Como lo dije en mi columna anterior, en gran parte de nuestro estado el modelo económico debe buscar transformarse y adaptarse. Es hora de centrarnos en las áreas de oportunidad y uno de los sectores al que más podríamos sacar provecho es la agroindustria.
La agricultura sigue siendo uno de los sectores económicos que más personas emplea en el mundo. Según especialistas como Susana Pérez Ares, invertir en agricultura no es sólo una de las estrategias más eficaces para mejorar la seguridad alimentaria y promover la sostenibilidad, sino que además es esencial para el desarrollo económico de los países, sobre todo aquellos en vías de desarrollo.
En 2019 un estudio de BBVA presentó que en América Latina este sector representaba el 5% del PIB regional. Por esto, no podemos dejar de darle la debida importancia y buscar la manera en la que industria, gobierno y sociedad civil promovamos cada vez más oportunidades de desarrollo dentro de este sector y los que se le vinculan, como es el caso de la biotecnología.
Como lo he dicho siempre, una buena ciudad es una ciudad competitiva. Pero se trata de identificar oportunidades que no vemos ahora, tal y como hizo Chihuahua capital con la industria aeroespacial.
En nuestra región centro sur, proyectos como el “hub” para el desarrollo e innovación de agronegocios o Centro de Investigación Biotecnológico contribuirán a detonar el desarrollo de la industria en gran parte de los municipios que conforman la región, al momento de dar valor agregado a los productos agrícolas y pecuarios. Impactando al mismo tiempo a muchas otras actividades económicas derivadas o ligadas al campo; permitiéndonos crear productos innovadores e incluso nueva tecnología.
Además de que el impulso a los agronegocios y las cadenas de valor alimentarias sostenibles juegan un papel crucial en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), este sin duda es un proyecto importante para nuestra economía. Permitiéndonos aprovechar cada vez más nuestra materia prima, así como brindar servicio al sector productivo tanto de la región como de todo Chihuahua e incluso otros estados del país, generando mayor derrama económica.
Como ya lo he mencionado, ya estamos mirando qué hay en el mundo para traer a Delicias, y qué hay en Delicias para ofrecerlo al mundo. Pero, cuando se trata de oportunidades como esta, debemos mirar nuestra región como un todo y buscar proyectos que tengan un impacto positivo en el resto de las ciudades que conforman nuestra región.
