/ martes 27 de marzo de 2018

Una cultura de legalidad

En un Estado de derecho, las normas jurídicas se establecen en forma democrática, se protegen los derechos individuales, se aplican por igual y se hacen cumplir siempre, a pesar de que existenperspectivas
que ven la cultura de la legalidad como una forma de sumisión, conformismo o mediocridad, al aceptar todo lo que esté en las leyes aun cuando éstas son imposiciones por parte de grupos de poder.


Pero a pesar de todo, es el gobierno en todos sus niveles el responsable de cultivar esta cultura que va más a allá del cumplimiento irrestricto de la ley, y debe ir acompañada de acciones congruentes y programas educativos en las instituciones públicas y privadas para poder llegar a contar con una cultura que privilegie la legalidad dentro de los haberes del legajo cultural del pueblo.


Es indispensable señalar que el respeto, en todas sus facetas, no se obtiene por decreto, se gana a pulso, y aquí en nuestro país, y en nuestro estado, las propias autoridades no han podido ganarse ese respeto que tanta falta hace para lograr una mejor convivencia entre nuestra sociedad.


Es increíble el manejo desaseado que hace el gobierno del “unidos con valor” en muchos temas que refieren a violaciones al Estado de derecho desde el propio manejo de las instituciones. Es recurrente la conformación de organismos a modo violando la legalidad y obligando a juzgados federales y hasta a la Suprema Corte a resolverlos, es increíble el actuar de algunos elementos de las policías Municipal, Estatal y Federal, que literalmente asaltan a los ciudadanos en los famosos retenes, la indolencia de empresas y organizaciones para dar un servicio eficiente a la comunidad y la ausencia de autoridad que se los permite, la imagen pretendida de disminución de la violencia y los delitos del crimen organizado que muere cuando el ciudadano percibe a través de los hechos cómo se siguen dando las ejecuciones y las acciones del crimen organizado con un alto grado de impunidad.

Las campañas para fomentar la cultura de la legalidad son letra muerta, cuando las palabras no se ligan con las acciones y sólo se convierten en tema de burla para los ciudadanos cuando se escucha a funcionarios hablar sobre “el respeto irrestricto a la ley” con la mano derecha, mientras por la espalda cruzan los dedos de su mano izquierda.


Correo: vicmedina@hotmail.com

En un Estado de derecho, las normas jurídicas se establecen en forma democrática, se protegen los derechos individuales, se aplican por igual y se hacen cumplir siempre, a pesar de que existenperspectivas
que ven la cultura de la legalidad como una forma de sumisión, conformismo o mediocridad, al aceptar todo lo que esté en las leyes aun cuando éstas son imposiciones por parte de grupos de poder.


Pero a pesar de todo, es el gobierno en todos sus niveles el responsable de cultivar esta cultura que va más a allá del cumplimiento irrestricto de la ley, y debe ir acompañada de acciones congruentes y programas educativos en las instituciones públicas y privadas para poder llegar a contar con una cultura que privilegie la legalidad dentro de los haberes del legajo cultural del pueblo.


Es indispensable señalar que el respeto, en todas sus facetas, no se obtiene por decreto, se gana a pulso, y aquí en nuestro país, y en nuestro estado, las propias autoridades no han podido ganarse ese respeto que tanta falta hace para lograr una mejor convivencia entre nuestra sociedad.


Es increíble el manejo desaseado que hace el gobierno del “unidos con valor” en muchos temas que refieren a violaciones al Estado de derecho desde el propio manejo de las instituciones. Es recurrente la conformación de organismos a modo violando la legalidad y obligando a juzgados federales y hasta a la Suprema Corte a resolverlos, es increíble el actuar de algunos elementos de las policías Municipal, Estatal y Federal, que literalmente asaltan a los ciudadanos en los famosos retenes, la indolencia de empresas y organizaciones para dar un servicio eficiente a la comunidad y la ausencia de autoridad que se los permite, la imagen pretendida de disminución de la violencia y los delitos del crimen organizado que muere cuando el ciudadano percibe a través de los hechos cómo se siguen dando las ejecuciones y las acciones del crimen organizado con un alto grado de impunidad.

Las campañas para fomentar la cultura de la legalidad son letra muerta, cuando las palabras no se ligan con las acciones y sólo se convierten en tema de burla para los ciudadanos cuando se escucha a funcionarios hablar sobre “el respeto irrestricto a la ley” con la mano derecha, mientras por la espalda cruzan los dedos de su mano izquierda.


Correo: vicmedina@hotmail.com