/ lunes 18 de mayo de 2020

Unidad empresarial ante la indiferencia del gobierno

Las 68 propuestas, o mejor llamémoslas ideas, del CCE (Consejo Coordinador Empresarial) que presentaron al presidente López Obrador son el resultado de una serie de reuniones de mesas con diferentes temas para la recuperación económica, en la cual participaron la sociedad, Gobierno, académicos, legisladores, sindicatos y cámaras.

Carlos Salazar Lomelí, presidente nacional del CCE, dijo que es necesario actuar en unidad y trabajar juntos para resolver la problemática de manera integral, por lo que reiteró que el sector privado quiere trabajar con el Gobierno Federal.

Comentó que no se pide dinero ni un Fobaproa.

Declaró que no se trata de la opinión del CCE solamente, sino de muchas personas que analizaron la situación económica por la que estamos atravesando.

El contenido de las 68 ideas es muy vasto, abarca desde la salud de la población, política económica, Estado de Derecho, etc.

En mi opinión son demasiadas propuestas, ideas o ideas al aire en las que se abordaron temas de lo que se podría hacer para reactivar la economía, de ahí el CCE reunió, junto varias de ellas para poder lograr este documento.

Creo que dentro de todas estas ideas la parte más importante y con la que nos deberíamos de quedar es el cómo proteger al empleo. Lo que está diciendo el CCE es que se busquen apoyos internacionales, y que se utilicen las líneas de crédito que se tienen con el Fondo Monetario Internacional, además se debe buscar una cooperación Internacional para apoyos al empleo, esto va muy relacionado con mantener el empleo a través de estos diferentes apoyos.

Lo que sugiere el Consejo es: podríamos endeudarnos o endeudar al país, ya sea que México recurra a los mercados internacionales o a través del uso de las líneas de crédito que ya tiene con el Fondo Monetario Internacional y demás, pero para que venga un apoyo desde el sector público hacia el sector privado, desde luego con una contraprestación para que el sector privado se comprometa a mantener la nómina de sus empleados.

Son 68 buenas ideas, propuestas que no han tenido eco, no han tenido recepción alguna en esta administración. Sin embargo, el resto de los países están tratando de proteger el empleo a como dé lugar. Estados Unidos ya le invirtió 3 billones de dólares a la política fiscal, que son 14 puntos del PIB, parte de este dinero fue destinado para complementar el seguro de desempleo, esto varía en los estados, el camino de Estados Unidos fue, la gente que pierde su empleo se apoyará económicamente con este seguro.

Vemos cómo Estados Unidos, Europa, China, Japón y otros países están preocupados y ocupados con el tema económico, con el tema del desempleo, buscando las mejores opciones para salir adelante.

Lo que propuso el CCE y lo que están emprendiendo decenas de gobiernos en todo el mundo son programas para que el Estado use sus capacidades para impedir que la economía se venga abajo.

Esto implica, entre otras cosas, usar la deuda pública. El Gobierno es el agente económico que puede obtener recursos a menor costo. Si esos recursos se inyectan inteligentemente a la economía, como debe ser, el resultado es que la actividad crece y se generan las fuentes para pagar esa deuda.

Es una pena, es lamentable el comentario del presidente López Obrador: “Con todo respeto nosotros no vamos a continuar con más de los mismo, no habrá rescate para potentados, si hay una quiebra para una empresa pues que sea el empresario el que asuma su responsabilidad”.

El problema del presidente López Obrador tiene una fijación mental: El Fobaproa.


Las 68 propuestas, o mejor llamémoslas ideas, del CCE (Consejo Coordinador Empresarial) que presentaron al presidente López Obrador son el resultado de una serie de reuniones de mesas con diferentes temas para la recuperación económica, en la cual participaron la sociedad, Gobierno, académicos, legisladores, sindicatos y cámaras.

Carlos Salazar Lomelí, presidente nacional del CCE, dijo que es necesario actuar en unidad y trabajar juntos para resolver la problemática de manera integral, por lo que reiteró que el sector privado quiere trabajar con el Gobierno Federal.

Comentó que no se pide dinero ni un Fobaproa.

Declaró que no se trata de la opinión del CCE solamente, sino de muchas personas que analizaron la situación económica por la que estamos atravesando.

El contenido de las 68 ideas es muy vasto, abarca desde la salud de la población, política económica, Estado de Derecho, etc.

En mi opinión son demasiadas propuestas, ideas o ideas al aire en las que se abordaron temas de lo que se podría hacer para reactivar la economía, de ahí el CCE reunió, junto varias de ellas para poder lograr este documento.

Creo que dentro de todas estas ideas la parte más importante y con la que nos deberíamos de quedar es el cómo proteger al empleo. Lo que está diciendo el CCE es que se busquen apoyos internacionales, y que se utilicen las líneas de crédito que se tienen con el Fondo Monetario Internacional, además se debe buscar una cooperación Internacional para apoyos al empleo, esto va muy relacionado con mantener el empleo a través de estos diferentes apoyos.

Lo que sugiere el Consejo es: podríamos endeudarnos o endeudar al país, ya sea que México recurra a los mercados internacionales o a través del uso de las líneas de crédito que ya tiene con el Fondo Monetario Internacional y demás, pero para que venga un apoyo desde el sector público hacia el sector privado, desde luego con una contraprestación para que el sector privado se comprometa a mantener la nómina de sus empleados.

Son 68 buenas ideas, propuestas que no han tenido eco, no han tenido recepción alguna en esta administración. Sin embargo, el resto de los países están tratando de proteger el empleo a como dé lugar. Estados Unidos ya le invirtió 3 billones de dólares a la política fiscal, que son 14 puntos del PIB, parte de este dinero fue destinado para complementar el seguro de desempleo, esto varía en los estados, el camino de Estados Unidos fue, la gente que pierde su empleo se apoyará económicamente con este seguro.

Vemos cómo Estados Unidos, Europa, China, Japón y otros países están preocupados y ocupados con el tema económico, con el tema del desempleo, buscando las mejores opciones para salir adelante.

Lo que propuso el CCE y lo que están emprendiendo decenas de gobiernos en todo el mundo son programas para que el Estado use sus capacidades para impedir que la economía se venga abajo.

Esto implica, entre otras cosas, usar la deuda pública. El Gobierno es el agente económico que puede obtener recursos a menor costo. Si esos recursos se inyectan inteligentemente a la economía, como debe ser, el resultado es que la actividad crece y se generan las fuentes para pagar esa deuda.

Es una pena, es lamentable el comentario del presidente López Obrador: “Con todo respeto nosotros no vamos a continuar con más de los mismo, no habrá rescate para potentados, si hay una quiebra para una empresa pues que sea el empresario el que asuma su responsabilidad”.

El problema del presidente López Obrador tiene una fijación mental: El Fobaproa.