/ jueves 20 de enero de 2022

#UnRetoMas | Hay que limpiar la casa

El objetivo de un gobierno municipal es satisfacer las necesidades de su comunidad (Villagrán, 2014). A mi parecer, el gobierno municipal es el eje central para el desarrollo de todo país. Pues es la autoridad más cercana a la población, la cara más visible y la institución con mayor capacidad para solucionar sus necesidades más urgentes (Irarrávazal, 1996).

El Instituto Nacional Para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED) describe como un Buen Gobierno municipal a aquel que establece su estrategia a partir de su visión del municipio del futuro. “Un buen gobierno municipal no administra el hoy sino, más bien, gobierna a través de políticas útiles para el futuro”.

Volviendo al hecho de que la administración municipal es la autoridad más cercana a la gente, podemos darnos cuenta que así como es una ventaja su buen funcionamiento, puede llegar a ser una gran desventaja cuando las cosas no se hacen como se deben hacer.


Independientemente de que las condiciones y características de los municipios mexicanos son distintas, y que los factores de éxito en un determinado lugar no aplican igual en cualquier otra localidad; toda administración que se reconoce como exitosa ha tenido algo en común: “…una reorganización interna…”, transparente y que haga uso eficaz de sus recursos, especialmente financieros (INAFED, 2006). Es decir, para verdaderamente llegar a su objetivo de lograr impactos positivos en la vida de los ciudadanos, se tiene primero que poner en regla el funcionamiento interno de la administración; como coloquialmente se dice: se tiene que llegar limpiando la casa.


No podemos esperar resultados diferentes operando igual. Aquí hay que ver dónde estamos parados y hacer las modificaciones pertinentes para que lo que está bien hecho se siga haciendo y se modifique aquello que no.

Si nuestra obligación como administración es construir las ciudades del futuro, no podemos avanzar hacia el futuro con prácticas que, desde el pasado, no están funcionando del todo bien.

En su guía “Características de Buen Gobierno Municipal” el INAFED describe lo que tienen en común municipios exitosos de Latinoamérica. En este momento, dos de las que más me llaman la atención son: la Comunicación eficaz y la Negociación y manejo de conflictos.

Referente a la primera, estoy convencido que las cosas se hacen bien si existe comunicación directa con la gente; y para que esto suceda debemos escucharle. Un ejemplo claro es el predial; que si bien es un recurso útil para que la administración alcance sus compromisos, al escuchar nos damos cuenta que bajo las circunstancias en que nos encontramos, a raíz de la pandemia, hay que adaptarse para no dañar la economía de nuestras familias. De eso se trata la comunicación, de escuchar, debatir y llegar a un acuerdo que nos beneficie a todos.

Una de las principales funciones del ayuntamiento es “El mejoramiento, extensión de cobertura e incremento de la calidad de los servicios” (Centro de Políticas Públicas UC, 2021). Pero otra vez, no se puede brindar un mejor servicio, como alumbrado público o la recolección de basura, sin antes identificar si la condición bajo la cual ya se trabajaba está verdaderamente bien establecida o cumple con los requisitos legales. Es aquí donde entra la negociación y manejo de conflictos.

Muchos ven el conflicto como “…una batalla donde unos ganan y otros pierden, o una negociación para sacar ventajas” (INAFED, 2006); sin embargo, realmente es una oportunidad que nos obliga a buscar nuevas y mejores soluciones. En el caso de una administración, a la hora de limpiar la casa, es normal que salgan “…a la superficie problemas que han estado invernando [ahí] por años…”. Pero es nuestro deber atenderlos, para mejorar.


Como decía Aristóteles “No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que sea práctico”; y, aquí como en muchas otras partes, lo mejor y más práctico es llegar limpiando la casa.


Maestro en Administración, diputado local del PAN y alcalde de Delicias


El objetivo de un gobierno municipal es satisfacer las necesidades de su comunidad (Villagrán, 2014). A mi parecer, el gobierno municipal es el eje central para el desarrollo de todo país. Pues es la autoridad más cercana a la población, la cara más visible y la institución con mayor capacidad para solucionar sus necesidades más urgentes (Irarrávazal, 1996).

El Instituto Nacional Para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (INAFED) describe como un Buen Gobierno municipal a aquel que establece su estrategia a partir de su visión del municipio del futuro. “Un buen gobierno municipal no administra el hoy sino, más bien, gobierna a través de políticas útiles para el futuro”.

Volviendo al hecho de que la administración municipal es la autoridad más cercana a la gente, podemos darnos cuenta que así como es una ventaja su buen funcionamiento, puede llegar a ser una gran desventaja cuando las cosas no se hacen como se deben hacer.


Independientemente de que las condiciones y características de los municipios mexicanos son distintas, y que los factores de éxito en un determinado lugar no aplican igual en cualquier otra localidad; toda administración que se reconoce como exitosa ha tenido algo en común: “…una reorganización interna…”, transparente y que haga uso eficaz de sus recursos, especialmente financieros (INAFED, 2006). Es decir, para verdaderamente llegar a su objetivo de lograr impactos positivos en la vida de los ciudadanos, se tiene primero que poner en regla el funcionamiento interno de la administración; como coloquialmente se dice: se tiene que llegar limpiando la casa.


No podemos esperar resultados diferentes operando igual. Aquí hay que ver dónde estamos parados y hacer las modificaciones pertinentes para que lo que está bien hecho se siga haciendo y se modifique aquello que no.

Si nuestra obligación como administración es construir las ciudades del futuro, no podemos avanzar hacia el futuro con prácticas que, desde el pasado, no están funcionando del todo bien.

En su guía “Características de Buen Gobierno Municipal” el INAFED describe lo que tienen en común municipios exitosos de Latinoamérica. En este momento, dos de las que más me llaman la atención son: la Comunicación eficaz y la Negociación y manejo de conflictos.

Referente a la primera, estoy convencido que las cosas se hacen bien si existe comunicación directa con la gente; y para que esto suceda debemos escucharle. Un ejemplo claro es el predial; que si bien es un recurso útil para que la administración alcance sus compromisos, al escuchar nos damos cuenta que bajo las circunstancias en que nos encontramos, a raíz de la pandemia, hay que adaptarse para no dañar la economía de nuestras familias. De eso se trata la comunicación, de escuchar, debatir y llegar a un acuerdo que nos beneficie a todos.

Una de las principales funciones del ayuntamiento es “El mejoramiento, extensión de cobertura e incremento de la calidad de los servicios” (Centro de Políticas Públicas UC, 2021). Pero otra vez, no se puede brindar un mejor servicio, como alumbrado público o la recolección de basura, sin antes identificar si la condición bajo la cual ya se trabajaba está verdaderamente bien establecida o cumple con los requisitos legales. Es aquí donde entra la negociación y manejo de conflictos.

Muchos ven el conflicto como “…una batalla donde unos ganan y otros pierden, o una negociación para sacar ventajas” (INAFED, 2006); sin embargo, realmente es una oportunidad que nos obliga a buscar nuevas y mejores soluciones. En el caso de una administración, a la hora de limpiar la casa, es normal que salgan “…a la superficie problemas que han estado invernando [ahí] por años…”. Pero es nuestro deber atenderlos, para mejorar.


Como decía Aristóteles “No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que sea práctico”; y, aquí como en muchas otras partes, lo mejor y más práctico es llegar limpiando la casa.


Maestro en Administración, diputado local del PAN y alcalde de Delicias