/ jueves 13 de mayo de 2021

#UnRetoMas | Ciudades con vocación

Como ya lo he dicho antes: “Una buena ciudad es una ciudad competitiva”, sin embargo, a pesar de que pareciera que poco a poco vamos volviendo a la normalidad. La realidad es que ahora nos estaremos enfrentando a los estragos postpandemia en temas de salud y, claro, economía; a esto último debemos poner especial atención pues además está ligado a la ya creciente problemática de la escasez del agua.

En el rubro económico, como en todos los países, México se vio fuertemente afectado. Sin embargo, el alcanzar cierta estabilidad se va a marcar a partir de la capacidad de respuesta que se tenga, sobre todo en cuanto a reactivación económica se refiere.

En este, como en muchos otros temas, nos encontramos frente a una bifurcación en el camino, donde podemos parar y reflexionar qué es lo que más nos conviene hacer y cómo hacerlo o tratar de seguir haciendo lo mismo de siempre y arriesgarnos a no crecer.

Desde hace años gobiernos y líderes empresariales comenzaron a tener un interés cada vez mayor en identificar por qué existen territorios y empresas con más éxito que otras. Precisamente en el estudio “Promoción en la competitividad y desarrollo territorial en los municipios del Valle de Aburrá” en Colombia, el autor señala que uno de los mecanismos para el crecimiento económico de las regiones es la identificación de características propias de la región para, a partir de ellas, poder potenciar políticas públicas, conociendo las verdaderas fortalezas y debilidades del entorno.

Para analistas como Lira (2005) “…los territorios deben aprender a adaptarse al cambio… basadas en conocimiento”, lo que se deben buscar apoyar a cada una de las ciudades o regiones dentro del territorio nacional para que desarrollen ciertas ventajas (atractivos) y especializarse en áreas o sectores que tengan mayor proyección tanto nacional, como internacional. Es decir, encontrar su propia vocación.

Un enfoque del desarrollo económico depende precisamente de utilizar como estrategia para el crecimiento, la identificación de las características más llamativas de cada municipio, buscando de esa manera potencializar el desarrollo desde lo local.

Dentro de las teorías del desarrollo económico local, la competitividad por áreas o regiones es un enfoque que sigue tomando fuerza en países en desarrollo.

Algunos elementos a identificar son: localización de recursos humanos, infraestructura, capital financiero, medioambiente y demás factores internos, como lo son la organización y mercado.

Ahora más que nunca debemos enfocarnos en tratar de identificar oportunidades a partir de elementos que caracterizan a nuestras ciudades pero que, por una u otra razón no les habíamos puesto la suficiente atención o no las hemos identificado como posibles potencializadores de nuestra economía; sobre todo en cuanto a atracción de inversión se refiere.

Debemos reinventar las actividades productivas para sacar adelante nuestras ciudades y regiones. Lo que nos ayudará además a generar derrama económica y fuentes de empleo.

Como ya lo he dicho antes: “Una buena ciudad es una ciudad competitiva”, sin embargo, a pesar de que pareciera que poco a poco vamos volviendo a la normalidad. La realidad es que ahora nos estaremos enfrentando a los estragos postpandemia en temas de salud y, claro, economía; a esto último debemos poner especial atención pues además está ligado a la ya creciente problemática de la escasez del agua.

En el rubro económico, como en todos los países, México se vio fuertemente afectado. Sin embargo, el alcanzar cierta estabilidad se va a marcar a partir de la capacidad de respuesta que se tenga, sobre todo en cuanto a reactivación económica se refiere.

En este, como en muchos otros temas, nos encontramos frente a una bifurcación en el camino, donde podemos parar y reflexionar qué es lo que más nos conviene hacer y cómo hacerlo o tratar de seguir haciendo lo mismo de siempre y arriesgarnos a no crecer.

Desde hace años gobiernos y líderes empresariales comenzaron a tener un interés cada vez mayor en identificar por qué existen territorios y empresas con más éxito que otras. Precisamente en el estudio “Promoción en la competitividad y desarrollo territorial en los municipios del Valle de Aburrá” en Colombia, el autor señala que uno de los mecanismos para el crecimiento económico de las regiones es la identificación de características propias de la región para, a partir de ellas, poder potenciar políticas públicas, conociendo las verdaderas fortalezas y debilidades del entorno.

Para analistas como Lira (2005) “…los territorios deben aprender a adaptarse al cambio… basadas en conocimiento”, lo que se deben buscar apoyar a cada una de las ciudades o regiones dentro del territorio nacional para que desarrollen ciertas ventajas (atractivos) y especializarse en áreas o sectores que tengan mayor proyección tanto nacional, como internacional. Es decir, encontrar su propia vocación.

Un enfoque del desarrollo económico depende precisamente de utilizar como estrategia para el crecimiento, la identificación de las características más llamativas de cada municipio, buscando de esa manera potencializar el desarrollo desde lo local.

Dentro de las teorías del desarrollo económico local, la competitividad por áreas o regiones es un enfoque que sigue tomando fuerza en países en desarrollo.

Algunos elementos a identificar son: localización de recursos humanos, infraestructura, capital financiero, medioambiente y demás factores internos, como lo son la organización y mercado.

Ahora más que nunca debemos enfocarnos en tratar de identificar oportunidades a partir de elementos que caracterizan a nuestras ciudades pero que, por una u otra razón no les habíamos puesto la suficiente atención o no las hemos identificado como posibles potencializadores de nuestra economía; sobre todo en cuanto a atracción de inversión se refiere.

Debemos reinventar las actividades productivas para sacar adelante nuestras ciudades y regiones. Lo que nos ayudará además a generar derrama económica y fuentes de empleo.