/ domingo 2 de mayo de 2021

Una democracia se nutre de las instituciones

En peligro los órganos autónomos en México

Las instituciones son vistas como un “estorbo” para los planes de control político de grupos de poder y no como un fortalecimiento de la vida democrática.

México ha tenido importantes avances en el campo de la democracia, como es la creación de los órganos autónomos, que son un contrapeso para los gobiernos autoritarios; el régimen de partidos políticos y la garantía del sufragio. Sabemos que no es suficiente.

En estos avances destaca la intervención ciudadana; el surgimiento del Instituto Nacional Electoral, el Tribunal Federal Electoral, el Instituto Nacional de Acceso a la Información, el Instituto Estatal Electoral y el Tribunal Estatal Electoral de Chihuahua, entre otros, así como nuevas leyes de avanzada en materia electoral y por supuesto, la apertura de muchos medios de comunicación a diferentes corrientes políticas.

Y ya que hablamos de democracia, el escritor Ignacio Camargo dice en su libro “Actores de la política” que “es el conjunto de reglas que todas las partes se comprometen a respetar. Tales reglas están encaminadas a asegurar la convivencia entre los ciudadanos y permitir la competencia pacífica por el poder ”.

Por su parte, José Fernández Santillán en su libro: “Democracia en México”, indica: “Es un pacto de civilidad que se concreta en el principio de soberanía popular; en el sistema representativo; en el respeto de las minorías que en la práctica constituyen la oposición y el disenso; en el reconocimiento de los Derechos Humanos; en el rechazo de la violencia y de la arbitrariedad. Además, este tipo de método se apoya en la razón, el diálogo y la tolerancia”.

Todas esas reglas se han desarrollado en el transcurso de la historia hasta convertirse en la diversidad de las instituciones que ahora conocemos. Una de estas reglas decantada en la mayoría de las constituciones de los países democráticos es el derecho de los ciudadanos de formar asociaciones y organizaciones, relativamente independientes.

En este ambiente político, una de las organizaciones más importantes son los partidos políticos, denominados también como subsistemas. Desde nuestra perspectiva los partidos políticos son tratados como organizaciones.

La crisis económica, falta de auténticos líderes, la corrupción (endémica en nuestro país), la impunidad, la polarización y fragmentación de los partidos políticos, entre otros aspectos, han permitido la llegada al poder de populistas, que luego convierten el gobierno en un mando unipersonal y todavía le llaman “democracia”, como Nicolás Maduro en Venezuela. El daño social es catastrófico.

Las transformaciones sociales se presentan en México de manera acelerada, por lo se necesita analizar los marcos referenciales desde una óptica global, indispensable en la solución de problemas concretos.

Los procesos de globalización han obligado a la mayoría de las naciones a buscar el fortalecimiento de las instituciones, sobre todo los órganos autónomos y de los mismos partidos políticos que hoy por hoy atraviesan por grave crisis de confianza.

Un partido es una organización que actúa fundamentalmente en la esfera política a través de una organización formal y con la intención de llegar al poder a través de la competencia política y las elecciones.

En el caso particular de México, sólo a través de los partidos los actores políticos pueden participar en la competencia por los cargos de elección popular.

Es preciso recalcar que las organizaciones son importantes para los actores como para los regímenes en los que funcionan, porque promueven la sociabilidad, intimidad, afectos, amistad, amor, confianza y fe; para el crecimiento individual, la integridad personal y la socialización dentro de las normas de una comunidad; para la preservación y transmisión de la cultura; para las cualidades humanas de los seres humanos; para la libertad. ¿Usted qué opina?

Nos pueden seguir: palabrapropia@hotmail.com twitter@palabrapropia

Antena Radio 102.5 FM, de lunes a viernes de 5 a 6 de la tarde.

En peligro los órganos autónomos en México

Las instituciones son vistas como un “estorbo” para los planes de control político de grupos de poder y no como un fortalecimiento de la vida democrática.

México ha tenido importantes avances en el campo de la democracia, como es la creación de los órganos autónomos, que son un contrapeso para los gobiernos autoritarios; el régimen de partidos políticos y la garantía del sufragio. Sabemos que no es suficiente.

En estos avances destaca la intervención ciudadana; el surgimiento del Instituto Nacional Electoral, el Tribunal Federal Electoral, el Instituto Nacional de Acceso a la Información, el Instituto Estatal Electoral y el Tribunal Estatal Electoral de Chihuahua, entre otros, así como nuevas leyes de avanzada en materia electoral y por supuesto, la apertura de muchos medios de comunicación a diferentes corrientes políticas.

Y ya que hablamos de democracia, el escritor Ignacio Camargo dice en su libro “Actores de la política” que “es el conjunto de reglas que todas las partes se comprometen a respetar. Tales reglas están encaminadas a asegurar la convivencia entre los ciudadanos y permitir la competencia pacífica por el poder ”.

Por su parte, José Fernández Santillán en su libro: “Democracia en México”, indica: “Es un pacto de civilidad que se concreta en el principio de soberanía popular; en el sistema representativo; en el respeto de las minorías que en la práctica constituyen la oposición y el disenso; en el reconocimiento de los Derechos Humanos; en el rechazo de la violencia y de la arbitrariedad. Además, este tipo de método se apoya en la razón, el diálogo y la tolerancia”.

Todas esas reglas se han desarrollado en el transcurso de la historia hasta convertirse en la diversidad de las instituciones que ahora conocemos. Una de estas reglas decantada en la mayoría de las constituciones de los países democráticos es el derecho de los ciudadanos de formar asociaciones y organizaciones, relativamente independientes.

En este ambiente político, una de las organizaciones más importantes son los partidos políticos, denominados también como subsistemas. Desde nuestra perspectiva los partidos políticos son tratados como organizaciones.

La crisis económica, falta de auténticos líderes, la corrupción (endémica en nuestro país), la impunidad, la polarización y fragmentación de los partidos políticos, entre otros aspectos, han permitido la llegada al poder de populistas, que luego convierten el gobierno en un mando unipersonal y todavía le llaman “democracia”, como Nicolás Maduro en Venezuela. El daño social es catastrófico.

Las transformaciones sociales se presentan en México de manera acelerada, por lo se necesita analizar los marcos referenciales desde una óptica global, indispensable en la solución de problemas concretos.

Los procesos de globalización han obligado a la mayoría de las naciones a buscar el fortalecimiento de las instituciones, sobre todo los órganos autónomos y de los mismos partidos políticos que hoy por hoy atraviesan por grave crisis de confianza.

Un partido es una organización que actúa fundamentalmente en la esfera política a través de una organización formal y con la intención de llegar al poder a través de la competencia política y las elecciones.

En el caso particular de México, sólo a través de los partidos los actores políticos pueden participar en la competencia por los cargos de elección popular.

Es preciso recalcar que las organizaciones son importantes para los actores como para los regímenes en los que funcionan, porque promueven la sociabilidad, intimidad, afectos, amistad, amor, confianza y fe; para el crecimiento individual, la integridad personal y la socialización dentro de las normas de una comunidad; para la preservación y transmisión de la cultura; para las cualidades humanas de los seres humanos; para la libertad. ¿Usted qué opina?

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