal este plan) y el aumento de inversión en hospitales y centros de salud de diferentes regiones del estado. Así como la compra de ventiladores para enfrentar el Covid-19.

Es importante que toda la población se dé cuenta de los diferentes apoyos para que pueda acceder a ellos y también reconocer las decisiones correctas para enfrentar un problema de niveles nunca antes vistos en la era moderna de nuestro país. Hacer lo correcto no siempre es lo más popular pero lo tenemos que aprender a valorar como sociedad.

Enhorabuena por Chihuahua, hagamos nuestra parte y quedémonos en casa.