/ jueves 28 de febrero de 2019

Una reflexión personal

El árbol de San Andrés



Pareciera un tema viejo, pero no lo es. Días atrás, el presidente de la república pontificó sobre la ética y la moral, usando como chivos expiatorios a dos ex presidentes (Zedillo y Calderón) con motivo de que entraron a trabajar a empresas extranjeras. Los pilares de su diatriba: “Acabó la corrupción” y “será legal pero es inmoral”.

Vamos a detenernos en lo afirmado por él, apenas el pasado 21 de febrero, en relación con el asesinato de Samir Flores, quien se oponía a la operación de una planta termoeléctrica en Huexca, Morelos, y a la consulta convocada para tal fin: “Es muy lamentable lo que sucedió, hay que investigar a fondo, castigar a los responsables, esa es responsabilidad de la autoridad, de nosotros, de la fiscalía, pero no utilizar estos hechos lamentables con propósitos políticos, ideológicos; nada de carga ideológica”.

¿Nada de carga ideológica? ¿Ya se acabó la corrupción? ¿Legal? ¿Inmoral? Vamos a ver:


El 2015, como presidente de Morena, anunció: “Cuando triunfe Morena, se llevará a cabo una reforma constitucional para que sea el pueblo de México el que elija a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)”; tres años después, sus propuestas para integrarla son de incondicionales: Loretta Ortiz Ahlf, ex diputada de Morena, esposa de José Agustín Ortiz Pinchetti, quien hizo una biografía de AMLO; la segunda, Celia Maya García, en 2015 fue candidata al gobierno de Querétaro por Morena y en alguno de sus twits señaló: “Se extrañan la voz y las palabras del comandante Fidel Castro (…) siempre en pie de lucha contra el imperialismo”; y la tercera, Yasmín Esquivel Mossa, esposa del contratista favorito de López Obrador, José María Rioboó. ¿Legal pero no inmoral

1. Hablando de cuatachos, el presidente de la república nombró a un amigo, Alejandro Gertz, fiscal general; a través suyo, propone a otros dos aliados, el citado José Agustín Ortiz Pinchetti, y a María de la Luz Mijangos, esposa de Jaime Cárdenas —cercanísimo de AMLO—, como fiscales Electoral y Anticorrupción, respectivamente. ¿Legal pero no inmoral?

2. Contratos sin licitación, casos Pemex y Banco Azteca, celebrados entre camaradas. ¿Ilegales pero no inmorales?

3. Otra vez, hablando de amigos, se modificó la ley para dejar a un incondicional (otro) —Paco Ignacio Taibo II e impedido por aquélla— que ocupe un cargo público. ¿Legal pero no inmoral?

4. El secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, ocultó en su declaración patrimonial un departamento en Houston; descubierto en la maroma, el presidente sale en su defensa y el asunto “quedó aclarado”. ¿Legal pero no inmoral?

5. Intervenir abiertamente —y reconocerlo de manera pública con total cinismo— en las labores de la SCJN para modificar sus resoluciones. Otra vez ¿ilegal pero no inmoral?

6. Pese a que en el Presupuesto de Egresos de 2019 se previó un incremento de 368 plazas en todo el gobierno federal y que en términos generales el número de empleados de alto nivel permanece intacto e, incluso, subieron en alguna dependencia (contrario a las afirmaciones de AMLO), se han despedido ilícitamente miles de trabajadores. ¿Legal pero no inmoral?

7. O, hablando de nuevos empleos, ¿qué decir de la panda de ignorantes presentados para cargos de alto nivel en Pemex, la Comisión Reguladora de Energía o el Conacyt —órgano ocupado de la ciencia, investigación y tecnología, donde hasta una vendedora de calzones fue propuesta, junto a individuos que no concluyeron ni la prepa—? ¿Legal pero no inmoral?

Evidentemente, para ese anciano senil que nos (des)gobierna, la moral… es un árbol que da moras.



Contácteme a través de mi correo electrónico o sígame en los medios que gentilmente me publican, en Facebook o también en mi blog: http://unareflexionpersonal.wordpress.com/



luvimo6608@gmail.com, luvimo6614@hotmail.com


El árbol de San Andrés



Pareciera un tema viejo, pero no lo es. Días atrás, el presidente de la república pontificó sobre la ética y la moral, usando como chivos expiatorios a dos ex presidentes (Zedillo y Calderón) con motivo de que entraron a trabajar a empresas extranjeras. Los pilares de su diatriba: “Acabó la corrupción” y “será legal pero es inmoral”.

Vamos a detenernos en lo afirmado por él, apenas el pasado 21 de febrero, en relación con el asesinato de Samir Flores, quien se oponía a la operación de una planta termoeléctrica en Huexca, Morelos, y a la consulta convocada para tal fin: “Es muy lamentable lo que sucedió, hay que investigar a fondo, castigar a los responsables, esa es responsabilidad de la autoridad, de nosotros, de la fiscalía, pero no utilizar estos hechos lamentables con propósitos políticos, ideológicos; nada de carga ideológica”.

¿Nada de carga ideológica? ¿Ya se acabó la corrupción? ¿Legal? ¿Inmoral? Vamos a ver:


El 2015, como presidente de Morena, anunció: “Cuando triunfe Morena, se llevará a cabo una reforma constitucional para que sea el pueblo de México el que elija a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)”; tres años después, sus propuestas para integrarla son de incondicionales: Loretta Ortiz Ahlf, ex diputada de Morena, esposa de José Agustín Ortiz Pinchetti, quien hizo una biografía de AMLO; la segunda, Celia Maya García, en 2015 fue candidata al gobierno de Querétaro por Morena y en alguno de sus twits señaló: “Se extrañan la voz y las palabras del comandante Fidel Castro (…) siempre en pie de lucha contra el imperialismo”; y la tercera, Yasmín Esquivel Mossa, esposa del contratista favorito de López Obrador, José María Rioboó. ¿Legal pero no inmoral

1. Hablando de cuatachos, el presidente de la república nombró a un amigo, Alejandro Gertz, fiscal general; a través suyo, propone a otros dos aliados, el citado José Agustín Ortiz Pinchetti, y a María de la Luz Mijangos, esposa de Jaime Cárdenas —cercanísimo de AMLO—, como fiscales Electoral y Anticorrupción, respectivamente. ¿Legal pero no inmoral?

2. Contratos sin licitación, casos Pemex y Banco Azteca, celebrados entre camaradas. ¿Ilegales pero no inmorales?

3. Otra vez, hablando de amigos, se modificó la ley para dejar a un incondicional (otro) —Paco Ignacio Taibo II e impedido por aquélla— que ocupe un cargo público. ¿Legal pero no inmoral?

4. El secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, ocultó en su declaración patrimonial un departamento en Houston; descubierto en la maroma, el presidente sale en su defensa y el asunto “quedó aclarado”. ¿Legal pero no inmoral?

5. Intervenir abiertamente —y reconocerlo de manera pública con total cinismo— en las labores de la SCJN para modificar sus resoluciones. Otra vez ¿ilegal pero no inmoral?

6. Pese a que en el Presupuesto de Egresos de 2019 se previó un incremento de 368 plazas en todo el gobierno federal y que en términos generales el número de empleados de alto nivel permanece intacto e, incluso, subieron en alguna dependencia (contrario a las afirmaciones de AMLO), se han despedido ilícitamente miles de trabajadores. ¿Legal pero no inmoral?

7. O, hablando de nuevos empleos, ¿qué decir de la panda de ignorantes presentados para cargos de alto nivel en Pemex, la Comisión Reguladora de Energía o el Conacyt —órgano ocupado de la ciencia, investigación y tecnología, donde hasta una vendedora de calzones fue propuesta, junto a individuos que no concluyeron ni la prepa—? ¿Legal pero no inmoral?

Evidentemente, para ese anciano senil que nos (des)gobierna, la moral… es un árbol que da moras.



Contácteme a través de mi correo electrónico o sígame en los medios que gentilmente me publican, en Facebook o también en mi blog: http://unareflexionpersonal.wordpress.com/



luvimo6608@gmail.com, luvimo6614@hotmail.com