Cada vez resultan más alarmantes los índices de violencia que observamos en nuestro estado, mismos que evidencian la desigualdad social, pobreza y reiteradas violaciones a Derechos Humanos; maltrato que conlleva a la humillación. No hay persona que no ansíe un estado de tranquilidad y que sea la paz la que recorra las calles, en lugar de la violencia. Estrategias se han instaurado para lograr lo anterior, muchas centradas en contrarrestar la violencia directa como homicidios, golpes e insultos, que es la que logramos observar; pero no es la más acaece, como lo sería la violencia estructural y cultural, que conduce a la otra. Uno de los derechos fundamentales de la persona es expresarse libremente sin limitaciones, y el arte contribuye a que se logre. Es un componente significativo y eficiente para promover la participación democrática de los integrantes de una sociedad, así como favorecer la transformación de conflictos. Representan una forma de expresión para generan conciencia y conllevar a la reflexión de situaciones y actitudes encaminadas hacia la participación ciudadana para la construcción de una democracia y paz en una entidad. El arte en sí no es la solución para alcanzar la paz, pero puede contribuir a que así sea, incrementando la posibilidad de alcanzar una mayor audiencia y conmover la conciencia de la sociedad. En Colombia se le apostó por el arte para reconstruir a la sociedad que fue abatida por la violencia, con la intención de incidir en las personas a través de planes, políticas y proyectos que articulen a la sociedad hacia algo positivo.
Como individuos que conformamos espacios y estructuras de relaciones, debemos encaminarnos a una cultura inclusiva, puesto que todos somos iguales en dignidad y derechos. Se debe contemplar la presencia de una igualdad diferenciada, y abordar desde la cultura los conflictos para lograr un cambio social, reconociéndonos, ello en razón de construir un camino hacia la equidad de género, observancia e implementación correcta de los Derechos Humanos con enfoque hacia la paz y la integración de los grupos vulnerables.
La creatividad en la resolución de conflictos representa el surgimiento de una cultura de paz, la cual la ONU define como “conjunto de valores, actitudes, modos de conducta y formas vida que rechazan la violencia y previenen conflictos atacando las raíces para solucionar problemas a través del diálogo y negociación entre individuos y naciones”.
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