/ jueves 27 de mayo de 2021

#UnRetoMas | El ciudadano como ventaja competitiva

Como pasa en otras partes del mundo, en Chihuahua debemos enfocarnos cada vez más en el crecimiento desde lo local y regional.

En lo local hay un término que se le conoce como “Ciudades Imán” que, siguiendo la analogía, son ciudades capaces de atraer y retener nuevos residentes, visitantes e inversores que estimulan el desarrollo, específicamente en lo económico.

Especialistas como Cándido Pérez, socio responsable de Gobierno, Infraestructuras y Sanidad de la consultora KPMG en España, asegura que el “magnetismo” de las ciudades es lo que determina su futuro.

Como ya he dicho, cada municipios tiene una vocación y sus gobiernos, en colaboración con empresarios y actores sociales son los encargados de identificarla y hacerla crecer.

Esto es precisamente lo que ya se está trabajando en Delicias con el estudio que gestionamos con la empresa IDOM, que ha propiciado casos de éxito como la industria aeroespacial en Chihuahua.

Sin embargo, de nada sirve identificar nuestra nueva vocación si no tenemos personas realmente preparadas para asumirla de la mejor manera y hacer que esta crezca.

Al igual que sucede en las empresas, las ciudades también compiten por atraer y retener inversión a partir del talento humano. En este caso de sus ciudadanos y, para esto, un factor indispensable es la generación del talento adecuado.

Tal y como pasa dentro de las empresas, el capital humano de una ciudad es considerado también una ventaja competitiva que, en cuanto a atracción de inversión se refiere, permite diferenciarla del resto de las ciudades del estado e incluso del país. Como menciona Cándido Pérez “La clave no pasa por la tecnología o robots, sino por poner en el centro de las ciudades a los ciudadanos. El futuro no habla de máquinas sino de personas”.

Una estrategia para abarcar esto es la capacidad de vincular a nuestro talento, sobretodo a nuestros jóvenes recién egresados, con las empresas; tanto las que ya están instaladas, como las que buscamos atraer a nuestra región.

Pero para esto debemos también no descuidar que nuestras ciudades se renueven y desarrollen; que mantengan su diversidad y dinamismo, para que nuestros jóvenes talento no se vayan a trabajar a otro lugar. Sino que se sientan motivados a quedarse y aprovechar las oportunidades laborales que se tienen e incluso ayudar a crear nuevos empleos, impulsando el crecimiento y la riqueza a largo plazo.

Empujemos a que el talento y capacidades de nuestros ciudadanos sean también un factor importante para ofrecer al mundo.

Como pasa en otras partes del mundo, en Chihuahua debemos enfocarnos cada vez más en el crecimiento desde lo local y regional.

En lo local hay un término que se le conoce como “Ciudades Imán” que, siguiendo la analogía, son ciudades capaces de atraer y retener nuevos residentes, visitantes e inversores que estimulan el desarrollo, específicamente en lo económico.

Especialistas como Cándido Pérez, socio responsable de Gobierno, Infraestructuras y Sanidad de la consultora KPMG en España, asegura que el “magnetismo” de las ciudades es lo que determina su futuro.

Como ya he dicho, cada municipios tiene una vocación y sus gobiernos, en colaboración con empresarios y actores sociales son los encargados de identificarla y hacerla crecer.

Esto es precisamente lo que ya se está trabajando en Delicias con el estudio que gestionamos con la empresa IDOM, que ha propiciado casos de éxito como la industria aeroespacial en Chihuahua.

Sin embargo, de nada sirve identificar nuestra nueva vocación si no tenemos personas realmente preparadas para asumirla de la mejor manera y hacer que esta crezca.

Al igual que sucede en las empresas, las ciudades también compiten por atraer y retener inversión a partir del talento humano. En este caso de sus ciudadanos y, para esto, un factor indispensable es la generación del talento adecuado.

Tal y como pasa dentro de las empresas, el capital humano de una ciudad es considerado también una ventaja competitiva que, en cuanto a atracción de inversión se refiere, permite diferenciarla del resto de las ciudades del estado e incluso del país. Como menciona Cándido Pérez “La clave no pasa por la tecnología o robots, sino por poner en el centro de las ciudades a los ciudadanos. El futuro no habla de máquinas sino de personas”.

Una estrategia para abarcar esto es la capacidad de vincular a nuestro talento, sobretodo a nuestros jóvenes recién egresados, con las empresas; tanto las que ya están instaladas, como las que buscamos atraer a nuestra región.

Pero para esto debemos también no descuidar que nuestras ciudades se renueven y desarrollen; que mantengan su diversidad y dinamismo, para que nuestros jóvenes talento no se vayan a trabajar a otro lugar. Sino que se sientan motivados a quedarse y aprovechar las oportunidades laborales que se tienen e incluso ayudar a crear nuevos empleos, impulsando el crecimiento y la riqueza a largo plazo.

Empujemos a que el talento y capacidades de nuestros ciudadanos sean también un factor importante para ofrecer al mundo.