La semana pasada tuvimos la oportunidad de formar parte de una delegación a China, a invitación de una de las zonas en desarrollo a unas dos horas al oeste de Shanghái. El propósito de la misión era conocer los alcances y realidades de algunos ofrecimientos del gobierno chino para emprendedores de base científica o tecnológica. Llegando al lugar dejamos el equipaje en el hotel y nos dirigimos al edificio que contenía un piso que ocuparían los startups (proyectos de los emprendedores) de México. Dentro de la delegación nos acompañaban ocho emprendedores, quienes presentarían a inversionistas y universidades los proyectos desarrollados hasta el momento. La zona, espacios de comercio, de servicios y al mismo tiempo de negocios. Todos ellos de reciente creación. Cabe mencionar que durante el trayecto de Shanghái a la ciudad, vimos decenas de edificios en construcción, la mayoría arriba de quince pisos, impresionante el nivel de infraestructura que se está desarrollando.
Después de la visita a la infraestructura ofrecida para los emprendedores, tuvimos una reunión con autoridades del gobierno chino, lo que pudiera ser el similar al presidente municipal. Dio la bienvenida y exhortó a hacer crecer la relación entre esa región y la institución educativa a la que representábamos. Así mismo, el representante por parte nuestra, dio una breve reseña de las características fundamentales, así como la oferta de la institución educativa. Algo curioso es que las sesiones se tornaban un poco largas debido a la participación de los traductores en ambos idiomas. Sentados en una mesa larga y con los nombres de cada uno de nosotros, por un lado, en español, pero por el otro con los signos chinos. Al terminar fuimos invitados a una cena de comida típica del lugar. Definitivamente la comida que conocemos como china no era la misma que nos ofrecieron en esa cena.
A siguiente día visitamos una de las universidades tecnológicas y se siguió el mismo protocolo de presentaciones. Por la tarde, los emprendedores presentaron sus proyectos ante inversionistas y académicos. Al igual era curioso ver las presentaciones con la escritura en signos chinos. Mientras se desarrollaban las presentaciones, se firmaba un convenio de colaboración, no sólo de apoyo a emprendedores, sino también de intercambio de estudiantes y académicos. Cabe mencionar que varios de los emprendedores recibieron ofertas de entrevistas y de visitas a conocer en más detalle los proyectos, con miras a invertir en ellos o a colaborar en investigación, por parte de empresarios.
La mañana siguiente visitamos dos universidades y un centro de tecnología, robótica y electrónica. De allí, nos trasladamos a un parque tecnológico donde se albergaban más de trecientas startups, en una infraestructura de pequeños complejos de casas restauradas y utilizadas para estas nuevas empresas. Fuimos testigos de la entrega de comida y café con el apoyo de drones, experiencia hacia un futuro cercano. Allí mismo, cruzando un pequeño río, estaba el complemento de edificios de oficinas donde se encontraban cerca de ciento veinte oficinas de inversionistas ángeles y de corporaciones de inversiones.
Después, y como algo esencial a visitar, fueron las instalaciones de los “headquarters” (matriz) de la empresa Alibaba, empresa similar a la de Amazon, de entrega de paquetería, pero con mayor alcance y enfoque, ya que ésta no sólo está en el mercado de la paquetería, sino también en otros rubros, como entrega de comida, apoyo a control del tráfico, negocios financieros y otros más.
Realmente, este viaje fue un ejemplo de lo que está sucediendo en aquella parte del mundo, y ver el nivel de avance, de inversión, de educación, pero sobre todo de alineación, donde se ve claro el mismo rumbo de la tecnología, la educación, la infraestructura y el desarrollo de la región, al igual que la ejecución de una planeación a largo plazo.
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