/ miércoles 24 de junio de 2020

Un síndrome con muchas vertientes

El Síndrome de Münchhausen por poder (MSBP), es un término acuñado por un médico de origen inglés, Samuel Roy Meadow, al referirse a lo que él consideró un trastorno en el que una persona, generalmente el cuidador o la madre del niño, deliberadamente causa lesión, enfermedad o trastorno a otra persona, generalmente el hijo.

Este Síndrome es un tema escandaloso, hasta para aquellos que lo tienen pero no lo saben y lo están aplicando “con todo” a sus seres “más queridos”. Aquí hay confusión en ubicar donde se manifiesta, porque cuando en el concepto se usa la palabra “deliberadamente” muchos buenos padres (Sobre todo la madre) se sienten ajenos a infringir un daño tremendo y se enjuagan las manos diciendo “Yo nunca dañaría a mis hijos y si cuido de alguien vulnerable tampoco, soy una buena persona y “hago lo que sea” por mis amores”.

Pero he aquí el detalle que le falta a la descripción del síndrome: “Inconciencia de estar haciendo un daño” confundiendo una conducta de sobreprotección con un gran amor que llega al límite de inutilizar a la persona, convencerla que no puede, que no es capaz y que mucho de lo que necesita hacer rutinariamente es imposible sin ayuda de alguien.

Hay niños que están ya bastante grandecitos y no se visten solos porque la mamá se desespera y prefiere hacerlo por ellos. Está también el abuso de darle a los pequeños todo lo que piden de comer y beber, causándoles enfermedades peligrosas desde temprana edad. Y estos son solo unos ejemplos de muchísimos detalles de pasan desapercibidos por papás que se avocan a resolver hasta el más mínimo reto que el niño va enfrentando, o les van satisfaciendo todo capricho que se presenta.

Ya muchos terapeutas consideran que este tipo de abuso se debe incluir y tipificar como tal: “una agresión al menor” porque se le quita la oportunidad de descubrir sus posibilidades, talentos y crece maneado, frustrado y convencido que simplemente NO PUEDE, o por otro lado, que las personas a su alrededor tienen la obligación de servirle y proveerle todo, ya sea un servicio o una cosa.

La respuesta de muchos padres de familia es: Ya tendrá bastante tiempo de aprender, además con todo lo que tenemos que hacer no tenemos ni el tiempo, ni la paciencia para esperar a que hagan sus responsabilidades cuando tenemos PRISA. Y resulta que toda esa impaciencia del presente, será una frustración futura tanto para el hijo que no tendrá iniciativa y no sabrá como resolver y para el padre y madre que no lo verán seguro en la gloria de la independencia y realización personal.

Por otro lado me admiro de esos padres que aún y cuando sus hijos tienen una limitación física o intelectual, los alientan a ir en busca de las posibilidades que pueden conquistar, que los motivan a sentirse útiles, independientes, seguros y sobre todo que esa autoestima los lleva a encontrar el gran valor de ser quienes son, para lograr retos, donde se sentirán orgullosos de sí mismos y felices .

Este síndrome de Munchhausen también se puede aplicar a los gobiernos que inutilizan a sus ciudadanos con estúpidos subsidios solo para ganar popularidad, como ejemplo los ninis, jóvenes que se están enamorado de la idea de ser unos zánganos, en vez de ponerles de condición hacer una labor social, o ambiental que tanta falta hacen.

Cuando se recibe de esta manera, se merma el crecimiento, el cerebro entra en un estado de aflojeramiento tal, que la creatividad que cada persona tiene se ve obstaculizada por la falta de actividad.

Vigilante: ¿Cómo tratas a tus hijos, y a las personas que están a tu lado? ¿Las motivas a ir por más o tu mejor lección es la derrota, el conformismo, la baja autoestima, la inseguridad? El mejor regalo para una personas es forjarle una autoestima alta y ésta se logra haciendo y descubriendo potencialidades para la realización personal.


El Síndrome de Münchhausen por poder (MSBP), es un término acuñado por un médico de origen inglés, Samuel Roy Meadow, al referirse a lo que él consideró un trastorno en el que una persona, generalmente el cuidador o la madre del niño, deliberadamente causa lesión, enfermedad o trastorno a otra persona, generalmente el hijo.

Este Síndrome es un tema escandaloso, hasta para aquellos que lo tienen pero no lo saben y lo están aplicando “con todo” a sus seres “más queridos”. Aquí hay confusión en ubicar donde se manifiesta, porque cuando en el concepto se usa la palabra “deliberadamente” muchos buenos padres (Sobre todo la madre) se sienten ajenos a infringir un daño tremendo y se enjuagan las manos diciendo “Yo nunca dañaría a mis hijos y si cuido de alguien vulnerable tampoco, soy una buena persona y “hago lo que sea” por mis amores”.

Pero he aquí el detalle que le falta a la descripción del síndrome: “Inconciencia de estar haciendo un daño” confundiendo una conducta de sobreprotección con un gran amor que llega al límite de inutilizar a la persona, convencerla que no puede, que no es capaz y que mucho de lo que necesita hacer rutinariamente es imposible sin ayuda de alguien.

Hay niños que están ya bastante grandecitos y no se visten solos porque la mamá se desespera y prefiere hacerlo por ellos. Está también el abuso de darle a los pequeños todo lo que piden de comer y beber, causándoles enfermedades peligrosas desde temprana edad. Y estos son solo unos ejemplos de muchísimos detalles de pasan desapercibidos por papás que se avocan a resolver hasta el más mínimo reto que el niño va enfrentando, o les van satisfaciendo todo capricho que se presenta.

Ya muchos terapeutas consideran que este tipo de abuso se debe incluir y tipificar como tal: “una agresión al menor” porque se le quita la oportunidad de descubrir sus posibilidades, talentos y crece maneado, frustrado y convencido que simplemente NO PUEDE, o por otro lado, que las personas a su alrededor tienen la obligación de servirle y proveerle todo, ya sea un servicio o una cosa.

La respuesta de muchos padres de familia es: Ya tendrá bastante tiempo de aprender, además con todo lo que tenemos que hacer no tenemos ni el tiempo, ni la paciencia para esperar a que hagan sus responsabilidades cuando tenemos PRISA. Y resulta que toda esa impaciencia del presente, será una frustración futura tanto para el hijo que no tendrá iniciativa y no sabrá como resolver y para el padre y madre que no lo verán seguro en la gloria de la independencia y realización personal.

Por otro lado me admiro de esos padres que aún y cuando sus hijos tienen una limitación física o intelectual, los alientan a ir en busca de las posibilidades que pueden conquistar, que los motivan a sentirse útiles, independientes, seguros y sobre todo que esa autoestima los lleva a encontrar el gran valor de ser quienes son, para lograr retos, donde se sentirán orgullosos de sí mismos y felices .

Este síndrome de Munchhausen también se puede aplicar a los gobiernos que inutilizan a sus ciudadanos con estúpidos subsidios solo para ganar popularidad, como ejemplo los ninis, jóvenes que se están enamorado de la idea de ser unos zánganos, en vez de ponerles de condición hacer una labor social, o ambiental que tanta falta hacen.

Cuando se recibe de esta manera, se merma el crecimiento, el cerebro entra en un estado de aflojeramiento tal, que la creatividad que cada persona tiene se ve obstaculizada por la falta de actividad.

Vigilante: ¿Cómo tratas a tus hijos, y a las personas que están a tu lado? ¿Las motivas a ir por más o tu mejor lección es la derrota, el conformismo, la baja autoestima, la inseguridad? El mejor regalo para una personas es forjarle una autoestima alta y ésta se logra haciendo y descubriendo potencialidades para la realización personal.


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